Basta
ya de tanta incertidumbre
No
queda tiempo
Para
arraigarse al último suspiro
Si de
todas formas
La ley
del Mundo
Nos
avisa
La
hora se acerca
Por lo
que da lo mismo
Un
beso
Que
ninguno
Lo
importante
Es armonizar
la carne
Saber
que no seremos manjar
De
ningún equivoco
Que lo
que nace crece
Aunque
el terreno se mantenga
Baldío
Aun me
siento tormenta
Desbordada
de vientos intensos
Llevo
al centro
Conque
saciarle el apetito
A todo
aquel que no conozca el deleite
También
tengo un espíritu magnánimo
Me
gustan las olas
El
titubeo de los barcos
Que al
final
Anidan
en algún puerto
Hace
mucho linche a los escorpiones
Maléficos
y crudos
Hice
antídotos para la rabia
Y me
bautice con el silencio
De
todas las espinas
Qué
más da
Si la
marea sube o baja
Si
alguien se empeña en demoler
A este
esqueleto
Garantizado
por cinco décadas
Si
solamente lograran dar goces
Contra
el aguijón
Mientras
la sal se extienda
Por
toda su maleficencia.
Solo
sé que soy yo
La
misma
La
única
La que
a pesar de los conflictos
Reparte
el amor a bocanadas.
Y
sigue siendo corcel desbocado
Paloma
de alas anchas
Mujer
poro por poro.