ENTREVISTA LOS AZOTES DEL EXILIO NOVELA

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DEDICADO A MIS PADRES

Thursday, October 28, 2010

MI AMIGA DUNIA


MI AMIGA DUNIA



Todo en mi país era un desastre, las personas se afanaba por encontrarle una cuerda sana a la guitarra de nostalgía gigante, pero la única melodía que se podía escuchar eran los gritos de la muchedumbre, enfrascada cada cual en su laberinto de problemas , económicos, políticos y sociales.

Yo me batía día y noche con los detractores de la vida, dede una impotencia increíble, pero segura de qué algún día encontraría la palabra suerte, o por lo menos una tregua a mi infortunio.

Y así transcurrían los días entre contradicciones, antagonismo, sueños rotos y la miseria curtiendo los pechos. La soledad también como mala consejera se pasaba todo el santo tiempo sobre mis sienes destruyendo mis mejores momentos.

Solamente la amistad sincera de Dunia era algo bueno para un tiempo tan desagradable. Nos habíamos conocido en nuestro andar por los talleres literarios, y a pesar de los problemas personales que las dos teníamos, nos quedaba tiempo para hacer un blanco en nuestra obra literaria.

A mi todo el tiempo me estuvieron llevando a la " una mi mula " como dice el refrán popular, pero alguna que otra vez me escuchaban los egolatras del oportunismo y buscando mi quinta potencia dentro de mis ideales políticos, hasta un recital me permitieron, increíblemente en la " Casa Amarilla" único lugar provinciano donde poder descargar lo que tenemos dentro del alma.

A mi amiga Dunia no le dieron esta oportunidad, después de la caída del Muro, ni siquiera le permitían un recital donde poder averiguar su verdadero objetivo político, como estoy segura hicieron conmigo este día que les cuento.

Dunia estaba en baja total. Hacía pocos días se había enfrentado al Dragón de las siete cabezas en la corte de moralistas, y moradores del Imperio de la Simulación. Causa que la invalidó profesionalmente y la confinó al micromundo subterráneo de su papeles por un tiempo.

Después la confinaron a un centro de elaboración donde moldeaba harina como medida de rehabilitación, y que por supuesto aceptó por ser como era ,pues aunque rebelde y obstinada, le quedaba en su imaginación un poco de fe en la justicia de los hombres, la que después de muchos tropezones supo por ella misma había desaparecido de la faz de la tierra.

En este enfrentamiento con la sociedad solamente le quedaron unos pocos amigos, lo demás todo era oportunismo, y gente con el ánimo de no hacer bien por bien, sino a cambio de protagonismos e intereses mezquinos.

Y no fue esto lo que solamente le sucedió a Dunia, , si no que al final del camino sin otra opción decorosa como ella se merecía por su talento y conocimiento, la redujeron a vendedora de pescado por cuenta propia.

Se tuvo que convertir en "Ochin" la protagonisata de un serial televisivo japonés ,que tuvo para poder enfrentar su economía y crisis en China que vender pescado fresco . Por supuesto que esto fue en otro país ,donde dicen que llegó a ser propietaria de unas cuantas pescaderias.

Como es de imaginarse mi amiga en su país nunca cambiaria su condición de vendedora ambulante y mucho menos llegaría a propietaria ,solamente perseguida o multada si la cogían
los inspectores, pues lo hacía sin permiso , y sin pagar impuestos, no le quedaba mas remedio que seguir vendiendo en el clandestinaje de la hambruna provincial.

Mi amiga vendía sus pescados de casa en casa, sin amilanarse, aunque lo que ganaba con estas ventas no le alcazaba para comprar ni lo imprescindible.

Por supuesto que esto lo enfrentó heroicamente, y con una dignidad de admirar, y aunque en algunas ocasiones tambalearon sus nervios, no se sintió sola y abatida por la suerte, porque tuvo la posibilidad de encontrar la fe en los libros bíblicos y en en Jehová y seguir creyendo en la humanidad, poniendo como Cristo la otra mejilla para que se la abofetearan los judas de paso.

Dunia tenía muchas cosas mejor que yo, estas que les cuento y su voluntad para crecerse y seguir soñando . Mientras que mi personalidad rebelde y rencorosas perecía entre las ruinas del pasado, presente y futuro.

Ella amaba desesperadamene a un aviador y se alimentaba cazando unicornios cósmicos para él ,después se los llevaba todos de un golpe a sus oficinas privadas y se los dejaba sin firma para que adivinara de quien eran.

Otras veces se alimentaba con su imagen y su tierna melodía , y así su pecho se llenaba del más puro sentimiento, que aunque platónico le llenaba la fe y la esperanza.


Ojalá yo hubiera podido navegar en una barcaza, igual a la que construyó en sus sueños, pero yo no amaba a un aviador, yo amaba a un marciano demente que viajaba a mil años luz sobre el peor de los imposibles, y quien nunca quiso ser cuerpo, ni voz, ni sangre, ni humano, y aunque ella me alentaba en su búsqueda ,el pesimismo no me dejaba seguir sus huellas y lo dejaba pasar en silencio, aunque muriera en vida, cada vez que necesitaba su cuerpo perfecto y varonil ,sus ojos como dos fuegos sobre mi impotencia.


A mi amiga el amor por el aviador la salvaba de la injusticia de los dromedarios y le daba fuerzas para esperar, aunque fuera por un sueño pecaminoso, o por un anhelo inalcanzable, pero ella en sus ilusiones lo idealizaba, construía y hacía hermoso y con eso podía sobrevivir .

Mientras que yo no podía esperar por nada, ni nadie. Mi carácter hervía de cólera ante cualquier conflicto, y me desbocaba en cualquier esquina de la razón, creyéndome muchas veces dueña de la verdad ¿qué equivocada? .. Yo la Dulcinea de un Quijote que no se atrevía a enfrentar los molinos de viento, y los dejaba soplar hasta llevarse todas mis ilusiones a los más recónditos confines de las posibilidades.Estúpida de mi...siempre buscando a quien me hiriera con sólo despertar.

LOS SUEÑOS DE MARIANELA.

LOS SUEÑOS DE MARIANELA


Mi país se había convertido en una olla de grillos. Muchos perdían la identidad, otros se aferraban al fanatismo, a la huida, al sálvese quien pueda. La mayoría puestos para el negocio, y tratando de buscarse el sustento diario aunque fuera matando al hermano o al amigo, lo importante era sobrevivir de la crisis general que invadía cada hogar cubano.

Pancho Menéndez fiel luchador, según sus anécdotas comenzó a quitar cuanto cuadro de Fidel tenía colgado en la sala de su casa, así como el de él todo barbudo con un fusil cruzado sobre el pecho, que exhibía con orgullo patrio en medio de la mesita de centro, recuerdos de sus hazañas en la limpia del Escambray y si alguien le preguntaba que había sucedido con el mismo, cambiaba la conversación y se esmeraba en torcer su cigarrillo reciclado con cuanto cabo encontraba en sus búsquedas callejeras, o comenzaba a hablar de deportes para evitar dar explicaciones inexplicables.

Ernestina y Sucinda sus hermanas menores, también quitaron sus medallas y diplomas por el deber cumplido, y ahora se dedicaban a enviarles cartas suplicantes a dos sobrinos que vivían en Europa para que se condolieran de ellas y les enviaran aunque fueran unos dólares para poder resolver la hambruna familiar.

Entre estos arrepentidos estaba Gilda la cederista destacada que entregó el cargo pidiendo a la vecindad se compadecieran de su edad y enfermedades, y así lo logró, a los varios meses se supo de su matrimonio con Juan Fermín que se ganó el Sorteo de la Lotería para emigrar y salió del país sin que muchos lo supieran.

Por la otra parte estaba en total cambio un buen grupo de la juventud, la que de un día para otro comenzó a practicar el viejo oficio de las prepagos, esta vez con el nombre de ‘BUSCA VIDAS O JINETERAS” que para los efectos era lo mismo, pero su objetivo principal salvar la economía de la prole familiar, porque de lo contrario tendrían que terminar engrosando la lista de los locos y los muertos por desnutrición.

Ya en las salas de psiquiatría estaban recluidos varios vecinos que jamás se habían sentido ni un leve nerviosismo y al verse sin nada que llevar a la mesa comenzó a escuchar voces y a ver visiones, en caso fue que en un sentí amén pasaron a la lista de los deshabilitados por paranoia crónica.

Fue una época muy convulsiva donde se vio de todo como en botica, incluyendo a mujeres de moral incuestionable y que jamás pensaron en esta vía de escape, pero emigraban a la capital pensando encontrar mejoras salariales, o a un individuo que les ayudara con el hambre que se regaba a diestra y siniestra sin compasión sobre cualquier núcleo familiar.
Dentro de este exilio nacional estaba Marínela una muchacha que todo el tiempo se lo había pasado soñando con ser famosa como cantante pero la corrupción en este medio cultural era tan putrefacto y socializado, que no la dejaban sobrevivir en este campo y la reducían diariamente al ostracismo de su humilde choza provinciana.

Al igual que hicieron con Sora una gran actriz que al envejecer le fueron quitando los papeles principales, después los secundarios, y al final la desalojaron hasta de una jubilación decorosa a causa de la perdida de sus papeles y certificaciones de años dedicados al arte.

Marínela era sobrina de Sora, y había vivido en carne propia la situación tan embarazosa que la llevó a deambular de calle en calle vendiendo baratijas, el café de la cuota normada y los cigarros, para poder sobrevivir por eso no quiso esperar nada en el pueblucho natal, y también quiso secundar a las que emigraban a la capital en busca de mejor vida, pero no dedicarse a jinetear sino manteniendo su moral y principios, resolver una mejor vida.

En la capital pensó que todo le sería fácil, y buscó empleo en diferentes viviendas, cafeterías, hospitales, y otros lugares del cuenta propia que aunque incipiente tenía algunos negocitos abiertos al pueblo.

Pero nada encontró, además nunca fue su fuerte, pues amaba el arte y seguía soñando con lograr algo en algún momento, por lo que aceptó la mala juntera de Doris y Clara que la aconsejaron dejarse amar por algún ciudadano honesto, de holgada posición, que por lo menos tuviera un buen empleo dentro del turismo, o la cultura y que recibiera remesas de Miami. Así a lo mejor con una palanquita podría hacer realidad su preciado deseo
de ser cantante.
Era la única salida al subdesarrollo provinciano y en medio de una opción cero que destruía en pocos momentos a cualquier ser humano por fuerte que fuera.

Vagó por muchos meses de amistades en amistades, hasta que al azar conoció a Esquiso II, un príncipe encantado que a pesar de tener 42 años cumplidos y padecer de una inmadurez asombrosa, ella lo concibió buen hombre y con amplias posibilidades para su futuro inmediato. Además le ofreció ayudarla en sus anhelos vocales y hacerla una famosa artista.

Esquiso era una magnifica oportunidad para Marínela porque estaba integrado a las filas del oportunismo cultural, al igual que sus parientes, que aparentaba una solvencia económica desbordarte, por lo que al enamorarse y comprometerse sin objeciones, todo lo creyó a pedir de boca, y mucho más al ver que la llevó como su esposa a los predios del palacio donde residía con la madre.

En la capital en esos momentos el período especial también hacia sus estragos, aunque en menor escala que en el campo. Aunque la tasa de robos si existía como en todos lugares al por mayor, y las calles de la Habana Vieja se repletaban de vendedores ambulantes como hormigas y hasta minusválidos, ciegos y dementes, ocupaban un lugar de venta en las aceras con sus bisuterías y artículos baratos por su calidad, pero súper elevados en los precios, con el único fin de poder ganar para comer.

Hasta los medicamentos solamente se encontraban en la “Bolsa Negra” porque las farmacias permanecían vacías, incluso a pocas horas de ser surtidas.

Por supuesto que en esto entraba a jugar la mano siniestra de los revendedores que en complicidad con los dependientes de la farmacia despojaban en pocas horas las despensas a la mitad del costo de la venta y así sobrevivían a la hambruna.

Jamás olvidaré la mañana que acudí al médico de guardia a tomarme la tensión arterial y como la tenia tan elevada me recomendó buscar en la calle unas tabletas de meprobamato, porque el no me podía expedir la receta pues en la farmacia destinada a la compra de su hospital estaba en falta total desde que Colón desembarco.

Sin exagerar un frasco de tabletas de meprobamato, diazepan, amitriptilina, o cualquier vitamina entre otros fármacos llegó a costar 20 pesos moneda nacional, aunque esta crisis solamente era en las boticas destinadas al pueblo, porque en las farmacias del área de la divisa se podían adquirir sin dificultad.

Igual sucedía con los inhaladores de salbutamol para los asmáticos, solamente en la bolsa negra y la farmacia en dólares. Esto que les cuento no estaba oculto del mago, y sus compinches. Muchos sabían que solamente así se podían adquirir y se hacían de la vista gorda y no más de una vez se escuchó por las calles capitalinas a pregoneros de medicamentos que no daban abasto con la venta callejera.

También te tropezabas en cada esquina, callejón o calle con millones de maniseros, limosneros, vianderos y para no dejar de vender, vendían hasta plantas ornamentales y medicinales y todas a precio exuberante por encima del alcance del pueblo de a pie.

Los artesanos se reunían en el patio de la iglesia mayor con sus tarimas repletas de variadas ofertas al por mayor, todas también en divisas, solamente para los turistas, y para los que recibían remesas del extranjero.

Todo esto sin tener en cuenta lo que dice la Biblia en MT 21, 12,13 “Mi casa es casa de oración, pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones:…

Muchas de las cartománticas, hechiceras y espiritistas que le habían predicado el futuro a miles de personas al igual que a mi padre en su juventud, estaban internadas en hogares de ancianos, en lapidas olvidadas, o en hospitales psiquiátricos predicando desde sus harapientas camas, la muerte del viento.

Por otra parte todas las viviendas se habían convertido en jaulas, con las puertas y ventanas enrejadas, patios y balcones para evitar la visita inoportuna de los “cacos de moda, ladrón o rateros”, todos graduados en las aulas de la nueva sociedad, dividida en clases y fuente inevitable de la pérdida de valores humanos, ante la crisis imperante y reformativa dirigida por el mago mas cruel que ojos humanos han visto.

Toda esta realidad le provocaba a la pobre de Marínela la peor de las impotencias, pero no podía hacer nada por salirse del medio, pues estaba condenada a malvivir y vegetar quién sabía hasta cuándo en una de esas jaulas, con miedo al sol y a la luna, entre cucarachas, mentiras, mezquindades, robos, enmascarados, coartadas perfectas, desalojos espirituales, y despreciada por toda la palestra real, que realmente era lo único que encontró en brazos de Esquiso II. Pues en medio de todo esto también pudo descubrir su título de Mentiroso a la N potencia, graduado con medalla de oro, y cualquier equivalente.

Había salido de su pueblucho en busca de mojas económicas y sociales, y lograr su anhelado sueño, pero al aceptar su compromiso con Esquiso no tuvo otra opción que convivir metida en una alcoba con sonido ajeno, y donde ni las sombras le pertenecían, y solamente amparada por el sucio y desvencijado cuerpo de este hombre, que ya en este momento se conocía de su Esquizofrenia querulante, y que entre las más increíbles farsas hacia todo lo posible por mantenerla a su lado costara lo que costara.

Nunca supe si por amor, necesidad fisiológica, carencia materna, capricho o el interés a largo plazo, de que algún día la jovencita fuera famosa con su impublicable profesión y poder a su costa abandonar el palacio familiar. Lo único que si puedo asegurarles es que allí se le veía aparentando, y aparentando una relación que nunca dejó de ser una gran comedia hasta para ella misma. Y lo único que pudo cantar y eso a media voz bajo la regadera fue el manisero.

Aunque nada de esto a ella le importaba, porque este demente le llegó en el momento en que su único objetivo era poder camuflagearse tras la corona de princesa que le ofrecía su majestad Esquiso II y aparentar delante de su familia y amistades ,que había alcanzado la gloria y pudieran vivir tranquilos y amparados por su supuesta buena suerte.

Como ven esta mujer de supuesta moral convencional también había perdido los valores humanos y el respeto a si misma. Pero tenia que seguir, porque la realidad era que desde su huida a la capital para sus padres la vida cambio.

Su hermana les había dejado a los padres la mínima y mísera chequera de su jubilación, además de enviarle todos sus esfuerzos. Mientras ella hacia lo posible y lo imposible por sufragarle casi todas las necesidades aunque fuera con las sobras y los deshechos que botaban los propietarios de palacio.

Entonces para ellos comenzó a parecer diferente, mucho más culta, más joven, más concisa, y objetiva, aunque nunca se percataron que lo único que estaba era mucho más loca, la agasajaban en cada visita como si fuera la reina Isabel.

Algunos vecinos la miraban como un ser de otra galaxia y los que no le hablaban comenzaron a tratarla, y a recibirla con bombos y platillos acosándola a besos y abrazos en cualquier esquina, mientras ella se miraba de arriba abajo buscándose la diferencia.

Otros le planteaban sus necesidades más precarias, como si tuviera en la mano la vara mágica que con tocarla solamente resolvía los más difíciles problemas.

Nazarita y Casimiro su hijo, vecinos de los padres de esta muchacha, le pedían que les llevara zapatos y ropa. Otros de la misma provincia se pusieron bravos porque no les llevaba un regalo cuando iba de visita.

Pobres hombres y mujeres de su pueblo aguerrido, que ninguno supo nunca la verdadera situación que la embargaba y creían que porque había cruzado el puente del campo con la ciudad se le habían llenado los bolsillos de divisas.

Ni siquiera sus padres que pensaban, que porque cuando iba a verlos les llevaba todas las requisas de vestuario que hacían en palacio y recogía antes de que llegaran al basurero ,además de no contarles de donde provenían ,porque nunca nadie adivinó el dolor que llevaba a cuestas ,ni siquiera todas las maromas que tenía que hacer desde su posición plebeya para que Esquiso II en su afán de hacerse notar por su complejo de superioridad la ayudara a conseguir algunas migajas y prendas de vestir entre la prole real.

Esto sin contar la veces que tuvo que burlar la policía y de vez en cuando para hacer algún dinerito y podérselos llevar, vender a escondidas algún pomito de dulces que resolvía a un precio y revendía a otro.

Hasta en ladrona se convirtió, esperando que Esquiso durmiera para sustraerle del bolsillo algunos kilos, los que reunía, a duras penas y después enviaba a través de un giro a sus familiares.

En esta situación permaneció por mucho tiempo, drogándose la conciencia, la realidad y el cuerpo, hasta que logró encontrar un buen remedio para su soledad, mientras hacia votos a los santos de los libros y se cubría con las hojas de la yagruma o los laureles de la calle principal por sentir alguna caricia afectiva.

A veces hablaba a solas haciéndose las mismas preguntas sin respuestas. Otras regresaban a su afición por las probabilidades y donde siempre guardó su amuleto de diosa de la estupidez y la mala suerte.

¿Pero a quién podía culpar de tanta desmesura. Quién la podía salvar del nuevo laberinto? , tal vez el peor de todos.

¿Cómo tan pulcra en su intimidad, tan celosas con su cuerpo, y costumbres, podía aceptar que Esquiso II se bañara cada cinco o seis días, tras muchas insistencia, sin estimularse con los aromas y las cremas olorosas que poseía para el baño real.

Que no se cepillara los dientes como es debido con las mejores pastas traídas de otros lugares del continente, y no sintiera vergüenza de mostrar a cada instante en su sonrisa lobuna sus mal cuidadas encías, moradas y verdosas, putrefactas y malolientes.

Muchas veces se preguntaba si ella también estaba tan perturbada que aceptaba aquello o simplemente había caído en uno de los estados de la inconsciencia y no lo sabia.

Pero todo estaba muy claro, eran el cúmulo de necesidades sobre su cabeza, la fobia hogareña, toda su verdad como daga punzante, y no tenia otro remedio que continuar imbuida en su ceguera cómplice.

Lo cierto era que veía y no veía, aceptaba y no analizaba y lo pero de todo ocurrió cuando una noche entre las penumbras de la lámpara del cuarto matrimonial se dio cuenta de la verdadera raza de Esquiso II, de su suciedad interna y externa, de lo metalizada que tenia la conciencia y los sentimientos.

Y aun conociendo todas esas cosas de vez en cuando lo dejaba hacerle el amor como una maquinaria embarrándola con su sudor pestilente. Mientras ella se pensaba la peor de las mujeres, la más prostituta y denigrante.

Otras veces se le veía como la peor de las fieras y a zarpazo limpio evitaba los acosos de Esquiso II en resto del tiempo huía como una fiera desvalida.

Así de guerra en guerra con la convivencia, los días transcurrían para ella como garfio sobre su piel, sus arritmias y sus hipertensiones. Le dolía los pies, el hígado, el estomago, todas las vísceras y así cayó en un sin numero de depresiones al extremo que el estado de evasión la llevó a la neurosis y de esta a vivir oculta en los umbrales del peor de los silencios.

Así también se hizo cómplice de las paredes y de un llanto incontenible, añorando el beso que nunca llegó, la palabra de consuelo, o la comprensión del verdadero príncipe que viniera a salvarla de tanto desamor.

Ante tantas noches de desvelo descubrió que solamente era dueña de una inmensa soledad, y esclava por no se cuantas veces de una corte real perversa y repugnante, donde el interés era la única fuente donde se podía beber y los sentimientos los creaban los billetes, al igual que la moral y los valores humanos.

Se sentía esclava una y mil veces de los que tenían menos moral que ella, y lo peor de todo no podía regresar a su terruño porque su misión era resolver la hambruna de su familia

No era jinetera pero no dejaba de serlo de una forma menos publica y aparentando un matrimonio que no existía. Un amor que no sentía, una convivencia que le ponía los nervios en medio del patíbulo diariamente.

Ahora si se sentía loca, totalmente loca, tanto como los que conoció a su regreso del África en el hospital psiquiátrico en la sala de los crónicos del hospital psiquiátrico.

Ella la que resistió millones de vituperios, la que nunca dejo de tener un nombre propio, se había convertido en Esquisa III, tanto como el que le daba abrigo aparentemente a su infortunio

Mientras ella se ahogaba en su verdad el país seguía derrumbándose, el hambre agrietando la tierra y los ojos, y como único consuelo solamente podía hacerse un cóctel con vino de conformidad y calma y bebérselo hasta la saciedad, mientras sus blanquecinas y turbadas sienes rogaban por un poco de paz para su espíritu.

Muchas veces le fue infiel al silencio y dialogaba con los espejos mientras su majestad Esquiso II se comía las uñas y blasfemaba frente al televisor hasta de sus muertos.

Esquiso II tenia la virtud de ser un robot programado solo para los intereses, de lo contrario permanecía la mayor parte del tiempo sobre su lecho con olor a estiércol

.Decía que durmiendo reactivaba sus baterías y tenia mayor fuerza para en el momento menos esperado soltar al aire toda su parafernalia mediocre y agresiva, rellenita hasta los topes de autosuficiencia e impotencia.

Cuando esto sucedía se disparaba como un rayo láser y destruía su propio palacio sin importarle las consecuencias, pero era su forma, su salvación tal vez y su carácter lo hacia sentirse mejor y superior a los de su especie.

Al principio la muchacha no podía comprender el por que de sus arranques sorpresivos y su falta de dignidad y aberraciones.

Por suerte no le duro mucho la incógnita. Un día supo que había sido educado para esos fines por su alteza, la más privilegiada en las cortes de la trampa y el chantaje.

Neurótica y Mezquina a la N, vulgar y egoísta a la quinta potencia, además por el rey de la Manipulación y la soberbia, equivocado, prepotente y tan grosero y egocentrista como lo era su retoño.

Sus parientes más cercanos eran príncipes y condes del oportunismo disfrazado y con lenguas de doble filo.

Así como sus tíos y primos los cuales se escudaban tras el linaje y abolengo real se pasaban todo el tiempo escupiendo por el colmillo y conquistando bienes ajenos. Aunque las malas lenguas decían que la mayoría de sus bienes eran producto de la sustracción indebida y el robo encapuchado y apadrinado por socios de su misma estirpe.

En resumen toda la familia real estaba integrada por grandes personalidades de la carpa del más conflictivo circo humano y fieles cumplidores de las felonías sin escrúpulos contra sus semejantes, pero increíblemente sobrevivían, activos y dispuestos al próximo golpe.

Lo mismo invadían la privacidad de una billetera, que despojaban a un anciano de la corte, que lloraban junto a la victima, por eso como dice el refrán “el ladrón piensa que todos son de su condición”, se pasaban todo el tiempo sospechando hasta de su sombra.

Por eso Esquiso II era así aunque lo disimulaba inteligentemente para que sus proyectos no fueran a parar a la ruina.

Todas estas cosas ocurrían dentro del Palacio Real donde por suerte ,desgracia o una mala jugada del destino esta jovencita fue a vivir junto al Príncipe de la Esquizofrenia, por eso se resignaba a ver , oír, y callar .

Muchas veces se pensó muda y para salir de la duda se profesaba casi en un susurro pequeñas palabras, otras emitía aullidos ligeros para comprobar sus cuerdas vocales.

Una vez se traslado hasta un parque muy apartado de la vecindad y grito desaforadamente. La gente la miraba, pero ella disimulo como si alguien la estuviera llamando desde un balcón lejano, después se hecho a reír a carcajadas de ella misma.

¿Cómo fue posible que esta muchacha tuviera que llegar a tanto , por qué continuaba allí, entre aquel infierno mafioso peor que el de su hogar provinciano. Pero estaba segura que solamente tenia dos opciones esperar por la visita del hada madrina, el cambio político o el Armagedón para poder resolver su controvertido problema existencial

Sunday, October 24, 2010

A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante... Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.

GOLPE DE MAR.


Créeme

Aún me queda tiempo

Para amarte desde lo más profundo

Me quedan fuegos

Que no hubo niebla que pudiera apagar

Me queda una inocencia absoluta

Besos enloquecidos

Y un repicar de campanas pecho adentro

Para hacerte viajar sobre orgasmos y gritos

Créeme

Que a pesar de mis décadas

De sueños derrumbados

Y golpes a mansalva

Me siento lumbre

Cuando siento tu boca derramarse

Y tus manos en vuelo perfecto

Perderse sobre mis lugares más remotos

Créeme

Amor que llegas a sostenerme el mundo

Que me apego a tus formas

Como una loba hambrienta

Porque no hubo nunca olores tan intensos

Que navegaran como tú mis intersticios

Créeme

Tierno amante de noches incontables

Me haces sentir

Golpe de mar

Buscando refugio entre tus costas.

Wednesday, October 20, 2010

NORMITA LA HIJA DE MARILUZ



Muchas fueron las cosas que sucedieron en la isla cuando allá por los años noventa el período especial azotó la economía del pueblo.

Todo fue terrible, como para recordar de por vida, incluso después de la despenalización del dólar se perdieron aun más los valores humanos y dentro de ellos se encontraba la juventud, la que dejó de tener opciones recreativas, pues todo paso al área de la divisa, provocando esto que la inexperiencia de a pie, (bajos recursos) tuviera mucho más tiempo libre para los malos pensamientos, los que llegaron a ser tan macabros que cuando una piensa en ellos se horroriza.

Y esto ocurrió, porque no todos se adaptaron a encuadrillarse frente al televisor sábado por sábado en espera de un buen filme, o programa de participación. Pues en Cuba se adolece mucho de este tipo de entretenimiento, ya que la programación se rige más por patrones de corte ideológico y político que a refrescar y entretener las turbadas mentes.

La otra opción que les dejaron fue la acera a la que acudían llenos de abulia, y entre un ensarte de mentiras piadosas y no piadosas se iban inmiscuyendo en el cruel excentricismo que muchas veces los llevó al alcohol y la drogadicción.

Otros de estos jóvenes encontraron una buena distracción en el sexo, el que cogieron como hobby, sin amor, ternura, condiciones o conocimientos en educación sexual, así se les veía sin protección ni sentido deambulando por la vida.

Supe de infinidad de casos que utilizaban los albergues estudiantiles como posada, donde unos velaban a los otros, y en las mismas literas donde dormían, practicaban su sexualidad inexperta y torpe, la que no más de una vez condujo a adolescentes femeninas a la frigidez incurable y al vaginismo, todo producto de las manipulaciones sin imaginación ni conocimientos en este campo tan complejo en la pareja.

Esta práctica también provocó que los varones se convirtieran en maquinarias sexuales, y en machistas empedernidos.

Normita la hija de Mariluz mi vecina fue una de las que engrosó las filas del jineterismo, por miseria y por engaño. Su necesidad e inmadurez se conjugaron para ser presa fácil de un momento de desespero.

Una mañana de noviembre bajo un intenso frió, la vi muy tempranito recostada a la verja que daba paso al portal de la vivienda donde residía con su hermana menor Zoraida y su madre Mariluz.

Me le acerqué preocupada, preguntándole qué le sucedía. Primero me dijo que nada, después decidió contarme con pocas palabras, que necesitaba un vestido nuevo y un par de zapatos para asistir a una entrevista de trabajo, pero no tenía dinero para comprarlos.

No comprendí bien su respuesta, pero le seguí la conversación para obtener mejores datos de la entrevista, pues ella solamente tenía quince años, y no era posible pues debía tener diecisiete para comenzar a laboral.

A los pocos minutos del intercambio de palabras me dijo que un taxista que trabajaba en el hotel y muy amigo de un extranjero que tenía un negocio de fotografías para un revista europea le había ofertado un trabajo por 100 dólares la noche, que solamente era posar para unas fotos en trusa más o menos por dos horas, pero que si no iba presentable no le darían el empleo.

Le pregunté que sí su mamá sabía de eso, y me contestó afirmativamente, aun así pensé que era mejor yo misma decírselo y aconsejarla de las posibles complicaciones del asunto.

Por lo que fui de inmediato a casa de Mariluz y se lo enfoqué de forma inteligente, pues aunque teníamos confianza suficiente para tratar cualquier situación, sabía de su escasez mental, y de las necesidades perentorias que flagelaban su hogar.

Mariluz mucho más entusiasmada que la hija me afirmó que la oferta era un negocio redondo, después me relató los por qué y por cuánto de la trama y hasta me afirmó que su muchacha tenía condiciones para modelo, además muchas chicas se casaban con extranjeros y se iban para otros países, y quien quitaba que su niña le gustara a los dueños del negocio de fotografías y ahí encontraba su futuro, con intentar no perdía nada y la suerte era loca y a cualquiera le tocaba.

Después me comenzó a poner ejemplos, de que si Julita y Martica, eran modelos en México gracias a la ayuda de un mexicano que vino de visita y las conoció por casualidad.

De que si Olga se casó con un francés, que si Lourdes la mantiene un alemán, en fin tantas cosas me dijo que no sabía ni como convencerla del peligro que podía estar corriendo su hija.

En parte lo de modelo de ser cierta la oferta era posible, quince años recién cumplidos, alta, delgada, de buen cuerpo, pelo negro largo, ojos verdes, coposas pestañas, y un cutis suave como una rosa, pero lo que no comprendía Mariluz era que a pesar de todas estas cosas tenía muy corta edad, experiencia y sabiduría para enfrentar la manada que se le avecinaba.

Normita llegó en el momento menos esperado de la conversación, y con mucho ímpetus me pidió que no me metiera en sus asuntos privados, que ella hacia con su vida lo que le viniera en gana, que yo era una envidiosa. Todo esto acompañado de una avalancha de palabras obscenas.

Pues bien, nada se podía hacer en este caso, y si ella lo aceptaba junto a la madre, mucho menos, además me di cuenta perfectamente que el factor dólar había aturdido las entendederas de estas dos mujeres, por lo que decidí regresar a mi hogar y no volver a meterme en problemas de nadie.

Pasaron varios días de este incidente cuando una mañana sentí unos fuertes gritos de auxilio que venían de la calle. Así fue como supe de la muerte inesperada de Normita, había ingerido gran cantidad de salfumante y psicotrópicos para que su expiración fuera segura.

En el sepelio Mariluz me contó con detalles todo lo sucedido en el negocio redondo. Al fin el mismo taxista, consiguió el vestido y los zapatos, así como un montón de alhajas propias de la ocasión y se fue para el debut en horas de la noche.

Allí tuvo que posar desnuda por más de cinco horas de tomas fotográficas y de video, después tuvo que realizar pornografía con tres hombres y dos mujeres, el final fue ser violada por el dueño de la acción, que antes de pagarle los 100 dólares le dijo que si no se dejaba hacer el amor no le pagaba lo acordado.

Normita había caído en un negocio de tráfico de sexo el cual desquebrajó su inocencia y psiquis. Había sucumbido por necesidad económica en las garras de un taxista proxeneta que resolvía la suya a la caza de los extranjeros que viajan a la isla en busca de muchachitas incautas, con el objetivo de acumular fondos para sus bolsillos y calmar sus aberraciones a bajo costo.

Lo cierto fue que Normita después de enfrentarse a la jauría y cobrar los 100 dólares acordados, no tuvo más salida que el suicidio.

La muerte de esta muchacha me puso los pelos de punta y la ira en el superlativo. Era increíble pero cierto como el día y la noche, que la mayor parte de la juventud de mi país, sumida en la indiferencia, y las necesidades, tambalea en la cuerda floja de la peor de las soluciones.


REMEMBRANZAS A LA CUBANA




La situación económica, la escasez y el supuesto bloqueo agudizaban la miseria en todos los hogares de mi país.

Había caído el muro que nos sostenía y estábamos obligados a regresar a la edad de piedra .

Las necesidades nos invadían por dentro y por fuera .No había nada, no quedaba nada, entre ello el combustible para cocinar lo poco que se encontraba en la bolsa negra.

Por orden superior se habían cerrado todos los mercados donde se adquirían fuera de la canasta básica algunos productos para combatir la hambruna.

Los productos normados no llegan en tiempo a los comercios destinados para su adquisición. Tampoco en los comercios industriales habían calzados, ni ropa de vestir y lo peor de todo la enfermedad invadía a niños y hombres, y se veían caer a diestra y siniestra ante la falta de medicamentos.

Muchas muertes sucedían a diario, muchos niños quedaban en el campo por falta de un antibiótico, o un suero de glucosa y todo esto se unía a los constantes apagones por más de ocho horas ante la falta eminente del petróleo.

Las calles en penumbras expuestas a los malhechores, a los necesitados, y a aquellos que no sabían esperar por el tiempo y preferían perder los valores humanos con tal de sobrevivir de la época y sus consecuencias.

Así fue como la mayoría comenzó a hilvanar la maldad y el descarrió moral.

La propaganda era lo único que se mantenía sin cambios y los autos de los protegidos de la suerte, eran los únicos que circulaban llenitos de combustible a pesar de la terrible escasez de todo.

Así se veían transitar con el privilegio reflejado en sus rostros gorditos y relucientes, cuando pasaban por delante de los miserables de la tierra, no de otra tierra sino de la misma que los vio nacer y sin importarle los callos que acumulaban en sus pies cansados de vagar bajo el sol sin encontrar un trasporte que los llevara hasta el lugar de destino.

De igual forma se veían a mujeres con niños en brazos acumulando sol en sus harapos y sangre en el alma, y a ancianos casi sin vida, al igual que a hombres sin suerte, todos a pie, mientras los magnates privilegiados de la tierra andaban como si nada en sus lujosos automóviles de último modelo, con cristales oscuros, aire acondicionado y la música estridente a toda voz, para no sentir el grito del pueblo que moría de todas las carencias, las veinticuatro horas que dura el día.

Una de las salvaciones estomacales que más se puso de moda, fueron las infusiones. Estas resolvían la afluencia de los jugos gástricos cuando se ponían a mil por hora ante el hambre y el desequilibrio nervioso.

Lo mismo se hacían con jengibre, caña santa, Hoja de naranja, tila, romerillo, flor de España, dormidera, o cualquier hierba que estuviera al alcance del hambriento, lo importante era sentir algo caliente en el frío estómago.

Sin exagerar, no quedó ni un sólo hogar que no tuviera de día o de noche para él y los visitantes una rica infusión de cualquiera de estas hierbas y muchas veces endulzada con miel de abejas, porque hasta el azúcar a pesar de ser un producto nacional llegó a escasear, y con este salvavidas, la gente comenzó a inventar otros productos para la supervivencia de ellos y la prole familiar. Por supuesto que de forma clandestina, pues al que cogieran en el brinco iba a parar a la cárcel.

Así aparecieron las inolvidables recetas de picadillo de cáscara de plátano verde bien sazonado, el bistec de hollejo de toronja entomatada o empanizado, también el bistec de colcha de trapear reblandecida en olla de presión, para que fuera más digerible.

El mango frito aparentando un plátano maduro, el gofio preparado con puré y suficientes verduras, cuyo plato suplía sin ningún tipo de diferencia al bistec de carne de res. Y así sucesivamente fuimos olvidando la real existencia de estos productos cárnicos, vedados para la mesa de los de a pie, y destinada exclusivamente para extranjeros y dirigentes miembros de la nomenclatura gobernante.

Por supuesto que esta miseria de que les hablo, no llegó nunca a personas blindadas. Esta gran miseria se quedó en la clase humilde, en la más oprimida, en el pueblo.

Muchas historias como estas surgieron entre los años 92 y 93, dos de los más difíciles de la catástrofe económica.

Muchas anécdotas siniestras producto a la gran necesidad de alimentos y otros productos de primera necesidad surgían de la creatividad de las personas de esta tierra que con su deseo de resolver se volvieron importantes científicos culinarios y no culinarios de la penuria.

Lo mismo inventaba un plato fuerte, que blanqueaban la ropa con jugo de pepino, que lo utilizaban como detergente.

Al igual que lavaban con pasta dental, bicarbonato de sodio, hojas de mangle , pendejera, jabalina o cualquier otra hierba silvestre que al contacto con el calor produjera algún beneficio limpiador ante la fuerte crisis existente en el país, entre ellos los productos para lavar.

También se supo de personas que vendían pizzas, revestidas con condones derretidos ante la falta de queso, y los ponían en la masa con colorante de tomate y suficiente sal para evitar ser descubiertos, y como las personas se las comía por hambre, no advertían el sabor, ni el olor, ni se imaginaban que se estaban comiendo un condón o preservativo entomatado.

En otros restaurantes clandestinos, vendían trozos de tuna reblandecida a fuego lento y después empanizado con abundante cebolla. Esto sin contar la carne de perro, gato, o cualquier animal doméstico o callejero, ofertada como fricasé de conejo, todo muy bien acompañado por una nueva línea de bebidas alcohólicas de procedencia artesanal y dudosa que no más de una vez condujo a la muerte a decenas de consumidores y que todavía recuerdo las llamaban, azuquin, guachipupa, guarfarina, alcoholifan matapenas y muchísimos nombres más, todas producidas y comercializadas en los mercados negros, los de la necesidad ,los de salvavidas y la perdida de valores.

Con toda esta situación económica y social embatiendo de norte a sur, y de este a oeste, comenzaron a agudizarse los destierros masivos y el mar muchas veces se volvió loco ante la cantidad de hombres, mujeres y niños que se lanzaban a llegar o a morir.

Muchos quedaron sepultados bajo las fuertes olas, o en los estómagos de los tiburones. Otros llegaron sin aire y con el pecho agrietado de tanta ausencia
Los hogares se dividían, y la ideología comenzó a patinar en los cerebros de aquellos que aun confiaban en un futuro mejor.

Nunca se me olvidara aquella tarde de invierno cuando vi. a Lucia mi vecina repartir sus desvencijados sillones, su mesa con tres sillas construida por Pepe el cabillero, la humilde cama con su colchoneta con mas huevos que un famoso colador, quitar de los clavitos dos cuadros y dos diplomas ganados por su desempeño en las letras infantiles, las cazuelas llenas de tizne y abolladuras ,los cuatro trapos con que se vestía y comenzar a repartirlos entre los pocos vecinos que le dirigían la palabra, porque para el resto era una escoria, una gusana, la peste misma, tan sólo por no estar de acuerdo con las leyes del Mago, y querer irse en busca una vida mejor.

Quizás para otra persona hubiese parecido un acto ridículo, aceptar como regalo aquellas baratijas, pero para mí que todo lo analizaba, no era más que un acto normal de un país donde existen lugares donde se vive como mendigos, y aunque Lucia tenía muy poco para dar, muchos de sus vecinos tenían menos que ella.

Lucía era una buena mujer sin familia ni hijos pero valiente y honrada y una de las mejores escritoras infantiles que he conocido sin menospreciar a nadie.

Se la había pasado toda su vida escribiendo sus cuentos infantiles y sus poemas para la radio local. A veces le pagaban, otras le decían que no había fondos, pero ella seguía escribiendo en su desarticulada máquina de escribir herencia de su padre.

Muchas veces fue premio nacional en literatura infantil, pero los obsequios no pasaban de un cuadro, un diploma o invitarla a comer a un restaurante de mala muerte.

Indudablemente su obra era muy buena, pero su suerte muy mala, y aunque sobresalía por encima de los demás escritores de su género, no tenia ni amigos ni figura, solamente corazón y sentimientos. Pero eso no valía dentro de la palestra literaria.

Su figura regordeta y su paso cansado daban la imagen de un hipopótamo en pura faena, sin embargo nunca faltó en su humilde hogar una de las infusiones que les habló, ni una sonrisa para el recién llegado. Todo esto sin hablar de su talento, e inteligencia para las letras y llegarle a los niños con un amor inigualable.

Por eso un buen día, pensó que su vida podía cambiar y decidió salir de su realidad y buscar mejor camino.

Su decisión fue mal interpretada como todo en mi país, y la expulsaron de la radio, la expulsaron de las tertulias, la expulsaron de la vecindad. Pero aun así, ella repartió lo poco que tenia entre los que a pesar de los prejuicios continuaron dándole los buenos días y deseándole suerte.

Un catorce de marzo se le vio salir de su tierra y exiliarse en otro país para que los trompetas y el escudron de represivos no la siguieran persiguiendo día y noche por sus ideas liberales y su anhelo de un futuro mejor.

Quien no vivió esta época no la puede comprender a plenitud, incluso sospecharía de su veracidad, pero todo fue tan cierto como lo relato y quien la lea si la vivió estará feliz de que se la cuente a los que no la conocieron.

PERDONADME



PERDONADME

Perdonadme si ofendo
Perdonadme si digo

Perdonadme si me aferro a esta cuartilla
Para calmar el escarmiento y el destierro

Pero tengo una incertidumbre terrible
Una existencia terrible
Una catástrofe como madre y abuela

Una incomprensión que lacera mi bilis.


De nada vale mi intensidad
Ni mis musas

Ni mi impulso por encontrar la perfección
Si vivo en medio de un pasado y presente
Que ya me queda estrecho

Difícil

Incómodo
Que no quepo

Pero se empeña en adherirse

Sálvenme de este río de fracasos
Déjenme un poco de devoción

Y perdónenme esta forma de ser tan contagiosa

Esta forma de vivir sin contraseñas
.


QUIEN



QUIEN

Quién me iba a decir
Que estaría predestinada
A tantos miedos
Sin amigos
ni cielo
Y tratando de quitarme de un sorbo
Esta angustia que quema

Quién me iba a decir que sin ti
Todo era grave
Turbulento y vacío
Que por mucho que hiciera
No aparecería entre candidatos
ni condecorados

Que mi literatura era impublicable
Aunque fuera reflexiva y humana
Hablara del amor
O de la noche

Quién me iba a asegurar que en esta ciudad
Usaría zapatos defectuosos
Ropa usada
Y otras donadas por los muertos
Que mi corazón seria una estopa
Y cuando tuviera sed
No encontraría el agua

Que soñaría con encapuchados
Disfrazada de monigote y niña

Quién me iba a decir que tanto fango
Iba a entrar por mis pulmones
La asfixia sería mi destino
Y la oscuridad mi mundo.


TODO SE QUEDO




TODO SE QUEDO

He convertido mis quimeras
En fabricantes de inmensas taquicardias
El amor se quedó
También los versos
Ya no me sale nada
Solamente un escuadrón de sapos y culebras
Un afilado diente
Y un estribillo Paranoide

No soy más que una mujer desconsolada
Que llora en los compases de un mal día
En un cajón que le han llamado casa
En un horrendo cuarto
Que me sabe a esclavitud
Y me condena.

Todo me sabe amargo
Ni brisa sopla en mi pequeño mundo
Tengo un desastre de pasado
Que repercute
A toda hora

Me siento en un campo de batalla
Sin salvador
Ni piedad
Solamente escucho toques a degüello
Y un montón de blasfemias estocándome.


Monday, October 11, 2010

DISIMILES RECUERDOS


Cada vez que miro al espejo

Descubro la enorme oscuridad que me dejaste

El dolor haciendo travesuras

Destruyendo lo puro a contrapecho

El tiempo en su constante estadía

Me lleva de la mano sin cansancio

La ausencia de las cosas más queridas

Me turba la mirada y me aprisiona

Si supieras del eterno paradigma

Anidando los azogues de mi alma

Mi afán de continuar

Y la realidad poniendo zancadillas

A veces pienso, otras solamente me imagino

Mutante y descolorida

Llena de deseos putrefactos

Mis cactus y mis rosas todas secas

Y el amor como cruz sobre los hombros

Disimiles recuerdos se amontonan

Cuando siento este cielo

Caer sobre mi rostro

Y mi vida convertida en un centavo.

Sin saber en qué momento encontrará

La puerta.