ENTREVISTA LOS AZOTES DEL EXILIO NOVELA

SEGUIR...

TRADUCTOR

DEDICADO A MIS PADRES

Tuesday, July 19, 2016

LOS OJOS DE LA NOCHE ENTRANDO A UNA MUCHACHA




Aún queda una bruma  del color del recuerdo

Los ojos de la noche entrando a una muchacha

Llena de sortilegios, y príncipes andantes.


Nadie sabe su nombre

Nadie sabe su suerte

Solamente un gemido

Se escucha entre las olas

Y resíduos de lágrimas

Dispersos por el aire


Esa muchacha pacífica y amarga

Lleva un amuleto

Del tono de los ángeles

Una corona de sueños

Entre siete candados

Huidizos y torpes

Nadie sabe quién es

          
Pero  si alguien 
Se empeña en encontrarla

Su nombre es soledad

Y se oculta en mi alma

SOEZ Y COBARDIA



Entraste
Sin pedir salvoconducto
Ni postrarte de rodillas

Solo una mirada
Y ya estábamos encadenados
Rumbo a la eternidad

Comenzaron de prisa
Los apapachos verbales
El fuerte abrazo
Interminables horas
Animadas y carnívoras

Qué más podía hacer
Si soy de piel y huesos
Con mil siglos almacenados
En castillos de quimeras medievales
Y tú venías del Oriente
Con alforjas de devoción

Por eso no acepto
Los búhos ni el desdén
Junto al cuenta millas de culpas

Entraste
Y eso bastó

No quieras condenarme
Con motivos inanimados
Haciéndote el confundido

Llenándome de fantasmas
Para meterme en solitario
Por desequilibrio pasional

Eres y serás tan cierto
Como los prejuicios
Que te escoltan
Llenos de soez Y cobardia

Sunday, July 17, 2016

TU MEJOR VIRTUD





Tu mejor virtud
Destruir el espíritu
Sacarle  jugo a la maldad
Con el orgullo a flor de piel
Ofertando humillaciones
Que copulan con espanto


Sin importarte si la luna deja de brillar
O comienza la lluvia a dentelladas


Sólo te importa
Saciar tu sed
Con malsanas piltrafas
Debutando en carpas prohibidas
Hundido por completo en el desorden
Del vicio


 Vivir al garete

Desemplumando vanidades
Lanzando disparos a mansalva
Porque no todos mis  atributos
Son frescos y lozanos
Ni tienen una inscripción de los años ochenta


Qué más quisiera yo
Que no sufrir el disparate
Ni anidar esta fiebre atardecida
Que perdura
 Y no es esquizofrenia

 Es sentimiento puro
Tumulto de sicomoros
Aplastando el pecho
Pero tú no tienes alma para verlo.