ENTREVISTA LOS AZOTES DEL EXILIO NOVELA

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DEDICADO A MIS PADRES

Wednesday, April 18, 2007

POEMAS

POESIA



ADELA SOTO ALVAREZ.


FANTASMA QUE CUPULA

Hoy descubrí un fantasma
Bajo el disfraz que llevo
Sin aceptar si muero o vivo…todavía
Y su presencia es tan sólo el residuo
De una mala jugada
La insurrección de mis ojos de trópico
O su mezcla inconclusa

Entonces me refugio en cualquier mascarilla
Reconstruyo mis desvastados muros
Y busco en los retratos mi antigua arquitectura
La enorme galería de exquisitos bocetos

Pero el fantasma me sigue
Se mete en mi locura
Se mete en mis trapos
Y en la lluvia que rueda

Y lo detengo en vano
Pues me quiere seducir
Con sus sequitos reales

Y se queda y me duele
Me hostiga y me penetra
Como los soldados de un castillo imperial
Y yo soy la marioneta que cuelga de sus hijos

Entonces me repleto de la santa paciencia’
Y trato de saber el por qué me seduce y asedia
Pero sólo lo compruebo al ver las flores secas
Tentadas a aceptar los requiebros del viento

Entonces me aseguro
Que mi cuerpo es un fantasma
Que alza su copa al brindis
Y mira como el agua se le va entre los dedos
Mientras su cuerpo se vuelve una novicia trémula
Al sentir que el otoño y la melancolía
Le cortaron las alas.

EL ESPEJO

Estas como Polifemo
Con tu ojo luminoso
Expuesto en cualquier sitio
Para muchos la fuente cristalina
Para otros el aviso final

Nadie puede evadirse de tu voz justiciera
Cuando se te antoja ser fiscal implacable
Desde tu oculta cámara
O inundar sin compasión los ojos del vidente
Cuando le escupes a mansalva
Que no tiene refugio
Donde ocultar tantos copos de nieve

Tú construido quién sabe cuántos siglos
No sé si por decreto o tal vez por piedad
Te has vuelto el más temido de nuestros confidentes
El vocero perfecto
Para las estocadas y los gritos de pánico

Tu empecinado azogue que nunca nos das tregua
Constante centinela que agredes nuestro rostro
Con el más real reflejo.

CONFINADA AL SILENCIO

Me tienen confinada al morboso silencio
Lleno de privilegios y cantos medievales
Y eso que más me importa
Si no tengo la musa
Mi libertad y mis alas
Si es de noche y no llueve
Y mis ojos se espantan de tanto repetirse

Una alondra de un golpe cae muerta y la siento
Tal vez como a un portazo de los que más nos duelen
Y la cubro con los destellos de mis manos cansadas
Sumida en el espejismo de su pequeño cuerpo

Y desde aquí la miro como a la primavera
Que va sin detenerse mientras su voz se apaga
De repetir mí nombre en un idioma extraño

¿Dónde está la alondra que se cayó en mi puerta?
¿Dónde fue con su cuerpo de metal tan perfecto?

¿Ella vino a buscarme, trajo un salvoconducto?
¿O fue mi optimismo sujetado a una tabla?