A quién le digo que estoy a punto de la muerte
Sin capacidad ni oxígeno
Para continuar sabiéndote a distancia
Cuando realmente estas tan cerca
Mis manos se extienden a la nada
Y busco tu mirada para calmar el frío
Pero la soledad aleja tu silueta
Y comienzan los espantos
A mostrarme trigales en apuros
Ternuras en sal muera
Azules enrojecidos
Donde mi grito no llega
Y comienzas a dolerme como nada
Expensa al viento y a su olvido
Este dolor tan hondo
Trae a mi imaginación paisajes taciturnos
Barcas ancladas entre temblores y tristezas.
Y me siento huérfana
Ondeando un amor de mentiritas
Con tus besos guardados
Imaginándote la gloria
A quién le digo que estoy a punto de la muerte
Sin antídotos ni intermediarios
Desnuda y frágil
Anhelando la última frescura
Tu cuerpo manso y fiero
Apretado a mi incitación eterna
A quién le digo que estoy a punto de la muerte
En este aposento fugitivo
Donde solo veo penas y nieblas.
Un cálido sol cernido sobre la nada
Palabras fulgurantes que despiertan mi imaginación
Y la vuelven a encerrar
A pesar de qué continúo vulnerable
Anhelando tu caricia cómplice
Desposeída de pasados
Sintiéndome intacta
Pura
Blanca como l arcilla plegada de inocencia
Y entro en ti
Con la piel expuesta
A quién le digo que estoy a punto de la muerte
Muriendo de dolor y de vacío
Cómo hacer llegar a ti este lamento
Que comprendas necesito de tu arrullo
Qué salves mi respiración
Haciéndome volar por esos lares
Donde solamente el amor
Sea el testigo.