Así como una mujer puede ser otra y
vive
Así como el dolor despedaza y
construye
Permanezco ceñida al pedazo de alma
Que aunque estéril
Respira
Que aunque lánguida y grave
Continúa adherida a sus viejas
costumbres
Costumbres cotidianas
De regar sus caprichos
De inocularle al aire su nueva
sinfonía
De creerse juvenil ante unos ojos
vírgenes
De sentirse abeja,
Gorrión,
Rosa o paloma
Cada vez que una palabra
Le hace nido
en el pecho
Cada vez que unos ojos
Le llenan la esperanza.