Tu corazón expuesto
A mi sed incalculable
Los poros en reciprocidad
Esperando el momento perfecto
Para decirnos la palabra mágica
Y darnos el fuego que nos quema
Silente
Pero con una profundidad
increíble
Con solo escuchar tu voz
O tu risa contagiosa y elocuente
Se va desordenando
Desde la última neurona
Hasta el más leve latido
Y me siento princesa
Entre ropajes de rosas frescas
Que van germinando sin que lo notes
No has emanado ni el más mínimo suspiro
Sin embargo penetras hasta la saciedad
Mientras juvenil y diosa
Te voy entregando en secreto
El cúmulo de orgasmos
Que almaceno en el alma.