Vago con la mirada trémula
Desnuda y lazarilla
Veo a lo lejos el mar
Sus olas agridulces
Y sigo empeñada en caminar
Sobre sus arenas cristalinas
Tenderme sobre el polvo
Mientras tú me repletes
De tu mejor caricia
Quizás aun vago por las nubes
Amordazada de esta pasión
Más afanosa que una hoguera
Pero tu olor
No deja de seguirme
Tu boca no deja de gritarme
Con un sonido sordo
Y anhelante.
Bien sabes que muero
Por un arrullo
De galeón embravecido
Que diera parte de mi vida
Porque fuerzas
telúricas
Se concentraran
Y en un instante
El menos esperado
Lanzaras tu grito de lujuria
Sobre mi cuerpo enfurecido