Sin
advertirlo
Comenzamos a transitar la alborada
Comenzamos a transitar la alborada
Cuando realmente
no quedaba tiempo
Ni un
sueño oculto
En las entretelas del instinto
En las entretelas del instinto
Lo cierto
fue
Que amaneció
de pronto
Y en
medio
De aquella claridad inmensa
De aquella claridad inmensa
Comencé
a sentirme
Soberana de una ternura indescifrable
Soberana de una ternura indescifrable
Nadie
me advirtió
Ni siquiera
hubo un reflejo que avisara
Pero llegaste
con tu caricia desbocada
A provocar
de un solo golpe
La coraza
terciaria
Que llevaba por consigna
Que llevaba por consigna
Ahora
me siento llena
Con tan
solo
Escucharte decir palabras al descuido
Escucharte decir palabras al descuido
Miro tu
boca
Y me
imagino navegando
En el más
sublime de los embelesos
Cautiva
y libre
Con el deseo
repleto
Acallando
la lengua
De los leguleyos citadinos
De los leguleyos citadinos
Con el
amor expuesto
De Norte
a Sur
De Sur
a Norte.