Abrumada
hasta la quinta vertebra
Peregrino
por una realidad
Que sin
piedad trastorna mis sentidos
Yo que lo
hubiera dado todo
Por
permanecer entre tus brazos
Aunque no
fuera la eternidad
Me descubro
desposeída
Hasta de la
más mínima señal
Olvidada
Árida
Destinada a
transitar
Hojas en
blanco
Páramos
Y
depresiones
Descubriendo
a cada paso
Tus acciones
luciferinas
Creyéndote innovador
por excelencia
De ese mundo
de mentirillas
Que
proclamas a toda voz
En mi atisbo
veo un futuro amorfo
Y me recorre un escalofrío
Observando
con tristeza
Como detrás queda
soterrado
El rostro tímido
e impávido
La voz
elocuente
Resumida en
las primeras piernas
Con
suficiente patrimonio
Que no imaginas
prohibidas