Si pudieran entender
Por un instante de soledades y vacíos
Tu vida dejaría de ser tan sonora
Ligada a la frialdad perpetúa
De un corazón en franca metamorfosis
No te empinaras sobre el dolor agudo
Que destruye cada partícula
Cada vez que a boca de jarro
Lanzas tus cuartadas
Llenas de
arpones y cadenas
Cuando realmente sabes
Que no serias capas
De encender ni un
candelabro
Para el más ciego
Y mucho menos cederles tus cobijas
Qué lástima de ti
Metido de cabeza
Entre las cosas
censuradas
En busca del trofeo y las alas
Sin darte cuenta
Que a la hora cero
Nadie va a prestarte sus magnos
hombros
Para que viajes a la otra orilla
Así se te ve noche y día
Día y noche prendido a la valija
De cualquier espectro
Que engalane tus dones de Don Juan
Y ensalce tu posición plebeya
Delante de aquellos que imaginas con
linaje
Lo mismo te da dialogar con las
sombras de tu egoísmo
Que echar por tierra lo más
santificado de tus intersticios
He puesto mil puentes para que cruces
Barcas de estabilidad neutralizadas
Contra cualquier tóxico
Me arrastre sobre mi orgullo
Hice pausas a lágrima viva
Suplique a los quintos infiernos
Con todo tipo de instrumento
disonante o no
Me tragué la rabia
Deshice toda mascara que pudiera
filtrarse
Hasta te coroné rey de mi ternura
Ahuyentándote de la guadaña del
verdugo
Pero tú continuaste vendiendo tu
estado natural
Por ínfimas cantidades de apariencia
Mientras yo de una explosión en otra
Fui dejando la sencillez
En medio de un desamparo amorfo
Sin saber cómo poder remendar mis
agujeros.