Tantas décadas de indiferencia
acumulada
Iluminándome con cirios prestados
Confundida entre la élite
Y el rincón mohoso
Del pasado ancestral
Huyendo
De suburbio en suburbio
En busca de la mano amiga
Del beso certero
Donde poder depositar
El orgullo que me quema
La realidad que nunca acepto
Porque es herida persistente
En toda la susceptibilidad
Extraviada
Con mucho miedo
Escalo los montes de Himalaya
Creyendo que era la única forma
De dejar de ser esclava
Enfrentándome como Ulises
A los mares del infortunio
Llenos de Piratas y barcos de Aladino
Tratando de asirme a una esperanza
De rostro mustio
Enclavada en un circo eternamente
abierto
Cuantas veces mordí la agonía
Oculta entre una sonrisa estoica
Atragantada de palabras y gritos
Con el terrible pánico
De ser descubierta
Por la gentuza censuradora
Que sin pan y vino
Eructan pollo a la francesa
Y se codean con la perdición
Sin importarles a quien decapitan
En su afán de preeminencia
Jamás olvidare
Cuando llegue a ti
Enarbolando mi estandarte
Y tu te abriste las alas
Para que pudiera corroborar
Que no era alucinación
Simplemente remos para llegar
A la otra orilla
En aquellos encuentros
Buscaba la paz a la intensa resaca
Sin arriesgar el corazón
No había argucia…te lo aseguro
Sin embargo
A cada segundo salías desde adentro
Lanzando aullidos inéditos
Explicaciones obsoletas
Prejuicios apócrifos
Hasta convertirnos en fraternos
adversarios
Llevándome al banquillo de los acusados
Tan solo por querer juntar tus labios
con los míos
Por eso no me canso de buscar antídotos
Sin condenar tú cambio de estación
Tus ataduras
Tus cadenas blindadas
Tu oficio por encargo de verdugo
Porque estoy segura
De qué en cualquier momento
Desbocaras la voz y las caricias
Y lo resumiremos todo
Vislumbrados
Con las piernas entreabiertas
Y un as de basto en la mirada.