Tanto tiempo aferrada
A un velero que no zarpa
Navega de cuando en cuando
Almacenando los sueños
A estribor
Otra los ancla
En medio del veril
Sin importarle la lengua
De los zopilotes
Mucho menos si los rayos
De la luna
Los derriten
O los convierte en fantasmas
Acuáticos
De esos que cantan
Al son de las sirenas amarillas
Con ojos de sapo
Y cola de gorrioncillo presagiado
A veces
Se me confunde el tiempo
Y veo al sol
Rejuvenecido
Cuarteando el aspecto
De los que viven a la intemperie
Todo me parece
Una gran confusión
De peces mudos
Coleteando
Perseguidos como carnada
Pobres acuáticos
Cansados de beber la sal
De la memoria
Entre ánforas de hueso y carne
Mientras el ennegrecido velo de las carpas
Despiden a lo lejos
Su fuego fatuo
Todo un espectáculo del averno
Escudriñando
El sermón de los monjes
Que continúan su paso por la vereda
Allí también estoy yo
Herida hasta los tuétanos
Renga de pies a cabeza
Porque cometí el terrible pecado
Mientras el amor va y viene
Como galeón embravecido
Y eleva sus velas
Para que mi mano las alcance
Mis manos
Dos polígonos deteriorados
De tanto extenderse
Hacia la nada
Al igual que mis ojos
Cansados de buscar en la distancia
El signo o la señal
Que por fin nos rescate
De tanta algarabía.
