Volver a comenzar
Adentrarme
En las cumbres solitarias
Esperando que llegue tu mano
La que anhelo
Desde hace quinientos años.
Adentrarme
En las cumbres solitarias
Esperando que llegue tu mano
La que anhelo
Desde hace quinientos años.
Un hombre como tú
Con la sonrisa nueva
Y fuego recopilado
No quiero quedarme congelada
Mucho menos dividida
Alimentando aves de rapiña
O danzando hasta que se ponga el sol
Bajo el criterio desconforme de las lenguas
Virulentas y podridas
Creyéndome capas de hechizar
Erótica e infinita
Cuando realmente
Solo alcanzo la burla de manera asombrosa
El desprecio que sale
En humo fatuo
De la boca que más amo y amé
Tonta de mí
Que deje pasar la aurora
Tantas veces detenida en mi puerta
Corazones limpios
Hoy todos perdidos
El hielo los acopio al fondo del abismo
Mientras la vida comenzó a dispararse
Sin darme tregua
Después de calmar la ingratitud
Y los acordes del destino
Choque ridículamente
Con el tridente del pecado
No hubo tolerancia
Tampoco comprensión
A la verdad expuesta
Necesitaba aparearme
Como grulla cuello negro
Como grulla cuello negro
Vivir equilibrada de por vida
Recuperar la luz, el mediodía,
La noche con su montón de sueños
Azules y amarillos
Sin fingirle al tejado del Mundo
Pero todo fue pensamientos e ilusiones
Señales de mi cosmos solitario
Por eso ahora me ves serena y frívola
Esperando llegue la primavera
Y se lleve al invierno
Que tanto pesa
A mi escuálido universo.