Soy un garzón
herido
Sangrando por
las alas
Despedazado el ánimo
Y los ojos
Llenos de
lejanía
Tu olor
acurrucado
Terriblemente
vivo
Abrazos y añoranza
Atados al mástil
La última
palabra
La que no se
borra
Susurra en medio
de la noche
Golpea mi
feminidad
A veces te
envuelvo
Entre lágrimas
Que secan
Tus manos de
lino
Y caminamos
Hacia la mar
Lujuriosos
Y recordando
Tu rojo granizo
El gris intenso
Crezco a hurtadillas
Unas veces
convertida en búho
Otras en
mariposa endeble
Te beso
Libre y concisa
Me juro
Y me juras
Eternamente
anclados
En la misma
costilla