Ya el canto del zorzal
No me en cuadrilla
Solamente hay espasmos
Y la voz interior
Colada en los oídos
Ajustando cuentas
Linchando los instintos
Lágrimas al por mayor
Corren como duendes asustados
Se meten en el pecho
También en los recodos
Que más duelen
Y nos volvemos ácidos
Con purulencia en todas las
entradas
Nos atan a la cava superior
Nos vuelve marionetas
Incoloras, sin hilos
Incluso hasta el color
Se vuelve pálido
Dentro de lo que fuimos
Y ya no somos
El grito eterno
Golpea sin parar
Remembranzas y duelos
Y vamos como sombras
Sin sombra
Mucho más maltratados
Que jenízaros en combate
Los cuerpos y las piedras
Somos lo mismo
Colgados a un azogue imaginario
Convertimos el chasquido en beso
La barbaridad
En alivio
Nos enluta el desamor
Y las grandes historias
De lo que nunca fue
Ni es
Ni será
Porque todo tiene
Su precio estipulado
Y si decimos guijarro
Allá va el coletazo
Y si decimos apego
Allá van los brutos
A triturarnos los instintos
Después que cruzas la línea
De las estaciones
Te obligan a beber
Antídotos para la resignación
A perder la luz propia
Tu rostro lo adornan
Las patas de gallos y gallinas
Una mueca perenne
La falta de lucidez
Aunque te queden
Las botas de siete leguas
Anudadas al tobillo
Polvo y carbón
Te lanzan con actitud macabra
Y pasas a engrosar
La lista de los usureros
Los grillos con bastón
Y los bufones
Un perro ladra
Aparece la soga
Con nudo de corbeta
Y vuelves a la mar
Como un naufragio