No
sé
Si
aun me duele
O
me crepitan los huesos
Cuando
pienso en tu abrazo
Precisamente
aquí
Donde
la inocencia
Y
la vejez
No
encuentran
El
punto de partida
Y
noche a noche
Las
remembranzas
Me
devoran
Tus
manos
Tu
voz
Tu
risa loca
El
invisible cuerpo
Despedazado
Entre
las huellas
Y
busco
La
distancia entre el horizonte
Y
tus ojos extraviados
Y
huelo tu piel
De
selva virgen
Revelándose
en silencio
Mientras
el corazón late desaforado
También
me llega
Tu
pulcra boca
La
que no pude saciar
Por
el miedo
Que
fluía por tus poros
Cobardes
e intactos
A
la vez
Que
me mirabas original
Y
majestuosa
Con
ganas insaciables
De
habitarme.