Mil
preguntas sin respuesta
Interrogaron
el paso de los días
Y
me aferré sin causa
A
echar a andar la barca
Donde
creía
Iba
la antorcha
Sin
precedentes
Hasta
el jardín de capullos censurados
Lo
hice germinar
Creyéndome
ama absoluta
En
mi vuelo imaginario
Lleno
de predicciones
Y
mariposas saltarinas
Sin
darme cuenta
Que
tan solo
Era
propietaria de mis sombras
Sicóticas
y bipolares
Encargadas
De
palear ilusiones al cerebro
Los
pregones
Con
todos sus vampiros
Fue
la respuesta
También
las campanas
De
los fraternos adversarios
Que
no perdieron la oportunidad
De
lanzarme el tóxico inflamable
Así
fue como comenzó el arrebato
A
nublar los espacios acumulados
Me
vi loca
Disonante
Humillada
Esparciendo
discursos poéticos
Condenando
a diestra y siniestra
Hasta
la última piedra
Que
sospechaba culpable
El
momento más difícil
No
fue el toque a degüello
Ni
el lente de las cámaras enemigas
Si
no
Comprender
Que
para ti
Nunca
fui nada.