Amordazada hasta la saciedad
Con múltiples heridas a puro grito
Y una sola lagrima en combate
Voy digiriendo penumbras y mala vibra
Con tres vertebras corpóreas
Un ojo
Y un pedazo de neblina
Que por casualidad encontré virgen
En los tiraderos de la demencia
A la hora de ingerir los barbitúricos
Sedantes y somníferos
Que se encapricharon en hacerme creer
Que en ellos estaba la tranquilidad
Por supuesto que era otra época
Aunque no ha mejorado su polvo en los
estanques
Y la gente se la bebe
Sin raciocinio
Mis poemas también están amordazados
Mi hogar con las patas para arriba
Y el café lleno de terrorismo
Y el séptimo arte lleno de terrorismo
Y mi corazón lleno de terrorismo
A veces razono
Y busco en el horizonte aquello que
fui
Miro a diestra y siniestra
Y no encuentro la clave, ni el por
qué
Ni los por cuántos
Indudablemente siempre estuve
amordazada
Allá y aquí
Aquí y allá
Todo está lleno de incertidumbre
Busco y rebusco
Y no encuentro las flores de la
resurrección
Dónde estarán ahora
Tal vez he comenzado la mutación
Por eso no me quedan perfiles
delicados
Soy toda una blasfemia
Y me pregunto y vuelvo a preguntarme
Que pasó con mi vida
Y la voz amarilla y pesad umbrosa
Me responde
Obcecada
En el silencio de todos los enigmas