Qué poder hacer
Con la impotencia derramada
Cánticos en lengua extraña
En tropelosa travesía
Derramando lo que queda de mí
Nunca pensé que a este tiempo
El sol fuera menos tibio
Y las aves de carroña
Quisieran hacerme leño
Tan sólo porque no tengo tierra
propia
Ni canastas de oro
Ni siquiera un perro peliagudo
Que me siga.
Todo lo fui dejando
A cada paso
Aunque sé que guarde
Pan para mayo
Y alguna que otra monedita
Para el hambre
Y así todo fui materia prima
De la inquisición mundana
Sobreviviendo a mi manera
Perdidamente enamorada
De una sombra
Sembrando ortigas
En terrenos prohibidos
Para al final
Convertirme
En la culpable número uno
La que entre mentiras
Muy bien condimentadas
Derriba torpederos
Y envía al cadalso a sus ángeles