Todo el tiempo a patadas
Con el centro
Confundido
Haciéndome mil preguntas
Que no tienen respuestas
Voy como siervo herido
Dejando los girones del fracaso
Hasta mi voz perturba
A los alacranes
Salidos de mi vientre
Y peor
A aquellos
Que yo deje pegarse
Tan solo quieren verme
Dentro del catafalco
O en el solemne linchamiento
De mis cenizas
La mayoría usa corazón de piedra
Herencia
De los ancestros y los más
cercanos
No sienten piedad
Por supuesto no conocen
De los mandamientos
Mucho menos
Del Sermón del Monte
Y eso que destruyo mis rodillas
En suplica y perdones
A veces siento ganas
De lanzarme a las olas
Colgar mi esqueleto
De arcilla
mancillada
Otras beberme de un sorbo
Los somníferos del insomnio
Mi habitad se ha convertido
En cuatro paredes silentes
Con poca tecnología
Algunos amigos se han quedado
A lo lejos
Otros se marcharon sin palabras
Los que quedan
No les importan mis cuitas
Ni si muero a cada instante
La Onda de la época
Es la
indiferencia
El oro pulido
O el sobre nombre
Decorado de abolengo
Quien no posea esta materia prima
No tiene más opción
Que perecer anónimo
Bebiendo sorbos de ingratitud
Y esperando
La hora de la embestida