Continúo de una retórica en
otra
Haciendo lo posible
Por salvar la raíz
A pesar de la ronda
De la muerte
Fertilizo sueños
Me imagino dueña de un micro
mundo
Intocable
Veo mi contorno
Lleno de lamparillas
Mascaras rendidas a mis pies
Y el montón de enemigos
Masificados en la muralla
Hasta me siento implacable
Ante los vituperios
Disfrazados de amistad
Voy sobre la cuerda floja
Engalanada de tano donaire
Con voz y mando
Expulso la oscuridad
Los viejos fantasmas
Mientras un pasadizo
Me conduce al silencio
Donde descubro a una muchacha
Impávida y triste
Sentada frente a un abismo
Leyendo sin cesar
Las historias de todos sus
fracasos
La mente cubierta
De trazos de horror
Cortejada de recuerdos
frenéticos
Y pasiones
Que tal vez fueron fingidas
Que tal vez fueron fingidas
Príncipes de hojalata,
Azules,
verdes, amarillos
Los recreo con mis ojos
agridulces
Hasta que me interrumpe
El estridente séquito
Del monje de la profanación
Con el rostro alucinado
Entre partículas de monasterio
y agonía
¿Estaré despierta
O ando por una
pesadilla
Zarpando mi pasado?
Toco mi piel ensangrentada
Aclamo a las gaviotas
Me cuelgo a la herida más
reciente
Y la voz interna grita sin
compasión
No soy más que una
condenada
Aferrada
A que tiene que existir la otra
orilla