No estoy segura si soñaba
Pero me sentía
Deslizada y serena
Sobre la pubertad
De la sombra de un hombre
Por la ventada
Veía las constelaciones
Haciendo de las suyas
Mientras yo trataba de
meterme
Entre sus piernas
No hubo besos
Tan solo un recorrido
leve
Entre mi piel y sus tentáculos
Su elevación
Me llenaba el silencio
Gritando como loco
desquiciado
Desde su quinto ojo
No sabía si era avidez
o amor
Solo sé que grita trascendencias
Y la lava le mojaba la
cordura
Su cuerpo me parecía suave
Sin entrega
Pero entregado
Todo me instruía tétrico
El cerrado y yo abierta
El como una ola rebelde
Chocando
Contra mi corazón
Mi lengua resbalando
Entre incomprensiones
Y lamentos
Todo se me antojaba lastimero
Porque yo quería un certero
disparo
Y él me mancillaba
Pensando en Dulcinea
No le interesaba
Si rodaban las gotas
De lágrimas o lluvia
Y lo observe mil veces
Colérica y ruidosa
Él se defendía como naufrago
Profanando mí tálamo
Martillando mi feminidad
Con lóbregas consonantes
Sin importarle mi sed y
mi miedo
Todavía lo pienso
Y sus luces me traspasan
A pesar de que decidí
subir al cosmos
Mientras él se hundía
en su pantano
De desamor e ira
Se terminaron los discursos
No hubo quejidos
Ni murmullos
Ni siquiera un
movimiento
Que reafirmara
Hoy me desperté serena
Sin ordenar los hechos
Ni las sábanas
Perpleja me quedé
Cuando observé una mancha
Que exhibía su nitidez y su realismo
Entonces pensé
Si aún soñaba
O aquella sombra de
hombre
Y yo
Al final consumimos
Una noche de selva