Por: Adela Soto Alvarez
De pronto la magia
Surco nuestros destinos
Una y otra vez nos dimos a su hechizo
Y creí nuevamente en las cosas divinas
En el paso seguro
En la caricia pura
Y que no había distancias
Entre tu amor y el mío
Me sentí segura
Amada
Casi diosa
Dueña del presente
Y también de futuro
Sentía cada día tus manos como pétalos
Recorrer mis rincones
Y me conceptué volcán
La más afortunada de todas las mortales
Emperatriz y reina
Dueña de la fortuna que proveía tu boca
Tu boca como río
Para calmar la sed que padecen mis horas
Pero el embrujo duró muy poco tiempo
Comenzó la sequía
De halagos y palabras
Y llegó la llovizna
La queja y la blasfemia
Y un ritual de infortunios
Se adueñaron sonoros
Ahora estas ahí como un ave de paso
Que viene y va
Con un vuelo inseguro
Y yo perdida aquí
En medio de esta ausencia
Soterrando lo poco que quedó del hechizo