ENTREVISTA LOS AZOTES DEL EXILIO NOVELA

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DEDICADO A MIS PADRES

Saturday, November 19, 2016

EL ADIOS DE LOS VIVOS. "RELATO" A LA VENTA EN AMAZON.COM DE LA ESCRITORA ADELAINE SOTO (ADELA)







 CAPITULO 1.

Es un dolor inmensamente agudo, que va desarmando cada poro y cada fibra.....

El último adiós es cosa triste, diría que horrible, desgarra corazón y vida. Nunca me gustaron las despedidas, ni siquiera imaginar no volver a ver a seres queridos, ni amigos fieles. Pero como todo en la vida no es lo que uno anhela, nada de lo que no me gustaba pude conseguirlo, y este día recibí el mensaje de mi amiga Lucia de qué fuera a su casa a despedirme.
Rogué a todos los santos, pedí hasta de rodillas fuerzas para enfrentar ese momento, pero no tuve más opción que salir como un resorte al encuentro final, tratando de no perturbar mi psiquis y poder sacar de lo más hondo esa fuerza superior que tanto ella como yo necesitábamos en un momento así.
Por eso nunca se me olvidará esa tarde de invierno cuando caminaba rumbo a la casa de mi amiga y colega Lucia López, vecina de años, amiga inigualable, y colega inseparable de múltiples tertulias, de poesía, música, y té de cualquier hierba que apareciera en medio de nuestra miseria. Lo importante era brindar por el futuro, si es que en algún momento decidía darnos el frente.
Ya en el lugar y después de titubear por varios segundos empujé la puerta de madera podrida, que rechinó como si se percatara del momento y necesitara como yo quejarse a puro grito.
Detrás de la misma estaba mi amiga sudando a más no poder, y con un ánimo asombroso repartía a varios vecinos sus desvencijados sillones, su mesa con tres sillas construida por Pepe el cabillero, la humilde cama con su colchoneta con más huecos que un famoso colador, a la vez que quitaba de los clavitos, dos cuadros y dos diplomas ganados en su desempeño en las letras infantiles.
En un rincón en espera de ser obsequiadas se podían apreciar tres cazuelas llenas de tizne y abolladuras, y sobre uno de los cajones, los cuatro trapos con que se vestía. Implacables y limpios, en turno para también ser donados a la vecindad, que atropelladamente se debatían en el pequeño espacio, a ver quién se llevaba más.
Saludé a mi amiga con un fuerte abrazo, y con la gentileza que la caracterizaba me pidió esperara terminar con la repartidera, por eso fui y me arrinconé en uno de los bordes del camastro que aún estaba por desarmarse.
De inmediato reconocí a Lula la presidenta del Comité de Defensa de la Revolución bajo las siglas de (CDR ) que nunca le ofreció un  saludo y estuvo todo el tiempo tras sus huellas, pero tan necesitada como el resto, colgó los ideales y se unió a la donación de los beneficiados con la huida de Lucia.
Increíblemente era la que más pedía y sin esperar a que le dieran agarró el viejo fogón Pike de precalentamiento y salió horonda como si llevara en su mano una reliquia de gran valor.
Desgraciadamente hice acto de presencia de este trance tan ridículo de la presidenta, por lo que la indignación me segó de repente, pero salí rápido de ella comprendiendo como muchas veces la necesidad desdobla a las personas.
Realmente me chocaba que fuera Lula la heredera de aquel fogón viejo y herrumbroso que tanto trabajo le costó a Lucia adquirir después de estar más de 15 años cocinando con lo que apareciera.
Entre leña, aserrín, y un viejo fogoncito de mecha que mi difunda abuela Carmen le regaló en uno de sus desesperos sin tener donde hacer ni un poco de café
Emeregilda Luisa, más conocida por Lula como presidenta del CDR era diabólica, metida en todo, y no salía del borde de la ventana escudriñando la casa de Lucia día y noche.
Y cuando ésta salía al portalito, disimulaba escondiéndose detrás de la cortina de palitos de bambú que a los embates del aire la descubría con el constante tintineo.
Pero así es esta vida, los peores enemigos a la hora de la partida van a recoger los despojos de lo que en vida fueron sus víctimas.
Aunque a Lucia esto no le importaba por su carácter afable, y ese don de no odiar ni a sus peores detractores. Y si la reprendía me sacaba sus conocimientos en numerología, unidos a la energía y en ese mejunje me callaba y calmaba el enojo, haciéndome entender que siempre es mejor dar que recibir.
Allí sentada esperando terminara con sus entregas personales, estuve todo el tiempo. Algunos vecinos y colegas entraban y salían a despedirla con afecto y miedo, una combinación difícil de comprender, pero muy real en la Cuba de hoy donde la doble moral impera como en un reino construido por las altas dosis de pánico que les inoculan a los hombres.
Fue muy triste el panorama, porque mientras mi amiga depositaba sus pertenencias al fondo de un gran jabuco de nylon, y algunos cajones, entre lágrimas, abrazos silenciosos, y golpecitos en el hombro.
La mayoría daba la espalda con rapidez para no ser descubiertos a la hora de la salida del humilde hogar por los búhos a sueldo y también gratuitos que abundan en estas zonas cubanas.
Quizás para otra persona hubiese parecido un acto risible, aceptar como regalo aquellas baratijas, pero para mí que todo lo analizaba, no era más que un episodio normal de un país donde existen lugares donde se vive como mendigos, y aunque Lucia tenía muy pocas cosas materiales para dar, muchos de sus vecinos tenían menos que ella.

Continuara.....

CONTRADICCIONES.





Todo el tiempo
De un análisis en otro
La única neurona asiente
Llena de contradicciones
Pero el corazón sigue obstinado
En enfrentar tabúes
Tal vez se encapriche
Con lo no dicho
O prefirió las ruinas
De tanto trastocar los sentimientos
Al  final
Nunca fueron nuestra mitología
Por eso me esfuerzo en los afectos
Y tiemblo ante un quizás o un tal vez
Que me seduzca
La adoración 
Aunque carezca de  certeza
Siento distorsión
Un ir y venir de sobresaltos

Que me hacen implacable
Cuando veo los pedazos caer
A pesar de las palabras inconclusas
Y las comparaciones
A veces reúno despojos
Conformo
Un girasol
E imagino que gira
Casi o igual que mi cabeza
Y comienzo a pensar
En amores aplazados
Prejuiciada y torpe
Entregando el néctar
A quien no tiene paladar
Y negándome a tocar las estrellas
Intuitiva y loca
Que estúpida de mí
 Remendando  con el mismo hilo
La rotura, el extravío, la orfandad
Casi segura
 De que nadie llegará
A territorio íntimo
Mucho menos me salvara del miedo
A sentir tu cuerpo impoluto
Haciéndome cabriola en los deseos


SIN PARADERO FIJO




Tal vez me he vuelto loca
Loca como los pájaros
Que emigran en invierno
Sin paradero fijo
Pero sigo aferrada
Al sabor de tu cuerpo
Dulce, tierno y salobre
Lleno de gemidos impacientes
Y me hundo
En tu pecho tibio y amplio
Escudriñando ese pedazo de mí
Que vive clandestino
Dentro del subconsciente
Sácalo por favor
No dejes que perezca
Créeme es el amor
Salvaje y embrionario
Esperando el momento
De asirnos a ese blanco amuleto
Que cuelga entre tus ojos
Y choca con los míos
Desatando con furia
Un cúmulo de saltos
Que gritan  en mi vientre
No me dejes así
Metida entre  boca
Quiero salir al viento
Volar sin detenerme
Y luego que disfrutes 
De mi flora y mi fauna
Meterme en el ritual
Del mejor embeleso
Sin pensar en traiciones
O si somos dos golondrinas
Mojadas por la lluvia