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DEDICADO A MIS PADRES

Sunday, February 28, 2010

ARTICULO.

¿Quiénes son los culpables
de tanta muerte e injusticia?



Por. Lic. Adela Soto Alvarez.

Cuando el dolor nos lastima profundamente y ese dolor se convierte en nuestro, y persiste en desangrar nuestra impotencia, inevitablemente se catequiza en fuerza telúrica contra aquellos homicidas que sujetos al sanguinario poder se valen de las más viles artimañas para tratar de silenciar toda palabra que se alce contra sus injusticias.


Y esto es todo lo que siento en mi interior y exterior ante la muerte de Orlando. Un hombre en plena juventud, obstinado de ver saciarse la iniquidad en manos de los más crueles verdugos.


Lo siento como cubana, y como madre, porque la muerte de Orlando Zapata y el dolor de Reina es mi propio dolor.


Por desgracia también tengo un hijo casi de su edad muriendo lentamente en las esgátulas del tirano, donde le usurpan todos sus derechos, enjuiciado con la peor y más altas de las condenas.


Enfermo, inválido en una silla de ruedas, a causa de una pateadura que le dio su cruel y abusador reeducador. Esposado y lanzado contra el sucio piso y la dura pared de hormigón armado sin repello, con el único objetivo de fracturar su esqueleto hambriado, tan sólo por negarse a vestir el uniforme de preso.


Y todo esto no le bastó al cobarde carcelero, pues cuando se sometió a una huelga de hambre , exigiendo los derechos que le son negados, solicitando una revisión de causa que le es negada, un juicio justo y no manipulado. La atención médica a sus múltiples enfermedades, y el derecho a realizar una llamada telefónica a sus hijos y madre en el extranjero, lo volvió a patear esposado y lo metió en el área de mayor tortura, conocida en el Combinado del Este como la 47, desnudo y en las más inclementes condiciones, a pesar del crudo invierno que había en ese momento y la humedad extrema que existe en estos infrahumanos calabozos.


Quién conozca el amor de un hijo, el dolor del cautiverio, el abuso, y la degradación, y haya sufrido o aún sufra el tormento del látigo del torturador golpeando incansablemente su poder sobre un ser querido, sabe lo que siento y lo que expreso por experiencia propia ante este cruel y meditado asesinato de un hermano de lucha.


Con este sufrimiento fui siguiendo la noticia de la huelga de Orlando Zapata, aferrada a la esperanza y a la vez aplastada por la incapacidad de no poder exterminar de una vez por todas esa crueldad gubernamental que se ha regado como hierba mala en nuestra tierra, contra todo aquel que luche por la libertad, y no permita que le ururpen sus derechos más sagrados.


Por eso no me quedó otra opción que desde mi impotencia ir conociendo por la propia Reina a través de la prensa extranjera, como Orlando Zapata languidecia en su extensa huelga de hambre, a pesar de no dejar de pedir justicia para su hijo, ni un sólo minuto. Pero como siempre el silencio del Olimpo Gobernamental , ante un reclamo de justicia. Ninguno de ellos tuvo la veguenza de escuchar sus desesperadas súplicas, y mucho menos fueron capaces de percibir sus gritos de advertencia, sobre la vida de su retoño a punto de expirar.


Lo más penoso de este caso, fue qué al cabo de unos días, ante la presión interna y externa de la oposición y de aquellos que alzaron su voz internacionalmente ante tamaña injusticia a través de los diferentes medios de difusion masiva. El régimen cubano decidió hablar de Zapata en sus manipulados de la prensa oficial y totalitaria.


Y no para aceptar su culpa ante el incitado asesinato, sino para sacar su sable calumniador y vejar una vez más al ya fallecido e inclaudicable Orlando Zapata, acusándolo de prisionero común y delincuente, azuzado por los prisioneros comunes, qué pagados por Estados Unidos, lo convocaron a exponer su vida a la muerte para quedar como héroe.


¡Hasta dónde la mentira!, ¡Hasta dónde son capaces de enjuiciar, y calumniar con el objetivo de restarle valor e importancia a la muerte de un hombre!


Orlando Zapata transitó de la congoja a la muerte, y aunque se apagó inevitablemente , su incondicional voluntad nos ha dejado consternados a todos los que tenemos un apise de vergüenza y dignidad.


Su juventud se ha ido, pero su verdad sigue aferrada a la tierra que lo vio nacer, y tendrá que levantarse más temprano que tarde para honrar su muerte, y la de otros, qué como él mueren a diario por una causa justa, en un sistema penitenciario inclemente y asfixiante, que como pozo ciego va tragándose lentamente a todo hombre que penetra en él, aferrado a sus derechos y ansias de libertad.


¡Lo dejaron morir!.. es una verdad a voces que no podremos olvidar nunca. Porque la muerte meditada y provocada de Zapata Tamayo, bajo custodia gubernamental, es una efaciente prueba de la naturaleza criminal del sistema carcelario que subsiste durante más de cincuenta años en la Cuba dominada por los Castro, y unida a la impunidad que le confiere a sus vedugos de turno, convirtiendola en la peor de las crueldades.


Nadie puede negar que en un Estado de Derecho que se cumpla a cabalidad, la responsabilidad por la seguridad e integridad física de una persona detenida o encarcelada tenga que recaer sobre las autoridades que lo custodian.

Además es parte de sus obligaciones garantizarle que no sea agredido ni se auto agreda. Mucho menos que lo golpeen, ni le nieguen asistencia médica, espiritual, y reeducativa. Así como un juicio y una apelación justa, y se respeten sus derechos constitucionales y humanos.

Cuando un tribunal dictamina una sanción de privación de libertad, no está extendiendo una autorización a los oficiales de las prisiones para que sometan al reo a un régimen arbitrario de tratos crueles y vergonzosos decididos unilateralmente por sus carceleros. Mucho menos les otorga un mandato para disponer de su vida.

En cualquier país civilizado las autoridades de prisiones tienen que hacer cumplir la sanción dictaminada por los tribunales sin atribuirse la prerrogativa de someter al prisionero a castigos adicionales, decididos de manera extrajudicial, a capricho y atizados por el odio enraizado de aquellos que no aceptan la diversidad de los ideales.

Sea un preso político o común, es obligación del Estado que lo sancionó a la privación de la libertad, garantizarle al detenido el disfrute de sus otros derechos no retirados por los tribunales, por lo que cae dentro de las responsabilidades de un Estado normal la conducta de los oficiales de prisiones, monitorearla de manera independiente y velar porque se atengan a reglamentos establecidos de respeto a la integridad física de los detenidos y los protejan de los castigos inhumanos e indignos.

Pero en la Isla Cautiva esto no se cumple, lo que sí de dictamina a cabalidad es el libertinaje para golpear salvajemente a los que se impongan a sus antagonistas leyes o voluntades, así como vejarlos, impropiarlos, humillarlos, rebajarles la moral ante los demás, y otras veces mandar a algunos reclusos que se convierten en secuaces, a agredirlos y hasta matarlos por encargo. Y después asegurar que fue una riña tumultuaría propia del elemento encarcelado.

A ninguna administración penal cubana le interesa la suerte de un condenado, sea político, o común, por lo que prestan oídos sordos, a cualquier reclamo de ellos o de la familia, y si la familia se enfrenta o exige sus derechos, arremeten contra el reo sin conciencia, hasta desaparecerlo, dándole el título de conflictivo.

Por eso sucede lo que sucede, que todos están muriendo de hambre, inclemencia, torturados, infartados a causa de los más crueles atropellos físicos y mentales, que van destruyendo lentamente la existencia de cualquier ser humano.

También por todo esto, es que el régimen monstruoso de los Castro, no permite el sistema de inspección de la ONU o la Cruz Roja, a ningún centro de detención penitenciario, y mucho menos a otra institución Internacional de Derechos Humanos, porque saben qué lo que van a encontrar es tan degradante, que conspiraría de inmediato contra las apariencias de bondad que tratan de inculcarles al mundo a través de su salta de mentiras.

Tanto los presos comunes que hoy constituyen una población de decenas de miles en un país que criminaliza actividades económicas y sociales consideradas normales en casi todas partes del mundo.

O como los políticos a quienes la opinión pública mundial sigue con mayor atención, se encuentran en un estado de indefensa total frente a los carceleros que saben de la alta improbabilidad que tienen de ser sancionados por maltratarlos, matarlos, o humillarlos hasta la saciedad.

¿Quién es responsable por la muerte de Orlando Zapata Tamayo?. Es una pregunta que tiene una sola respuesta… El gobierno de los Castro unido a todos sus secuaces, son los culpables. Así como lo son de todos los anteriores casos de muertes por malos tratos en centros de detención y cárceles cubanas (incluyendo el creciente número de suicidios que se registra a cada día, y seguirán registrándose ante el sistema agresivo y bárbaro que impera en cada cárcel cubana.

No podemos perder de vista que Cuba es un campo de exterminio masivo, y las prisiones con todos sus reos, comunes y políticos están en un eminente peligro, por estar expuestos a la muerte por cualquier causa. Enfermedad, Desnutrición, Falta de asistencia médica, Golpizas, Torturas, Malos Tratos, Infartos a causa de los abusos y humillaciones. Suicidios. Enfermedades Mentales, y otros. Un hombre normal entra a una penitenciaria cubana hoy, y a los cuatro días, comienza a deteriorarse su salud mental y física, entre las infrahumanas condiciones que existen en éstos calabozos de todo tipo.

No seria una exageración compararlas con los campos de concentración de la época del Holocausto Hitleriano, donde los carceleros eran los que tenían la autoridad de decidir la vida de sus encarcelados. Por eso murieron tantos de hambre, humillaciones y torturas físicas y mentales.

Todo esta bien claro sobre los poderes totalitarios, monárquicos, y fascistas, por eso en ellos no deja de imperar el ejercicio de querer a la fuerza doblegar a los hombres que se imponen a sus mandatos y se les enfrentan con uñas y dientes.

A pesar de toda esta barbarie los gobernantes cubanos creyeron poder doblegar a Orlando Zapata Tamayo, pero su dignidad y valor resultaron irreductibles.

Ya les llegará la hora a los culpables, porque su muerte no podrá quedar impune, al igual que las miles de muertes que yacen en la memoria de un pueblo que no olvida.

Tuesday, February 23, 2010

DICTADURA CASTRISTA DEJA MORIR A ORLANDO ZAPATA

23 de febrero


En la tarde de hoy recibí un E-mail del opositor cubano residente en Miami, Miguel Sigler Amaya donde me decía qué habían remitido al hospital Hermanos Amejeiras en Ciudad de la Habana al prisionero político Orlando Zapata Tamayo en muy crítico estado de salud, después de una prolongada huelga de hambre que realizó por más de ochenta día, exigiendo los derechos que le fueron usurpados, entre los más viles abusos, atropellos, y humillaciones.


Minutos después Ibraim Bosch, director del periódico digital Radiografía Mundial me llamó por teléfono dándome la terrible y dolorosa noticia que había fallecido.


No tuve palabras como madre, cubana, y opositora al gobierno de Castro para expresar el dolor y la impotencia que llegó hasta las últimas fibras de mi corazón, y con que fuerzas condenó una y mil veces ésta nueva muerte de un hombre que su único delito fue disentir del régimen que nos aplasta.


Mucho más al leer las conmovidas palabras de su madre la Dama de Blanco Reina Luisa Tamayo al decir vía telefónica al Nuevo Herald.


"Ya asesinaron a Orlando Zapata Tamayo, ya acabaron con él. La muerte de mi hijo ha sido un asesinato premeditado'', "Lograron lo que ellos querían. Acabaron con la existencia de un luchador por los derechos humanos''.

Esta es la primera vez que un opositor al gobierno comunista muere durante una huelga de hambre desde que Pedro Luis Boitel, poeta y dirigente estudiantil que combatió a los regímenes de Fulgencio Batista y Fidel Castro, falleció en una prisión en 1972. Afirma el diario Miamense.

Se conoce que Zapata, de 42 años y quien había trabajado como plomero y albañil, dejó de ingerir alimentos sólidos el 3 de diciembre, en protesta por lo que describió como continuas golpizas de los guardias y otros abusos en la prisión en que estaba recluido en Holguín, en el oriente de la isla.

Fue arrestado en el 2003 durante una gran redada gubernamental en la que 75 críticos del gobierno fueron sentenciados a largas condenas de prisión. Ese mismo año, Amnistía Internacional lo declaró como "prisionero de conciencia''.

Acusado inicialmente de desacato, desorden público y "desobediencia'', por lo que fue sentenciado a tres años de cárcel, Zapata después fue declarado culpable por otros actos de desafío a la autoridad en la prisión y sentenciado a un total de 36 años.


TODOS LOS CUBANOS DENTRO Y FUERA DE LA ISLA CONDENAMOS ESTA INJUSTA MUERTE….

Friday, February 19, 2010

POEMA...HUIDA...


Del libro
Una Mujer en las Esquirlas del Espejo


Huye de mí

Vete lejos donde no logre ver

Tu doble rostro

Ni mis ojos distingan la muerte de los tuyos

Huye como águila herida

Aunque nunca disparé contra tus alas

Huye y simplemente ocúltate sin explicaciones

Sonámbulo y cobarde

Huérfano de toda piedad

Tu huida no redimirá mis quemaduras

Ni limará de mis profundidades

La tenacidad de tu hipocresía

Nada trajiste

Nada te llevaste

Con tú disfraz de noble y verdugo

Ni has destronado mi reino

Con el silencio inesperado

Mucho menos mi fragilidad

Escoltada por las leyes de mi orgullo

Huye bien lejos

Y quédate por siempre más allá del mito

Así te olvidaré

Tranquilamente