ENTREVISTA LOS AZOTES DEL EXILIO NOVELA

SEGUIR...

TRADUCTOR

DEDICADO A MIS PADRES

Saturday, January 31, 2009

POESIA


SOLEDAD
Por Adela Soto Alvarez


Soledad por qué insistes
En perseguir mis pasos
Y hacerte imprescindible
En este sueño roto
Que remiendo y remiendo
Sin lograr nada en ello


Soledad por qué te metes
Y derribas la noche

Que construyo a pedazos

Porque no queda tiempo

Ni un ápiz de esbeltez

!Soledad...Soledad!


Todo me llega tarde
Todo llega y no llega
Todo llega y se va
Y yo me quedo a sola

Sin una bocanada de puro sortilegio



Soledad que te prendes a mí como una daga
Y laceras mis poros con tanta intermitencia


Déjame por favor
Anidar este anhelo
Que nació de la nada



Llena mi corazón con un presente lucido


y vete de mi lado


Soledad que me quemas

Friday, January 30, 2009

POESIA


"DESCARRIADA"
Por: Adela Soto Alvarez



Estoy bajo otro cielo
Descarriada
Indefensa del polvo y la llovizna
Esperando el llegar de la mañana
Si no es que me olvida en otra puerta

Estoy
Y casi no estoy
Igual que la cordura que aparento
Sin encontrar la corona
Ni la carpa

Escucho voces
Que confunden
Y suenan
Remansos de paz y de neblina
Bajo una máscara indeleble
Todas lejanas y proscriptas
sin sudario ni manta
ni un brazo que cobije

Una ausencia mayor
Siempre aparece
Cuando mi corazón explota
Y descubro que voy
Y a penas vengo

Que no encontré la puerta
Ni el suspiro
Ni siquiera la mano
Ni el requicio


Otros llegaron ya
Y me enloquece
Verlos amazar el laberinto
Sin expectativas
Ni un verdadero credo
Y los veo derramar la sangre
Hundirse en la sin razón
Enloquecer de un sorbo
Ser menos que una montaña de huesos
Inconformes
Turbios
Desarmados
Sin advertir el dolor
Que agrede
Yo que fui una mujer con muchas luces
Me siento a oscuras
Sin arpón ni lanza
Tampoco tengo remos
Ni barca que llegue al horizonte
Me aferro a la creencia
Leo salmos
Encallo mis rodillas
Otras blasfemo hasta del viento
Y me siento manjar de la desdicha
Sé que otros se ocultan bajo el puente
Se tapujan con ropajes sucios
Comen carroña, y se bañan con lodo
Pero yo vengo de un mundo citadino
Donde la esperanza es un ralámpago
Y los hombres defienden la palabra
Sin importarles las masmorras frías
Hoy me duele el mar
La pesadumbre
La inperfección
Que creía perfecta
La sombra en la pared
Que no se aparta
La bajilla de metal casi vacia
El topo secuestrando las arañas
Y esta forma de asirme a un tiempo raro



POESIA


DESILUSION
Por: Adela Soto Alvarez


Compartias mi amor

Me utilizabas

Mientras yo regaba rosas

Sin exigir ni un ápice

Quería ser la simple alondra

Que canta y canta

Sin muchos sobresaltos

Por eso protagonicé
Una ilusión contigo

Tú entrabas y salías

A tu modo

Dejando rasguños

Y una distancia atroz

Yo prendida a la barca

Sin advertir el desenlace

Que provoca lo ajeno

Tampoco vi la línea de la muerte

Quería vivir contigo

Retener la luz

Hasta que la realidad

Me abofeteo sin tregua

Comenzaron a caer

Los por qué

Y los por cuántos,

Tus mentiras

Todas desgranadas

Las trampas tendidas

El arpón.

Ahora tengo miedo

Un miedo enorme

Un miedo a ver los cántaros vacíos.

Y al polvillo de la maldad

En el más inofensivo de los besos

Odios y apariencias

Aullidos y soledad

La alondra apabullada

Tratando de ocultarse del temblor

¿Cómo será amanecer sin ti?

¿Como calmar estas cosas que duelen?

Con la palabra descarriada de tanto amor sin dueño

p

Thursday, January 29, 2009

POESIA

"Marchate ahora, Precisamente ahora"....
Autor: Adela Soto Alvarez



Te fuiste lento


Removiendo la raíz sin que advirtiera


Tus falsos dientes ajusticiándolo todo


Era lógico después de tantos vientos afrodisíacos


De tu afán por inventar cada ternura


Cuando realmente no te brotaba nada


Solamente la soez del árbol que agoniza


Y pensar que sacudí mis vísceras


E hice renacer cada palabra


Y hasta me endeudé con los anhelos


Para ofrecerte siempre


Algo que supiera a no me olvides


Ahora estas silente,


Lejano


Muerto en mi interior


Tú que llegaste hasta el fondo


Con tu lujuria superior


Tú que en pocos días fuiste más


Que veinte años de néctar fructífero


Ese hombre imaginado


Que me hacia temblar con sólo un gesto


¿Qué fue lo qué quedó


De la fiebre organizada


De los arrullos aprendidos


En tu academia de devorarlo todo?


¿Dónde está la lividez


El suspiro superior


Los trescientos sesenta y cinco días repetidos?


Lejos de ti todo duele


Todo sabe a fango inoculado


A gorrioncillo muerto


A aletear de palomas sin regreso

POESIA


CUANDO LLEGARA ESE DIA
por: Adela Soto Alvarez


Cuando llegará ese día

En que pueda apretarme a tu destino

Ser nuevamente tu diosa

Y tú seas mi rey
Sentir que me vives y te vivo
Escuchar que la noche es nuestra

Porque la inventamos
Sin riberas ni prejuicios


Cuando llegará ese día

En que deje de estrellarse el cielo

Y se calme este sinsabor que me encarcela

Esta distancia de tí que me arrincona

Cuando llegará ese día
En que pueda huir

Sin que me arresten
En que pueda convocar
Un amanecer sin luchas
Y mi nombre sea más que el humo

Que sepulta lo que fui

Tras su silueta


QUIERO QUE SEPAS


Quiero que sepas
que vivo un sacrificio

Perseguida por la envidia y las pirañas

Que no saben de química
Ni sueños


Quiero que sepas
que me lanzan el anzuelo
la cornada

Y luego me regalan
Rosas suicidas y salvajes


Quiero que sepas
Que es muy rara esta nieve que me acosa

Que llega de ribera milenarias
Donde no tengo muelles

Ni siquiera un pedazo donde anclarme


Quiero que sepas
Que continúo sometida
Al cruel destierro
Donde la soledad me ahoga
Y tu adiós se me hace insoportable

Wednesday, January 28, 2009

POESIA


PUREZA
AUTOR: ADELA SOTO ALVAREZ



Si te digo que soy Pura

Es porque hago cosas puras,

Y venzo el miedo

Sin garantías ni promesas

Porque te amo sin falsos herméticos

Abierta y grave
Desde lejos

A través de siglos de distancia

Y en múltiples noches de entrega y madrugada

Porque no pido más que tu cariño

Porque soy dueña de mis actos

Porque te doy y recibo tu voz

Sin nombramientos,

Ni artificios,

Ni formales apariencias

Ni firmas matrimoniales

Ni siquiera te exijo el compartir tu lecho

Porque te amo como se ama la vida

Porque eres la vida

Te amo desde mi libertad y mis costumbres

Como el sol y la luna

Con claridad y entrega

Porque eres las nubes

La alborada

Y hasta mis candilejas

Y porque me da la gana

De amarte todo,entero

Te digo que soy Pura

Aunque no exista la pureza

Porque te amo pura

Porque se que eres y te quedarás

Porque te encontré y estás en mí

desde hace más de un siglo.

Tú fuiste mi otra vida

La presente

La próxima

La que me toque quiero que sea contigo

Bajo la enredadera del más puro sortilegio

Allí, donde no exista el prejuicio

Ni las contradicciones

Donde seas tu mismo

Y yo sea tu reina

Te digo que soy pura

Porque te siento virgen a pesar

De saberte en otro cuerpo

Y no fue por tu aroma

Ni tus ojos preñados en los míos

Ni siquiera por tus manos rozando mis ijares.

Tampoco fue tu palabra tierna

Tu beso prolongado

Tu orgasmo perfecto

Tu olor a selva y grana

Ni la forma de decirme te quiero

No me regalaste hojitas secas

Ni rosasNi jazmines

No me impregnaste el grito del deseo

Ni me bañaste la esperanza

Con Azahares

O lirios traídos del oriente.

Crecí noche a noche bajo tu arrullo

Bajo diferencias y temas escabrosos

Escuchándote ardiente y confundido

Sin valor para gritarme tus locuras.

De cámaras digitales
De líneas eróticas,

De palabras profanando mi demencia.

Te digo que soy pura

Porque te amo pura

Porque te siento pura

Porque te adoro pura

Porque la pureza es la forma que tengo

De entregarme

Porque eres y serás esa pureza

Porque todo fue sucediendo

Y eso basta.

Monday, January 26, 2009

CUBA Y SU REALIDAD

UN AÑO MAS DEL NATALICIO
DEL APOSTOL
DE LA INDEPENDENCIA DE CUBA

POR : ADELA SOTO ALVAREZ
-----
"Ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país...", le escribía José Martí a su amigo Manuel Mercado poco antes de marchar al combate.
------

El 28 de enero se cumple un año más del nacimiento de nuestro apóstol José Julián Martí y Pérez, una de las más distinguidas figuras de nuestro país, por lo que los cubanos amantes de su ejemplar obra lo debemos recordar con inmensa devoción y respeto, no sólo por su inmortal figura, sino por el legado que dejó tanto en la ideología como en las letras.
Para quienes no lo concen es importante decir que nació en la calle Paula en ciudad de La Habana en el año l853. Hijo de Don Mariano Martí y Doña Leonor Pérez ambos de orígen español residentes en la isla.
Pero lo más importante es decir que José Martí fue un hombre de basta sabiduría destacado como escritor, poeta, periodista, orador, maestro, y combatiente de la lucha independentista cubana, entre otros atributos que le corresponden.
Sufrió los rigores del exilio en España y Estados Unidos, así como en otros países de Latinoamérica a causa de sus actividades contestatarias a favor de la independencia de Cuba. Lucha que libró hasta que cayó mortalmente herido el 19 de mayo de 1895 en Dos Ríos, provincia oriental .
Por eso, conociendo a profundidad la represión que se acrecienta en Cuba contra los prisioneros políticos y de conciencia, la oposición pacífica y todo aquel que disiente de la ideología que impone el régimen, es por lo que tenemos que seguir siendo inclaudicables defensores de la libre expresión y luchar para lograrlo como lo hizo nuestro ápostol hasta la muerte.
Debemos conocer que a pesar del tiempo transcurrido, el legado martiano aún ofrece muchas lecciones al mundo y a los cubanos que lo aman y respetan.
Hoy más que nunca, la vigencia de su legado puede verse a simple vista, en una época en la que los cubanos atraviesan una crisis similar a la que afrontaban los exiliados del siglo pasado, por lo que valdría la pena revisar este legado en un estado de conciencia verdaderamente martiano, con el objetivo de horrar a nuestro héroe de Dos Ríos, no solamente repitiendo sus frases sino cumpliendo a cabalidad con sus sabios pensamietnos, esos que salieron de su pluma en cada momento y que fueron expresados con la más sabia de las filosofías.
De lo ontrario tantos pensamientos correrían el riego de perderse para siempre en la peor de las demagogias, y eso no sería justo después de una entrega en cuerpo y alma.
La obra literaria de nuestro apóstol, no se puede separar de su lucha por la independencia de nuestra patria, y mucho menos de la libertad de expresión.
Porque no existe una sóla página de su basta obra donde no esté presente el sacrificio y las ansias librepensadoras todas llenan de una enseñanza patriótica y un ejemplo a seguir cuando escribió:
-De andar ente libros, se llega a tener su color y sabiduría.
-La lectura estimula, enciende, aviva, y es como soplo de aire fresco sobre la hoguera resguardada, que se lleva las cenizas y deja al aire el fuego.
- Quien sepa de letras será justo.
-Los libros que definen, calman.
-Saber leer es saber andar.
-Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía..
-La libertad y la inteligencia son la natural atmósfera del hombre, sin aire la tierra muere, sin libertad y sin aire propio y esencial nada vive.
-El pensamiento mismo tan intangible y expansivo sin libertad se recoge afligido, como el alma de una niña pura a la mirada de un deseador de oficio.
-La libertad es la condición ineludible de toda obra útil.
-Sólo la libertad trae consigo la paz y la riqueza.
¡Cuantas sabias palabras, cuantos principios filosóficos y optimismo por el presente y futuro! Entonces por qué no continuar su legado, con su mismo espíritu en aras de la libertad que merecemos.
Como podemos apreciar José Martí no solamente tuvo el privilegio de llevar al papel toda la experiencia y la veracidad de su gran pensamiento, sino que fue un arduo combatiente en contra de la tiranía y siempre con la frente en alto. Por eso hoy es y debe ser siempre para todas las generaciones que sufrimos atados por las mismas cadenas un ejemplo de trasendencia de su legado.
En cada palabra nos vamos adentrando en el gran conocimiento que Martí tenía de los grandes legados, y la importancia de éstos en la historia de los pueblos.
Sabía que la humanidad se había transformado sustancialmente desde la Crucifixión de Cristo, y que América adquirió una nueva dignidad a partir de las hazañas de Bolívar.
También era consciente del valor de su propio legado, y de la necesidad de que Cuba se transformara sustancialmente y adquiriera una dignidad diferente.
Cayó de su caballo "de cara al sol", como dijo en sus versos sencillos, pero a sabiendas de que "la Patria es ara y no pedestal".
Desde entonces escaló peldaños reservados a los héroes más sagrados y se le consideró el Apóstol de la Independencia de Cuba.
Difícilmente habría aceptado en vida ese título, y por supuesto que si pudiera renunciaría a él a cambio de la libertad de Cuba.
Su pensamiento limpio y lleno de sabiduría nos enseñan e impulsan día a día a no permitir que nuestros hermanos continúen expuesto al escarnio público por luchar por la libertad que se merecen.
Nuestro apóstol y maestro no murió en vano, hoy en un año más del aniversario de su natalicio honremos sus palabras siendo cada vez más humanos, y luchemos incansablemente llevando como consignas su legado

Thursday, January 22, 2009

POESIA


SEXTO CAUCE
POR: ADELA SOTO ALVAREZ



Tal vez sean las huellas

Del espanto

Tu actitud en contra de los muelles

O esa forma de asirte al devaneo

Pero palpo en tu voz

Poca elocuencia

Un raz de nubes borrascosas

Tratando de justificar lo imperdonable.

Sin importante si deambulo

Sobre la espina mayor


Te dije apagaras las brazas

Que no era tiempo

Y menos con una realidad

Perpetua E Inacabable

Pero nada te importo

Y continuaste presto a demolerme

Tratando de que mi última sinfonía

Estrenara su trino

Tú tan sabio y audaz

El sabelotodo

El juez implacable

El hombre luz

Repleto de luces falsas

Te afincaste imperecedero

Sobre el hambre

Y arrullaste mi dolor

Entre hipócritas cantatas

Y palabras rebuscadas



Hoy te me pareces más al terremoto

Más a los afanes destructores

Mucho más a la serpiente nocturna

Que perfila el lugar que muerde


No es justo que me abra

Y tú te cierres


Que pregones el sol

Y me ofrezcas

Un maremoto de incertidumbres


Por eso nuevamente me reclino

Asombrosamente virgen

Y veo como todo fue una mentira

Cultivada en las entrañas

De un sentimiento fértil


Ahora de nada valen mis reclamos

Si te aferras a tu verdad

Managloreandote de una estirpe inocente

Y haciendo que vayan al precipicio

Tantas noches en vela

Tantos suspiros elaborados


Tal vez te sientas prepotente

O un Adonis nítido

Perpetuando la persistencia

En cada pecho que destruyes


Pero tú pecado mayor

No son mis lágrimas

Serán las tuyas

Cuando descubras que no existo

Que llegó la mañana y no aparezco

Que perdiste en un instante

Tú anhelo superior

Mi sexto cauce


POESIA


MIEDOS
Por Adela Soto Alvarez


Tengo un montón de miedos sueltos

Una enorme orfandad

Que martiriza.

Tengo ganas de huir

De ser yo misma

De gritar que he perdido

La confianza

Que no encontré la luna

Ni un hechizo

Que me duele el dolor

De los dolores

Que me duele

El caminar sobre los rieles

Que me duele mirar

Y no ver nada

Tengo un montón de miedos

Prologados


Con nombres propios


Comunes


Y animales


Pero todos colgados


Sumergidos


Atrapando la paz


Que se disfraza

Tengo un montón de miedos


Cabizbajos


Llenos de una maldad


Demoledora


Que erupcionan en mi’


Y me enloquecen

Tengo miedo de ti


De tus albores


De lo qué pueda suceder


Cuando me beses.


POESIA


INTERROGANTES
POR: ADELA SOTO ALVAREZ


¿Qué hago aquí ausente y sin remedio?
Yo que emprendí el camino
Con la frente en alto
Y el corazón sin dueños


¿Qué hice mil cabriolas para que
Mi pasado fuera sólo presente
Y la paz me llevara por senderos
Lumínicos?


¿Dónde esta tú protección
Mis naves
y mi constante guerra?


¿Dónde el último beso
Las rosas y mis libros?


¿Por qué hago este poema
y mis ojos se atizan?


¿Por qué estoy extraviada
y no encuentro la puerta?


Wednesday, January 21, 2009

POESIA

PREGUNTAS.
Por Adela Aoto Alvarez


¿Por qué si estas hecho de nostalgia lo eres todo?

Aunque nunca te vea

Aunque sólo te sienta

Mil pasos más allá
Inaccesible

Deshaciéndote como una sombra

Que aparece y se esfuma


¿Por qué si estas hecho de nostalgia lo eres todo?

Todo para mí como una urgencia

Sin importarme lo fugaz

Ni lo imperfecto

Ni la casa vacía

Ni tanta espera larga

Ni siquiera ese miedo de que nadie me salve



¿Por qué si estas hecho de nostalgia lo eres todo?

Aunque no llegue nadie

Aunque nunca me llegues

Y tejo la madeja creyéndome Penélope

Y te pienso Odiseo contra todos los mares

Y regreso a las ruinas que me dejó tu ausencia

Esperando que un día

O no esperando nada.

Monday, January 19, 2009

POESIA

Por Adela Soto Alvarez

REALIDAD

Yo vine aquí en sueños
Y vi la paz reinar sobre las calles
Amapolas silvestres abanicar la tarde
Y una llovizna fina
Acariciarme el rostro

Yo vine aquí en cuerpo
Buscando la identidad usurpada
Y choqué con mil etnias
Con mil contradicciones

No hubo confesionario
Para mis ojos turbios
Ni hubo contemplaciones
Para mis pies descalzos

Aun así caminé
Busqué
Y me afané
Creyendo en la armonía de la sangre

Pero en cada esquina
Encontraba a un verdugo
Y en cada oportunidad
Se ocultaba un infausto

Aun así continué a pecho descubierto
Me hice visible
Traspase la ciudad
Tomé fármacos parar la incertidumbre
Y creí en una asfixia pasajera

Soplaban vientos de derecha a izquierda
Soplaban solapados de izquierda a derecha
Volaban papeles con el timbre de guerra
Y una ausencia grande invadía mis pasos

Como una ambigua nave
Circulé sobre el río
Esperando que el viento me trajera un deleite
O aunque fuera una casa donde poder asirme

Y tan sólo me gradué
De vagabunda
Con tres postgrados de imbécil
Uno de estupidez
Y una maestría en “Desencanto”

Saturday, January 17, 2009

POESIA

Por: ADELA SOTO ALVAREZ
Del poemarío
"BAJO UN RELOJ DE ARENA"
MIAMI-2006

TRISTE MUJER


Soy una mujer desconsolada
Que gimotea
Su pasado y presente


Una mujer que se fue y no se ha ido


Intensa como su blindaje
Pero que deambula entre la noche
Atrapada por un insomnio múltiple

Una mujer con bridas familiares
Con recuerdos paganos
incómodos
Y difíciles

Con un escuadrón de penas
Monstruosas y radiantes

Con varios sueños rotos
Cursiles y aberrados

Mezclados con un poco

de altivez

asco y hastío



MIRANDO LA CIUDAD


Estoy mirando la ciudad
Escuchando su ruido escandaloso
Su manera de seducir la noche

Y la miro de pie
Sin conmoverme
Como si no fuera conmigo
Esa verdad que enarbolan
Las voces a lo lejos

Estoy mirando la ciudad
Como si en ella no hubieran
Escombros de mi pasado

Como si el polvo que la sepulta
No fuera también el polvo que vertí
En tantos años de credulidad severa

Sin embargo la miro desde lejos
Haciéndome la dura triunfadora

La mujer que cruzó el mar
En una tabla
Y dejó hasta su perro a la intemperie

Estoy mirando la ciudad
Y sin embargo…
Tocan a degüello mis sentidos
Y el dolor se amontona sin remedio




COSAS DE LA CUBA DE HOY

Capítulo de la Novela Testimonio
"EL IMPERIO DE LA SIMULACION"
MIAMI-2005

ANECDOTAS DEL MANICOMIO
Por: Adela Soto Alvarez


Fue una tarde de sorpresas, increíblemente me habían enviado para Cuba con la misión internacionalista sin cumplir, pero con un diagnóstico de neurosis complicada con trastornos emocionales, aunque nunca dijeron: "Decepcionada de la vida y enferma de tantos maltratos psicológicos ".

Pero bueno nada me importaban las prescripciones en ese momento, lo que necesitaba era huir de aquel torbellino de amarguras, acosos y miedos que por más treinta meses me estuvo turbando la psiquis.Pensé había llegado a mi hogar, pero desgraciadamente no fue así.

Después de bajar del avión solamente tropecé con silencios, rostros desconocidos y muy serios, frialdad y dos ambulancias llenas de enfermeras, que de forma rápida me suministraban auxilios y medicamentos, sin dejar de mirar para mi rostro.
Imaginé parecerles una extraterrestre por sus expresiones, por lo que disimuladamente traté de encontrarme en los reflejos de uno de los cristales de las ventanas, que aunque cerradas herméticamente permitían mi reflejo aunque con una débil silueta.

La sirena de la ambulancia pedía vía a grito limpio, hasta creí que estaba totalmente loca o muy enferma y me lo habían ocultado, pero mucha más loca me sentí cuando me bajaron en la consulta del cuerpo de guardia, y a corta distancia divisé a algunos pacientes que esperaban ser atendidos, los que por su porte y aspecto turbado me delataban a la claras que había llegado a un hospital psiquiátrico.

Aquí solamente me esperaba una nueva odisea de incomprensiones, porque no me sabía loca, aunque era el diagnostico emitido por el médico de la misión, y así sin respuestas comencé mi nueva vida entre fuertes medicamentos, rostros desconocidos, jóvenes escondiéndose de sus recuerdos, otros buscando el azul del firmamento entre el pequeño espacio de sus manos y yo con el exagerado peso de la soledad en las costillas y los ojos llenos de acusaciones.

Dormía y dormía, soñaba y soñaba siempre con los destellos de la luz perturbado en todo momento por el tridente del miedo que punzaba mis neuronas.

Entonces fue cuando estuve segura que toda la tristeza del mundo se había adueñado de mi pobre esqueleto.

¿Tanto daño había hecho en otras vidas, sería el pago a quién sabe que karma? Lo cierto fue que nunca más supe que cosa era ser feliz, este sentimiento nunca más fue capaz de invadirme y entre una melancolía y otra deambule por la vida.

No puedo asegurar el tiempo que transcurrió mientras mi cuerpo permanecía inmutable a la metamorfosis, pero la realidad fue que desperté con el sonido de una lata que atada al tobillo de una muchacha producía un extraño ruido y que según me confesó, la llevaba allí, por si la muerte le llegaba sin avisarle le sirviera de ancla en su vuelo al infinito, pues su mayor anhelo era no regresar nunca más a la tierra, sino vivir su otra vida en una nube.La miré con tristeza y admiración a la vez .Su mensaje era muy bueno y me hizo pensar.

Entonces recorrí todo el cubículo despacito para percatarme de todo lo que en él había.Caminé en silencio por los pasillos, necesitaba limpiar un poco la piel del asco y la in animación, por eso para salir de mis pensamientos hice lo posible por evadir la realidad tratando de conocer a los que allí habitaban.

El hospital era enorme, salas, pasillos, cubículos aislados y cerrados herméticamente puertas que tal vez te llevaban a la eternidad o al patíbulo.
Incógnitas, escepticismo, una gama de pesares recubiertos por los golpes de la vida, la incomprensión y la abulia como manjares de primer orden , por eso caminé deteniéndome a cada paso y observando como mis compañeros de infortunio tenían todos la mirada perdida en la misma nube que decía la muchacha.

Así anduve por varías horas, hasta que llegué a los cuartos de arriba, los que se denominaban “de los crónicos”.

Allí pude ser testigo de cómo se quemaban el pelo con un cigarro unos a los otros .Un muchacho como de veinticinco años arrastraba una piedra con un cordel creyéndola un juguete. Una jovencita de unos dieciocho años cargaba una muñeca de trapo y le cantaba enajenada:

-Duerme niña, duerme niña mía- a la vez que reía mirándola tiernamente.

A pocos metros Tutú, porque así le apodaban al anciano, contaba unos cigarros y decía que eran para el emperador, porque un jovencito se los quería quitar.

Frente a ellos estaban cinco más de diferentes edades con las ropas deshechas por el uso y los zapatos rotos, velando al que entrara o saliera para picarles un cigarro o pedirles unas monedas para comprar alguna golosina en la cafetería del hospital.

En una de las esquinas del recibidor sentada sobre una desvencijada silla de hierro estaba Clara con la mirada ausente y la memoria atada al mal de amores.

Se había pasado muchos años de curandero en curandero tratando de lograr un amarré para Carlos Méndez un hombre que nunca la amó, pero ella lo llevaba para siempre en el deseo.
Deseo que la condujo a la neurosis y de esta al manicomio.Junto a ella de pie con un donaire prepotente, se veía erguida a María la Isleña una de las mujeres más voluntariosas de su aldea.

Dicen que el padre la crió como a un macho y ella se lo tomó tan en serio que cuando en un desliz le hicieron una barriga, la soltó sobre las ancas de un caballo que trataba de domar a fuerza de látigo.

De ahí que se le destapó la crisis que ahora la tiene con un pedazo de madera envuelto en un trapo asegurándoles a todos que es la hija que murió pero los santos africanos se la convirtieron en madera para que fuera eterna.

A unos pocos metros de estas, el negro Petronilo observándolo todo sin que se le escapara ni el más mínimo detalle y anotando en una vieja libreta todos los sucesos cotidianos.
Sobre el pecho descubierto exhibía con orgullo la esfinge de la Caridad del Cobre sujeta con un cordel tan sucio como sus harapos, a la vez que convocaba a los demás recluidos a rezar tres padres nuestros y tres aves María, para evitar ser víctimas de los horrores del infierno hospitalario.

Sor Marina no lo soportaba, como es lógico en aquellos que no aceptan la verdad porque piensan que lo de ellos es lo bueno, el resto todo es diabólico, por eso le gritaba Belcebú.

Esta pobre mujer no encontraba tregua a su constante contienda. Dicen los más viejos del manicomio que se auto agredía para llegar a Cristo y hasta se clavó la palma de las manos con dos clavos herrumbrosos que casi le provocan el tétano, porque quería ser canonizada como santa, por eso también decía que le escribió al Obispo trescientas cartas y quinientas al Papa, aunque la mayoría aseguraba que la familia no creía en su santidad, pues se filtró que le comunicaron al médico de asistencia que había sido la única oveja descarriada de la familia y que la cuenta se les había perdido ,pero en los últimos datos callejeros se supo que tuvo hombres hasta por telepatía.

Menelao y Casilda otros dos infelices dementes, se habían dado a la tarea de componer el mundo y aunque decidieron no creer en los hombres porque se consideraban enviados de la providencia, todo el tiempo se la pasaban haciendo lo posible por sacar a los hundidos a flote de los claustros del hospital.

Así se les veía desde las primeras horas de la mañana rodeados de un alta concurrencia que entre aplausos y gritos elogiaban los discursos incoherentes que repetían, algunas veces hasta en octosílabos con una musicalidad increíble y otras a puro llanto.

Algunos pacientes dicen que Casilda cuando joven fue una buena escritora pero un descabellado amor por un cantante de ópera la trastornó, tal vez por eso cuando no estaba remendando las grietas de la sociedad para ella más loca que los locos recluidos, se la pasaba remendando las de su corazón y apretando contra su pecho con sus viejas y cuarteadas manos la chamuscada foto del cantante.

También afirmaban que en un cajón que guardaba con celo debajo de la cama, tenía toda la obra musical del ingrato, el que no sólo la convirtió en un pájaro errante, sino que la sumergió en la jaba del argot mal intencionado de los lenguinos gratuitos y a sueldo.

Quizás Casilda no estaba tan loca como reafirmaban los fármacos que le suministraban en cantidades espantosas. Yo que la observé mucho tiempo y analicé minuciosamente pienso que estaba enferma de soledad como el resto de los que habitamos la tierra.

Tongo el barbero de mi pueblo para mi asombro también estaba recluido en este hospital psiquiátrico.

Fue chulo por muchos años, de él tengo muchas acedotas que prefiero no contar porque tiene que ver con mi familia, lo que si les aseguro es que cuando lo descubrí a pesar de estar enmascarado detrás de una espesa y sucia barba ,me dieron deseos de patearlo hasta verlo morir, pero como nada iba a lograr con eso, sino que me transfirieran al mismo grupo de los crónicos preferí tragar una vez más ,porque en un final ahora no era más que un hombre agonizante con el sexo vencido, además recordé lo que siempre me dijo mi abuela, que a veces los hombres son lo que la sociedad los obliga a ser, porque no son más que el reflejo y el producto de la humanidad en que nacen y se desarrollan.

Allí junto a Tongo siempre está Jiky la más diestra prostituta de mi aldea, digo la que en vida fue, porque ahora pertenece a la gran rebelión contra los cuerdos y propiedad privada de los loqueros de turno

A Jiky le había dado por chuparle el rabo a la jutía y no soltaba la latita de alcohol, sustancia que sustraían sus cómplices de la enfermería y se la cambiaban por los cigarros que le daban diariamente para que calmara sus excesos, que aunque se propagandizaba por todos los medios de prensa que daña la salud, los locos tienen su cuota muy bien protegida.

No exagero si afirmo que más sistemática que la propia alimentación.Jiky cada vez que estaba en total estado de embriagues iba a sentarse en uno de los bancos del parquecito del manicomio.

Allí se pasaba las horas gimiendo con las piernas más abiertas que una tijera, hasta que Sansón con su melena a media espalda y el florete encendido se le abalanzaba haciéndole justicia delante de todos los presentes.

Este espectáculo nocturno se había convertido en la mejor o tal vez la única recreación de los enfermos, todo bajo la imaginaria guitarra de Paco de Lucia, que tocaba su también imaginaria balada española y de cuando en cuando hacía un paréntesis musical para masturbarse públicamente.

Frente a este espectáculo nocturno estaba Filito un anciano octogenario que no tuvo niñez, ni adolescencia y en ese momento la quemaba dirigiendo la manada de psiquiátricos a pura orden Filito cuando no estaba en el flanco delantero obligando a los demás a hacer lo que a él se le antojaba, sin importarle criterios, deseos e ideas, que aunque perturbadas a veces, eran mejores que las de los denominados cuerdos, se la pasaba jugando a los soldaditos de plomo con los seres humanos, porque se le había metido en la cabeza que todos allí estaban bajo su ordene y mando.

Cuando supe su verdad sentí pena por él, pobre viejo, realmente se le había quedado frustrada la infancia en el subconsciente y como ya no estaba consciente le afloraba la frustrada niñez, por lo que se vengaba sin darse cuenta de los más infelices.
De segunda al mando estaba Casilda, una endurecida mujer que no perdía la manía de revisar todo lo que le rodeaba para después arremeter contra el primero que la mirara a derechas.Casilda tenía más de siete ingresos desde su juventud, por eso en sus ojos el odio habitaba como lentes de contacto .

Algunos afirmaban que su locura estribaba en la frustración de no poder tener hijos, porque un médico le cortó los órganos productivos para evitarle el embarazo, que según las malas lenguas era de él y no quería que le saliera a la cara.Este médico limpió su supuesto pecado, y la pobre mujer languidecía sin importarle a nadie.

Muchos pensaban que sudaba, pero yo que la observé detenidamente sabía que lo que corría por sus mejillas no eran gotas de calor, sino del llanto del alma.Cristina era la secretaria, jovencita y hermosa, no supe su edad, pero parecía una adolescente.

Cuando menos se esperaba quedaba ante todos como dios la trajo al mundo y sin el menor pudor se contoneaba por el lugar despertando el apetito carnal entre la demente concurrencia.Tenía los ojos grandes y expresivos, parecían ojos de oración siempre mirando al cielo.

Al observadla cualquiera podía pensar que el grito saldría en cualquier momento, pero a la pobre muchacha no le quedaba voz, por eso no soltaba el pedazo de cartón que sujeto fuertemente permanecía todo el tiempo entre sus manos y expuesto a la concurrencia.

En este pedazo de cartón decía con letras negras y grandes:”En estos tiempos es mejor estar mudo y loco, la gente puede despertar y entonces dónde se meten los parlanchines y cuerdos”.Entre cuchicheos, murmullos y un lenguaje intimo y secreto, propio de los impedidos mentales, se comentaba muy cerca del patiecito intermedio que daba a las salas de atrásla intervención de Satanás el diablo, en cuatro ahorcamientos ocurridos en cadena días antes de mi ingreso.

Uno de ellos, según decía un anciana a la que todos llamaban la Clarividente , fue el de una poetisa sin suerte que desenfundó su musa en una tertulia literaria dirigida por un Topo sabio en literatura y amiguismo barato, y que la descuartizó sin darse cuanta que el que comienza en el arte carece de conocimientos y necesita ayuda especializada.

Lo cierto fue que aseguraban que la ingenua muchacha además de novata ante el enfrentamiento con los trogloditas de la palestra oficial , ante la vergüenza pública no encontraron más salida que ponerse la soga al cuello, afectada por la constante paranoia de escuchar hasta a los perros y a los gatos gritarles cursi.

Solamente de esta muerte se supo las causas y no de las otras porque antes del ahorcamiento le había escrito una carta a Bárbara la Leguleya de los pobres, creyendo que esta le haría justicia.

La pobre muchacha se apuro tanto en morir que no pudo enterarse que ya Bárbara había dejado el oficio de leguleya por el de Elena de Troya.

¿Quién sabe si dentro de aquellos enfermos mentales habían héroes marginados, militares valientes y sin suerte, mujeres mancilladas o cometidas y otras enfermas por la mala suerte y la incomprensión social, además de los sometimientos y agresividad de los propios seres humanos.

Indudablemente la locura encontró cobija en la mente de estos pobres hombres y mujeres convirtiéndolos en el alma y reír de los que alaban la cordura, sin darse cuenta que en el mundo el hombre no es más que el bufón de un espectáculo y la sociedad la concurrencia que los juzga degüella y aplaude.

Debatiéndome entre estos pensamientos estuve por un tiempo indeterminadado, así llegó el almuerzo cargado de nuevos conflictos y experiencias.

Los empleados de la enfermería juntaban a los enfermos como manada, después los dirigían a las mesas colectivas donde los esperaba el alimento , el que servían en bandejas de aluminio en mal estado y donde la variedad no pasaba de un poquito de arroz, chícharos y un huevo hervido de color verde por las horas que llevaba de cocido.

Todo esto acompañado de una cucharada sopera de dulce de boniato, leche si había abundante, pero a granel servida en un cubo plástico que por tapa llevaba un paño de color gris, que tal vez en su inicio fue blanco, pero ya el empercudimiento y la suciedad le habían cambiado de color.

Esta leche no se podía ingerir hasta después de terminado el almuerzo, por eso los enfermos agudos comían desesperadamente para ver quien era el primero en introducir en el cubo su jarro o lata, mientras los crónicos se abalanzaban sin terminar el almuerzo embarrándose hasta el pelo con la leche que a la vez sapuleteaban a causa del desequilibrio corporal .

Todo era un verdadero desastre y mucho mayor cuando escuchabas las palabras descompuestas de los empleados de servicio de comedor que sin conciencia los empujaban hasta derribarlos en el piso.Solamente los ingresados en observación podían almorzar con un poco de tranquilidad.

Aquellas escenas parecían tomas de una película de ficción.No podía dar crédito a lo que mis ojos veían, ¿cómo era posible que estuviera allí, estaría loca, todos estarían locos, o tal vez los habían vuelto locos? Y digo así por una historia que recontó una anciana días después sobre lo sucedido a Lucas y estoy segura que fue tal como me lo contó.

Según me contó la anciana Lucas era un joven normal de veintidós años, algo mimado por ser el menor de cinco hermanos, y criado bajo la saya de la madre como dice el refránPero no se metía con nadie, y se pasaba todo el día escuchando música en una grabadora que ella y el padre le regalaron, gracias a unos ahorros de casi diez años, y desearon estimularlos como padres al fin.

Este joven escuchaba música en compañía de varios amiguitos del barrio y disfrutaba como es común en la juventud de música extranjera, pues la nacional no a todos le interesa.La anciana me aseguró que un buen día apareció en una escuela cercana a su domicilio un cartel en contra del régimen imperante pidiendo libertad y comida.

Como es de imaginarse inmediatamente la zona se convirtió en un puesto de mando del ejército y entre estos los Búhos del Núcleo de Moralistas y las cornetas de turno pidiendo sangre para el culpable.

Entre las investigaciones realizadas estuvo la entrevista a todos los jóvenes sospechosos de la cuadra, y no por delincuentes, sino porque no trabajaban, ni estudiaban muchos tenían aplicada la peligrosidad, y no porque hicieron algo indebido, sino por si lo hacían.

Entre estos estaba Lucas que aunque no era, ni lo uno ni lo otro, no trabajaba ni estudiaba por problemas de salud, y sí escuchaba música extrajera y se agrupaba en las esquinas para calmar el tedio.

Inmaduro e introvertido se sintió acusado con la entrevista creyendo que pudieran culparlo, por lo que trató de hacer algo para librarse de la acusación, entonces fue cuando pensó actuar como un enfermo psiquiátrico y se abalanzo sobre la calle dejándose caer en medio de la vía.Los vecinos al ver aquello gritaron asustados.

Uno de los más cercanos corrió en su auxilio y lo levantó de la vía evitando que un vehículo lo aplastara.

Por otra parte los oficiales del puesto de mando instalado provisionalmente en el lugar, llamaron al carro patrullero y éste lo condujo al hospital, de este lo trasladaron al Psiquiátrico, lugar donde es mejor no ir nunca.

Desgraciadamente Lucas era muy inexperto y joven y sin comunicarle a nadie su miedo y mucho menos lo que hizo y el por qué lo hizo, pero creyó encontrar en este hospital su salvación y allí estuvo durante un largo tiempo, entre fuertes psicofármacos que no necesitaba y electrochoques que tampoco llevaba, y al cabo de dos meses al joven Lucas le fue diagnosticada una esquizofrenia paranoide crónica.

Según la madre se cansó de pedir explicaciones a los médicos de asistencia del hijo sobre la inesperada enfermedad, incluso se dirigió hacía la dirección del hospital y se quejó delante de la directora la cual con mucha ironía y tal vez contagiada y manipulado por el poder, la expulso de su oficina amenazándola con ingresarla a ella también si continuaba haciéndole preguntas.

Para Lucas no hubo cura, ni para el viejo corazón de la anciana que desde ese mismo momento comenzó a vegetar la muerte en vida de su querido hijo.

Estas cosas cuando se escuchan parecen producto de la imaginación senil, o la ficción sin embargo son tan ciertas como la propia vida, lo que sucede es que no todos tenemos la desgracia de pasar por la cruel experiencia de un hospital psiquiátrico cubano, y ser fieles testigos, aunque sin voz ni voto de la maravillas que suceden en él.

El hospital Psiquiátrico o el Manicomio como también se le llama, es un mundo independiente al que habitamos. En el transcurren las horas reales y concisas, en el hasta el intelecto se te amplia conociendo o recordando a grandes figuras de la historia, la mitología griega, a los corsarios más consagrados o a los guerreros de la epopeya.
Lo mismo te tropiezas en el pasillo con el Rey Arturo, que con Guillermo Tel., Carlos Magno, El Quijote, Dulcinea, Napoleón, El César, Apolo, Adonis, Zeus, o un escuadrón de mandarines chinos, soplones, o un cazador de espías, pero todos envueltos en un pesar profundo y dueños únicamente del pedacito de tierra que tienen debajo de sus pies.

A veces se te olvida que eres humana y te sientes ficticia, ave errante, una reliquia o un jeroglífico increíble, porque estas tan agotada emocionalmente, que te unes a la legión de fantasmas y hasta te haces llamar de alguna manera para recuperar la identidad perdida.

Lo importante es caminar por las salas, darte cuenta de la cantidad de personas afectadas, unos por la felonía de la suerte, otros carentes de amor, y el mismo estado depresivo los hace perderse dentro de la evasión , la que los conduce muchas veces a la total locura.

Pero no es más que la falta de confianza, la necesidad de expresarse, poder decir y tener que callar.

Yo diría sin temor a equivocarme que el silencio obligatorio, la inconformidad y la falta de comunicación es una de las causas mas frecuentes de la demencia.Por ejemplo mi caso, tal vez no lo deba llamar así, pero estaba allí junto a los demás enfermos mentales, estaba allí abatida, con miles de pensamientos juzgándome, queriendo tomar venganza por mis propias manos, y después arrepintiéndome de tantos malos pensamientos.

En fin no era otra cosa que una mujer llena de contradicciones, con mucho amor para dar, pero decepcionada de todo y de todos, encerrada en una cápsula de miedo de la cual no podía salir e inevitablemente afectada de sus facultades mentales ante la luz pública.Al fin llegó el día de la primera terapia de grupo tan anunciada desde semanas anteriores.

Nos reunieron como al ganado en una pequeña salita pequeña pero muy ventilada, varios cuadros de diferentes paisajes adornaban sus paredes, al fondo un amplio librero que ocupaba toda la pared lleno de valiosos libros de literatura e históricos, aunque por el polvo que tenían cualquiera podía darse cuanta que eran poco utilizados.

Frente a este librero estaba la gran mesa en forma de círculo y rodeada de l4 sillas tapizadas con vinyl, en el otro extremo una mesita mas pequeña con las historias clínicas encima y custodiada por un hombre medio calvo y de gruesos espejuelos casi colgándole de la prominente nariz y sin dejar ni un solo momento de recorrer con la vista a los presentes a la vez que daba golpecitos con la yema de los dedos encima de la mesa.Pensé en un acto ocasional, después supe que era un tic nervioso.

La secretaria de la sala lo presentó como el jefe de los servicios de psiquiatría, a mi se me antojó un jardinero jubilado y muy atropellado por la vida y sobre todo tan demente como los más crónicos del hospital.

A su alrededor habían dos enfermeros y cuatro médicos, entre ellos el Doctor Tony, o más bien Tonito, porque así le decían muchos empleados y familiares de algunos pacientes, quien no dejaba de masticar un pedacito de papel, que desde que llegó a la sala había desprendido de la esquina de una receta médica.
Este galeno nombrado Tonito, no dejaba de susurrarle al oído de la trabajadora social, quien sabe qué cosa, lo cierto era que la muchacha no dejaba de reírse a carcajadas sin tener en cuenta el lugar donde se encontraba.

Esas actitudes tan poco éticas me molestaron mucho y para no saltar delante de todos decidí mudarme para la silla que quedaba casi pegada al librero, desde allí lo podía ver y oír todo perfectamente ,pero fuera del grupo.

La función comenzó por Celestino que al preguntarle cómo se sentía, en vez de dar la respuesta que debía, arremetió contra Amado su compañero de cuarto, culpándolo de mentiroso por no haberle traído de México el sombrero de charro y las botas de vaquero que tanto le prometió.La demencia de este hombre ocasionó fuertes carcajadas en la sala, además de las burlas conferidas a los dos pobres enfermos, uno totalmente afectado y el otro casi igual, pero que nunca fue a México, todo era obra de su imaginación

Ante la algarabía ocasionada por tal exposición, la secretaria de forma pasiva trató por todos los medios de terminar con la escena, muy divertida para muchos y triste para otros, pero la realidad era que tomaban las terapias de grupo como un fabuloso espectáculo, sin compadecerse de la demencia de los enfermos, o su estado de semiinconsciencia provocada por los psicofármacos, y la tortura de la propia vida.

Pero todo no quedó aquí, pues cuando la cosa pensamos estaba calmada, una paciente como de veinte años o quizás menos se lanzó inesperadamente contra uno de los enfermeros y lo abofeteo varias veces profiriéndole las peores ofensas.

Los presentes casi no entendíamos las razones, y hasta pensamos en una crisis nerviosa, pero no fue así, todo indicaba que la jovencita estaba muy clara de lo que hacía , y mucho más cuando escuchamos los fuertes gritos acompañados de la palabra - descarado, me violaste y me robaste el dinerito que mi mamá me trajo en la ultima visita, hasta los cigarros me los robaste, …! sí me preñas prepárate ..!-
Los médicos se miraron unos a los otros ocultando una sonrisa maliciosa, entonces fue cuando el señor medio calvo y del tic nervioso mirando para el médico de la sala de los crónicos le dijo con voz severa al enfermero que estaba precisamente sentado a su derecha que le inyectará una dosis de parquisonil, y la amarrara a la cama, y si continuaba tan agresiva, ya sabía qué hacer.

Los demás enfermos no entendíamos bien aquella actitud, tal vez muchos de los trabajadores allí presentes tampoco, pero era la voz de jefe y tenían que cumplirla, después supe que la muchacha fue remitida a la sala de los crónicos pues no dejaba de culpar al enfermero de la violación, y del robo, y allí como en todos los lugares del mundo la fuerza imperaba.

Pasaron varios días de aquel suceso que quedó impune como todas las cosas y yo me convertía nuevamente en testigo de otra injusticia.
Desgraciadamente el que llega a un hospital psiquiátrico inmediatamente adquiere su titulo de loco que es inviolable ante los ojos de los médicos, pacientes, familiares y mundo en general, por lo que pierden credibilidad tus palabras, y aunque digas la verdade nadie te escucha.

Cualquier cosa que te suceda dentro de los dominios psiquiátricos tengas o no la razón pasan a engrosar los síntomas del enfermo y se resuelven con aumentarle la dosis del medicamento, que lo único que te resuelve es mantenerte todo el tiempo como un zombi vagando por los pasillos y las salas de este infierno, que para mi era pero que el infierno de Dante, y digo así por el refrán que dice

“No van lejos los de adelante si los de atrás corren bien”, no pasaron ni cuatro días volví a ser testigo de otro suceso , pero esta vez en carne propia.

Como no era una enferma calificada de crónica se me apartó a otro cubículo para después trasladarme al hospital de día y así lograr mi total restablecimiento.

El médico que me asignaron en esta sala no era otro que el doctor Tonito, hombre joven y simpático de apariencia bondadosa y sobre todo muy varonil e inteligente, todo esto sin dejar de reconocerle sus posibilidades de Don Juan ,por lo menos así se comentaba de él y lo pude comprobar rápidamente.La primera consulta fue muy agradable, conversamos cinco horas temas sobre la vida , la literatura , mis gustos e ideas y mis sueños frustrados.

Le conté sobre Miguel mi amor por él, pero su psicología pudo más que mis palabras e inmediatamente descubrió que detrás de mis anécdotas se ocultaba toda la soledad del mundo, y sin perdida de tiempo la aprovecho al máximo.

Así se ganó mi confianza, como era lógico, pues cuando la soledad nos golpea cualquier mano que aparente caridad nos envuelve, cualquier gesto es una compasión, cualquier palabra nos suena sublime, y comenzamos a buscar con el afán de encontrar todo lo que nos falta, y más si la persona es comprensiva, y aparenta desinterés y así es como caemos en baches imperdonables.

Al otro día de la consulta me llevó al cuarto varios libros de poesía, entre ellos los de Geoconda Belli , Alfonsina Extorní y otros, diciéndome qué me los prestaba para que me entretuviera.
Como es de esperarse aquello fue para mi el mejor gesto y el mejor bálsamo y mucho más cuando sacó de su bolsillo una hermosa rosa roja.Este detalle me humedeció los ojos, ¡cuánto tiempo hacia que no recibía una señal de ternura! .Innegablemente era un hombre de detalles, capaz de hacerme confiar y lo peor de seducirme.
Así fue como comenzó nuestra amistad, llena de detalles, confianza, conversaciones agradables, comprensivas, saludos tiernos y delicados, sicoterapias y sobre todo ningún día a partir de este me faltó una rosa.

Todas estas galanterías unidas a uno que otro verso de Neruda, sobre todo aquel que dice “Me gustas cuando callas porque estas como ausente”.

Se convirtió en una constante para mis necesidades espirituales, y mientras yo me llenaba de optimismo, él hacía todo lo posible por tragarme con su espesa continencia.Lo cierto fue que me llegó a ser tan imprescindible que no veía las horas de que amaneciera para regresar mansa al calor de sus palabras.Todo marchaba bien hasta ese día de diciembre.

El frío azotaba con fuerzas en aquel lugar tan apartado de la ciudad. El centro hospitalario había sido construido en su primera instancia como sanatorio para tuberculosos, después se adapto a hospital psiquiátrico, podrán imaginarse la zona y el microclima.

Era una construcción no muy sofisticada pero de tres plantas, ventilada y con un gran patio de recreo, comedor en todos los pisos, cocina y en la planta baja las consultas internas y de urgencia.
Un salón para actos y dos salas de psicoterapia colectiva, además de una amplia sala de espera con grandes ventanales que cubrían todas las paredes y con estas la visibilidad campestre se denotaba ampliamente por cada una de ellas.

Una fina llovizna de invierno caía de forma juguetona sobre los cristales de la ventana de mi habitación provocando con su sonido una tierna melodía , música que yo escuchaba como un alivio ,aunque en muchos instantes pensé me llevaba hacia la eternidad, y así escapar con ella de tanta desmesura humana.

Me asomé a una de las ventanas y a lo lejos divisé como el viento despeinaba las altas palmas y los árboles más frondosos.
Caía la tarde una vez más y el sol muy leve se despedía con su agradable preeminencia dando paso a la noche tierna y silente como todas, en aquel lugar llenándome de añoranza y agudizando mis tristes recuerdos.

Extasiada con el paisaje estuve por mucho tiempo y con este se agito mi eterna nostalgia. Miguel lejano, mi tranquilidad inalcanzable, mi verdad contra todo aquel silencio, la soledad, en fin no puedo explicar cuantas cosas me impulsaron por aquellos pasillos en busca de conversación.
Quizás fueron los ángeles del demonio los que pusieron dentro de mí el licor del desespero, con una fiebre de voces internas que nunca me dejaba tranquila.

Mi compañera de cuarto venía de la consulta del médico de guardia. Ella junto a su hermana fueron a pedir un pase de fin de semana, fue así como supe que Tonito estaba de guardia esa noche.

Con palabras no puedo expresar la alegría que me invadió la noticia, y sin pensarlo dos veces corrí por la escalera como una adolescente desmedida y con el pecho abierto de tantas necesidades espirituales.Tonito me recibió con sorpresa primero entusiasmado, después cauteloso.

Sus grandes ojos azules le radiaban como nunca antes, por lo menos para mi eran los más cristalinos, los más llenos de amistad y compresión, en fin los que necesitaba para que mirándome calmaran mis penas.

Me disculpé por molestarlo en sus quehaceres, pero el tomándome de la mano, me invitó a sentarme en una de las sillas junto al buró de consultas, a la vez que me preguntaba cariñosamente qué me sucedía. Yo mucho más inmadura que antes, y con una timidez asombrosa, le dije que me sentía sola, y sonriéndole le pedí me hablara como siempre lo hacía.

El con su inteligencia supo que mi debilidad eran la palabras cariñosas, el afecto expresado sin tapujes.
Que me permitiera desahogar mi vedad, y el me lo permitió todo sin reservas, aunque en sus adentros los dobles objetivos lo dominaran.Sin mucho protocolo me dijo que me sentara en un sillón de descanso que estaba cerca de la camilla, y allí fui obediente, mientras el se subía sobre la camilla con un donaire juvenil y sensual.
Su primera pregunta la dirigió a cómo me sentía en esa noche tan cerca del fin del año, - ¿triste verdad?- , me repitió con voz muy bajita .le afirmé que me sentía muy triste mientras clavaba la mirada sobre las finas lozas del piso.

Estaba aún bajo los efectos de los psicofármacos que me suministraban en dosis espantosas, por lo que muchas veces tenía crisis de vacío mental y otras de una relajación inesperada., por lo que sin saber como comencé a llorar con un llanto recalentado y torpe, tratando de ahogar entre mis lágrimas todo el dolor que sentía
El se puso de pie me tomó por las manos y me paró frente a su varonil cuerpo, entonces comenzó a apretarme contra su pecho lentamente, me miró a los ojos, y yo lo sentí hasta en lo más intimo, pero mi trauma lo confundió todo, creyéndolo un fiel amigo cariñoso y tierno.

Así sin palabras me beso muchas veces el pelo, las mejillas, diciéndome en todo momento que no me preocupara que la vida me iba a cambiar muy pronto.

De golpe se separó y encendió un cigarrillo, el que después de dos exhalaciones destruyó con las manos. Se paseo de un lado a otro de la consulta, con cierta inquietud no demostrada anteriormente. Hoy pienso que mi ingenuidad tuvo la culpa si no es que todo tiene su precio y su minuto.

O como dice el refrán popular, “después del babeo la mordida”, aunque realmente fue un hombre resurgiendo de sus impulsos carnales, por lo que mientras yo me extasiaba con su supuesto cariño tan necesario para mi, el me deseaba como hombre y pensaba mi necesidad era la misma.

Confundida y sin saber qué hacer en aquel momento me refugié en mis recuerdos con Miguel salvándome, después luché incansablemente contra aquellos ojos azules que me tenían confundida y seducida aunque no lo aceptará, y mucho más cuando chocaban con mis carencias espirituales.

Él sabía que yo me hundía en la peor de las incertidumbres, por eso urgentemente planificó la forma de poseerme vulgarmente.Por lo que como todo animal en celo se abalanzó sobre mí y tomándome por los hombros con mucha fuerza me arrastro hasta la pared apretándome contra ella, a la vez que me obligaba a tomarle el miembro con una de mis temblorosas manos, el cual no sé todavía en que momento liberó de su pantalón.

Sorprendida, asustada, llena de pánico y sin saber que hacer ante aquella situación tan violenta y poco agraciada para mi gusto y trauma me quedé impávida y mucho más silente, pero a el nada de eso le importó , por lo que continuó su maniobra con mis manos sujetas a la fuerza y tratando de solucionar su erección lo antes posible.
Cómo era posible que actuara así conmigo, por qué rompía tan brutalmente todo el hechizo. No tendría otra forma de calmar su apetito sexual, estaría tan necesitado de una mujer solamente para poseerla sin amor, sin delicadeza, sin cariño? Y mientras el me zarandeaba en su afán de llegar a la eyaculación, mi admiración por el se desplomaba.

Hasta llegué a pensar que era un loco más dentro de aquella apariencia comprensiva y desinteresada que me había vendido desde que lo conocí.

No puedo asegurarme de cuantas preguntas cruzaron por mi menta atribulada en aquel momento, y de las cuales el se aprovechó porque sabía de mi perturbación y necesidades, por lo que al no poder resolver con mis manos, me subió bruscamente el ropón de hospitalizada y comenzó a tocarme los muslos más en celo todavía, y lamiéndome sin parar.Sin muchas fuerzas para defenderme me mantuve rígida sin ningún tipo de movimiento corporal , auque la mente era como un huracán en pleno azote, asegurándome una vez más de que después de Miguel, tan tierno y cuidoso , estaba destinada a ser violada por todos los hombres que se me acercaran .

Tal vez era mi forma de actuar, tal vez mi destino, porque los viejos dicen que las personas nacen con su estrella y nada ni nadie puede contra lo que traemos en el libro de la vida.

Otros aseguran que la yagua que esta para uno no hay vaca que se la coma, en fin tantos dichos y mitos se agolparon en mi cabeza, unidos a la poca fortaleza que tenía para resistirme a causa del exceso de medicamentos, entre antidepresivos, ansiolíticos, relajantes, soledad, en fin mi organismo estaba bajo los efectos de la droga y lo peor del caso.
El estaba muy claro de lo que me estaba haciendo premeditadamente.Sin el más pequeño acto de seducción o ternura me hizo el amor de pie atropelladamente, como un perfecto animal, rasgando mi vagina no preparada par la penetración en esos momentos.
Al fin terminó con mucho trabajo su gran hazaña de macho fuerte, ligón e irresistible, y mientras yo me desplomaba contra el piso sin fuerzas, ni voluntad., el se trataba de quitar los residuos del sexo bajo la abundante agua de la llave del lavamanos.Me puse de pie a duras penas, y tratando de reponerme de lo acontecido me le acerqué preguntándole como una autómata, si estaba satisfecho con tan poco.
Me miró de soslayo y se alejo secándose las manos de espalda, yo continué arremetiendo contra el mi dolor, llamándolo bárbaro, incivilizado, vulgar, por lo que me dijo groseramente.¿y tú qué querías después de ofrécerteme todo el tiempo?... una mujer no puede ser así como tú eres.
Aprende que entre un hombre y una mujer no existe amistad, ni poemas, ni flores, mucho menos charlas románticas, todo eso conduce a esto que acaba de suceder entre nosotros.

¿No es lo que buscabas?.Nada le respondí para qué sí tenía razón en parte. No precisamente quería me hiciera el amor, pero si encontrar en él a alguien que me permitiera desahogarme espiritualmente, tal vez en mi subconsciente me gustaba, pero no para esa brutalidad, si hubiera sido más inteligente, a lo mejor hasta lo hubiera amado, pero no me dio tiempo para eso, como todos el sexo era lo primero.

Ya nada podía remediar con palabras, el hecho estaba consumado y mi cuerpo se había convertido en poco tiempo en un títere de todos los deseos carnales.

El asco me consumía por dentro y por fuera, aunque sabía que tenía que luchar una vez más contra la prepotencia masculina, madurar, volverme una piedra, ocultar mis sentimientos, y mi verdad.

Comprender de una vez que no había amistad sincera entre diferentes sexos, que los hombres siempre estaban en celo, siempre con el deseo en la mente, machos primero, seres humanos después.

Todo esto lo tenía que aprender… ¿pero cómo, si no había renunciado a la vida , ni al amor.La realidad y mi realidad eran muy duras, había ganado un hueco más y la desolación y la decepción junto al abatimiento sentimental aumentaban su trayectoria en la desconfianza que ya tenía anteriormente, reafirmándome a cada segundo que el sexo lo dominaba todo.

Ya no existían príncipes azules como los que guardaba en mis pensamientos, y que yo los veía llegar tomándome por el talle y elevándome al cielo junto con el beso más sublime.Un fuerte portazo me sacó de aquellos pensamientos, era Tonito que salía de la consulta dejándome una vez más hundida en mi calvario y juzgándome con mucha más severidad que al principio.

En ese momento volví a pensar que lo mejor para mi era morir, desaparecer de tanta violencia, qué lejos de la realidad había vivido durante veintitrés años y ahora los golpes a la inocencia no dejaban de sacudir mi razón y mis sentimientos.

¿Qué hacer me pregunté muchas veces? Pero las respuestas no llegaban, lo mejor era huir, huir de aquel segundo infierno terrenal.

Al otro día muy tempranito firmé el alta a petición y me fui de aquel lugar a ocultar mi pena y mi impotencia quién sabe en que recodo de mi propia vida.