ENTREVISTA LOS AZOTES DEL EXILIO NOVELA

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DEDICADO A MIS PADRES

Wednesday, November 29, 2006

POEMAS

Continuación del poemario
BAJO UN RELOJ DE ARENA
AUTOR: ADELA SOTO ALVAREZ

IMAGEN CONFUSA

¿Sabes lo que sucede?
que vi pasar la aurora
la vi frente a mis ojos
durmió junto a mis huesos
y la seguí
a ver dónde vivía
Y no me importo buscarla
En Paris o en Marruecos
en Miami o en Londres
yo quería sentirla
convivir junto a ella
que se hiciera mi cómplice
mi rehén
y hasta mi amante
Y ya vez sólo fue
una confusa imagen
que provocó mi psiquis

MENSAJES PESUNTUOSOS


Hoy volvieron a enviarme
mensajes presuntuosos
esas máscaras virulentas
esos faranduleros
Fantoches y payasos
Que se pasan el tiempo
Persiguiendo mis ruinas
A veces se me antojan
Pistoleros
ocultos bajo nombres impresos
Gente que se dispone
a ponerme un traspié
para que salte el buitre
Sin embargo los miro
Como sombras inmersas
en un futuro atroz
Espantosos jinetes
incapaces y abstractos
sin otra vocación
que mirar para el sur
haciendo el inventario
de sus propias torpezas.
--
TU

Tú nada más entraste y saliste
Nada se quedó
Nada te llevaste
Todo fue un instante
Una ilusión efímera
Sin contacto
Ni espera
Sin embargo
Hoy al abrir la blusa
Entre el botón y el pecho
Había una raíz
Entre un montón de huellas.


NADIE AVISO ESTA GUERRA

Nadie me avisó esta guerra
Nadie me dijo que trajera coraza
Ni siquiera una máscara
Para entrar a la fiesta
Yo llegué como todos
Con mis manos abiertas
Con mis ojos clarísimos
Con mi verdad a cuesta
Llegue perfectamente
Llena de ilusiones
De dignidad y glorias
Y comencé a cruzar
Puentes
Y embestidas
Atajos y
Limosnas
No fui al sacrificio
es verdad,
Perdí el distintivo
Por falta de advertencias
Y en menos de unos meses
Cuando encontré una luz
El reptil la seguía
Me volví una indigente
Una mujer oscura
Una pequeña alondra
Apedreada y confusa
Un animal ajeno
Perseguida
hastiada
Donde llueve y no escampa
Donde no tengo nada.


DESDE LEJOS

Imagino estés vivo
Y que puedas leer esta misiva
Que sepas sigo aquí
Más vieja
y más cansada
Añorando la paz
con mi cadena acuestas

REALIDAD

Yo vine aquí en sueños
Y vi la paz reinar sobre las calles
Amapolas silvestres abanicar la tarde
Y una llovizna fina
Acariciarme el rostro

Yo vine aquí en cuerpo
Buscando la identidad usurpada
Y choqué con mil etnias
Con mil contradicciones

No hubo confesionario
Para mis ojos turbios
Ni hubo contemplaciones
Para mis pies descalzos

Aun así caminé
Busqué
Y me afané
Creyendo en la armonía de la sangre

Pero en cada esquina
Había un verdugo
En cada oportunidad
Se ocultaba un infausto

Aun así continué a pecho descubierto
Me hice invisible
Traspase la ciudad
Tomé fármacos parar la incertidumbre
Y pensé en una asfixia pasajera

Soplaban vientos de derecha a izquierda
Soplaban solapados de izquierda a derecha
Volaban papeles con el timbre de guerra
Y una ausencia grande invadía mis horas

Como una ambigua nave
Circulé sobre el río
Esperando que el viento me trajera el deleite
O aunque fuera una manta donde poder asirme

Y tan sólo me gradué
De vagabunda
Con tres postgrados de imbécil
Uno de estupidez
y una maestría en “Desencanto”
. ------
---
--

Tuesday, November 28, 2006

POEMAS


BAJO UN RELOJ DE ARENA

- POESIA-

AUTOR: ADELA SOTO ALVAREZ.



PERDIDA

Ya no tengo sueños
Ni país
Ni luna
Soy un pozo seco
Un aguijón…a veces
Otras,… menos que un perro
Aunque la gente se imagine que respiro
porque mi nombre no yace
bajo una esquela fúnebre
Mi madre muchas veces me lo dijo
Yo me mantuve sorda
Ciega
Creyendo que el camino era la paz
Que más allá del mar
Me esperaba la gloria
Pobre madre
Tan clara en sus consejos
Tan precisa y brillante
A la hora de ver mi atroz futuro
Y yo tan minusválida ante la realidad
tan sencilla a la hora de pensar en proyectos
En personas capaces de tenderme su mano
Sin advertir en ellas ese beso de Judas
Que se repite a diario.
Que tristeza me embarga en esta noche a solas
En esta ciudad donde mi ropa chilla
Y mis ojos se pierden
De buscar afanosos un lugar donde asirme
Lo he perdido todo
Mi identidad
Mi sombra
Mi cuna
Mi destino
Hasta tú tumba madre
Donde poder postrarme
Y pedirte me ayudes a continuar el día

UN DIA MÁS

Un día mas cruzando sobre el fango
Sirviéndole de manjar a los oportunistas
A estos forasteros
Capaces de guillotinar hasta su propia madre
Un día más sin sol
Sin luz para encontrar mi pedazo de cielo
Mi corazón se ha vuelto
Un triste tabernáculo
Un sepulcro inconcluso
Tal vez un asidero
Para que sus arritmias se acumulen
Y griten
Me duelen las mañanas
Las noches
Y las tardes
Me duelen los amigos
Lejanos y proscriptos
Me dueles tú
Tan oculto en la nada
Tan imposible a veces
Me duelen tantas cosas que no puedo aliviarme
TORPEZA

Me ha llegado la vejez
Sumida en mis metáforas ardientes
Unas veces confusas
Otras irremediables
Pero todas conforman
Mis más hermosos versos
Pasó el tiempo y ya ven
Seguí sin aguinaldo
Y sin habilidades
Tampoco tengo paz
ni amor
ni compañía
Sólo me queda el miedo
el dejarme seducir por los rencores
Y una eterna propensión al llanto
(Aunque no agredo a nadie)
Solamente almaceno
Dolor para mi pecho
Dolor para mi alma
Dolor para mi cuerpo
Yo la mujer que alce el puño contra el amo
Muero en la eternidad
De una distancia enorme


ARMADURA

La armadura interior
Se me ha vuelto de piedra
La exterior se ha blindado
De tantas embestidas
Pero me duele el ánimo
Me duele la razón
Y el cautiverio
Tu mirada distante
Tu cuerpo indisoluble
Y el desdén que provoca tu silencio


¿INMUNE?

Hoy no admito tus pócimas
Ni tu lenguaje abstracto
Me siento inmune a tanto sacrificio
Dispuesta a oficiar mi quinta misa

A desdoblar mi psiquis
A romper la distancia
A no sentirme objeto
A que mis ojos no almacenen más lagrimas
A ser una mujer con menos miedo

Hoy siento que la gente me idolatra
Que gano un buen salario
Que soy una persona cristalina

Hoy estoy dispuesta a usar un astrolabio
En medio de las cejas
Y voy a hacer un pacto con la calma

Hoy amanecí sintética y profunda…

Hoy agonizo
y nadie lo descubre

Friday, November 24, 2006

COSAS DE LA CUBA DE HOY


MARIA CATALINA PONTE.
Mujer, siempre al frente, sin tesoros ni glorias
y en una sociedad que la olvida...
Por: Adela Soto Álvarez.
Además de los niños los ancianos son el otro grupo poblacional cubano que ha sufrido con mayor severidad la miseria en que el régimen ha sumido al país.
Si una década atrás los viejitos parecían atendidos, hoy muchos hurgan en los tanques de basura y tratan de vender los más disímiles artículos o sencillamente deambulan en busca de que les caiga algo en las manos.
Justo cuando realmente deberían estar gozando apaciblemente de su jubilación, rodeados de afectos y atenciones, muchas personas de la tercera edad se encuentran sumidas en la lucha. Un eufemismo que significa cualquier actividad ilícita, porque casi todo está prohibido para resolver algo que los ayude a la sobrevivencia.
Entre estos ancianos esta María Catalina Ponte, una de las tanta vendedoras de cigarros que diariamente transita las calles de La Habana Vieja, precisamente el Parque de la Fraternidad, en busca de un buen día para poder enfrentar su endeble economía.
Esta mujer nacida dos siglos atrás, dulce y tierna como una amapola, y quien amo desesperadamente la libertad, participando en cuanto proyecto creyó humanitario en la isla. Incluyéndole la entrega de su vivienda herencia de sus antepasados, para que en el lugar se edificara uno de los tantos hogares para niños desamparados, es hoy una de las vendedoras ambulantes que huye de la policía en las esquinas de la urbe capitalina.
María Catalina estudió magisterio en las antiguas escuelas para normalistas. Impartió clases a niños y mayores, incluso alfabetizó en el año 61 a más de una centena de residentes en las montañas del Pan de Guajaibón.
En cada movilización gubernamental se veía con su sonrisa abierta y siempre al frente del grupo de jornaleros de la escogida de tabaco donde laboró por más de cuarenta años. Fue miliciana, militante, trabajador ejemplar, vanguardia nacional, y obrero destacado en cada análisis sindical. También fue miembro efectivo del Sindicato de Trabajadores, del Consejo de Trabajo, y del Núcleo del Partido, de donde le dieron baja natural por haber arribado a la tercera edad.
Muchas personas que la conocen se le acercan indagando el por qué nunca la jubilaron, ella triste pero elocuente relata que al llegar a la edad ya no estaba trabajando pues había cese laboral en la escogida y nadie se ocupo de ese asunto, y ella desconocía los pasos a seguir, solamente supo que su expediente lo habían enviado al Órgano del Trabajo, pero por mucho que indagó, nadie supo darle razones del mismo.
Ahora sobrevive vendiendo el azúcar de la cuota normada, y los cigarros, los tabacos y muchas veces el arroz, que de cinco libras que le venden ella vende tres.
-¿Y qué come?- le preguntan- Ella responde sin prisa que las sobras que recoge muchas veces en las cafeterias y restaurantes de la divisa. A veces hurga en los basureros, porque siempre alguien vota lo que le sobra, y otros recogen lo que les falta.
Todo esto le ha provocado una anemia espantosa, pero ella se piensa un yunque y sigue pregonando sus productos hasta que la muerte venga a hacerse cargo de ella.

Friday, November 17, 2006

COSAS DE LA CUBA DE HOY


MARCAS ETERNAS.
-------
Por: Adela Soto Alvarez

Después de tantos años de fundada La Habana Vieja, conocida por todos como Patrimonio de la Humanidad, nos detenemos a mirarla tristemente, y la vemos ahí con su inigualable olor a madera antigua, sus timbiriches de sobrevivencia, donde lo mismo venden una pizza secreta, que un pan con “averigüe”, o una infusión de hierbas milagrosas, gracias al hambre y la ingenuidad de sus moradores.
Aunque también están las gestiones gastronómicas para turistas del conocido Eusebio Leal, fiel hombre a las órdenes de la nomenclatura gobernante, que recauda fondos en divisas para esto y sus bolsillos como es natural.
Todo parece perfecto si no caminas hacia en interior del país, donde la realidad se alza majestuosa. Por suerte los turistas solamente visitan la parte privilegiada, y ven los negocios del cuentapropismo como una posibilidad novedosa y de futuro, sin saber que detrás se esconde la mano del Domador que los explota peor que a los esclavos.
Desde la azotea de una de las vivienda aledañas se puede ver a Martica la buscavidas, la que se pasa las horas a pleno sol a la caza de los barcos que llegan al puerto, y los ómnibus de turistas que entran y salen de la Catedral.
A ella no le va mal, porque en su vivienda, gracias a las gestiones de su hermano Luis, y Jorgito, y la de ella propia, últimamente están entrando buenas sumas de divisa y dinero nacional, incluso ya no permite que nadie la llame Negrita, ahora cambio su apodo por “Mulatica de salir” gracias también a las extensiones de trencitas que le trajo de regalo su novio canario y las cremas milagrosas que usa descompasadamente alisando su piel canela.
Su buena suerte la ha llevado a ser maestra en asuntos de conquista de las que llegan del interior, y en menos de 6 meses ya ha impartido 6 cursos, graduando de jineteras con mayúsculas a más de 70 muchachas entre 17 y 20 años.
Cerca de la Bodeguita del Medio, aunque la zona es magistral, gracias a las gestiones del gobierno para cazar turistas y enmascarar la realidad del país, el buen observador puede divisar aunque muy bien enmascaradas, la mendicidad resaltando sus esquinas y la mayoría de sus habitantes indiferentes, repletos de carencias materiales y espirituales. Pero dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias, con tal de cumplir con el plan que se han trazado para sobrevivir de la crisis total que los consume.
Dentro de estos hombres y mujeres cubanos esta la juventud, que por una u otra causa les ha tocado una de las partes de este lamentable bache social, y que sin opción han tenido que tomar el camino del detrimento espiritual, solamente por salvar su estómago y el de sus familiares en muchos casos.
Entre cigarros de Marlboro, Ron, chiclets, ropa elástica, zapatos de siete leguas, y madera, haciendo las veces de zancos. La mochila o giba sobre la espalda, y el exceso de colorete para esconder la palidez y el decorolo de las malas noches y el desgaste corporal a causa de la venta de sexo al por mayor, se encuentran “Las abejas nocturnas” que van de calle en calle asediando las entradas de los hoteles cinco estrellas, centros turísticos, o cualquier lugar de acceso extranjero.
Son las cuatro de la tarde de este día, hace poco rato que dejó de llover, y un buen grupo de estas jovencitas se dispone a esperar en la zona de la Catedral la llegada de los turistas que hace un buen rato están conociendo la Iglesia Mayor.
Entre ellas esta Mariley. La hermosa muchacha hija de Conchita Perdomo, mi maestra de música. La que fue criada con mimos y cumplidos, y que a pesar de estar graduada en leyes, el salario no le alcanza para sobrevivir y después de terminar en la oficina del Registro Civil, se monta sobre su destino y sale en busca de divisas.
También vemos tristemente a Karen, con su largo pelo sobre la descubierta espalda. Tiene 18 años pero hace dos que se dedica a lo mismo. Sobre todo fuma descompasadamente sin importarle otra cosa que no sea “tener un buen día”.
Mery la acompaña nerviosa y preocupada, pues hace pocos días la policía nacional, hizo una recogida terrible, y un buen número de ellas fue a parar a una granja de rehabilitación. Después las sacaron a todas, y les aconsejaron hacer las cosas con cuidado, pero ella tiene terror a que la “pesquen” porque su mayor vicio son los italianos y no piensa dejar de buscarlos. Le parecen más sexy, más interesantes, además son mucho más espléndidos a la hora del pago.
Matilde es otra de las jovencitas que se encuentra asediando este lugar. Es hermosa, su esbeltez es de admirar. Bello rostro, y una tersa piel que combina con sus grandes ojos azules, exquisito manjar para los turistas europeos, pero cuando la observas bien te das cuenta que su bello rostro esta lánguido por el llanto que no la deja realizar bien su función de caza.
A ella especialmente le ha costado mucho trabajo aprender el negocio, a pesar de los cursos en caza y sexo que imparten en diferentes casas de citas habilitadas en La Habana para estos menesteres.
Reina la estimula a caminar, y ella se empeña en confesarle que no es prostituta, aunque muchos la llamen así, por eso no deja de decirle:
-Soy una muchacha con muchas necesidades. Me crié con mi abuela y siempre me gustó tener lo mío…Soy del campo y el campesino se acostumbra a lo bueno. Por eso cuando te pasas unas semanas tomando y comiendo bien en la capital no quieres regresar a tu pueblucho. Empecé en Varadero. Una amiga me llevó. Después me trajo para acá, aquí es más fácil, te paras en el Malecón o aquí mismo y enseguida un turista te recoge, además haces más dinero, porque hay más visitantes, pero a pesar de que lo hago, aun me quedan prejuicios, y siento mucho dolor cuando la gente me mira y sabe en lo que ando.
A su lado están otras muchachas casi adolescentes que quieren decir y decir todo lo que les ahoga. Entre ellas hay una que se oculta tras las otras, y pide de favor que nadie comente de su presencia en el lugar.
El grupo la mira alarmado, quieren saber, por eso decide comenzar a aclarar el por qué esta oculta. Por lo que disimulando arreglarse los calzones, se mete tras un grupo de lienzos en venta para no ser vista, por el que dice la persigue.
Entonces sin preámbulos comenta que hace una hora terminó, pues se pasó la noche con un francés y se oculta para que un joven de pulóver azul que la está persiguiendo no la vea y poder quedarse con la ganancia de ese día.
-Es Juan Carlos, mi chulo.- aclara,- pero quiere que se lo de todo, y eso no .Pase muy mala noche de sexo en sexo, para que venga ahora fresquito y me lo arrebate todo.
Ya le dije que me deje en paz, pero insiste, que el único que puede chulearme es mi hijo, por eso me metí a jinetera para que nada le falte.
Mi mamá me lo cuida, tiene cinco años, pero yo tengo que buscar el dinero. Estoy interesada en un hombre que trabaja en los muelles, el sabe a lo que me dedico, si después que haga algún dinero se decide, a lo mejor dejo todo esto y me formalizo con el.
Aquellas palabras de la jovencita, hacen que el resto de las presentes comiencen a decir, y allá va Dayrin, con su relato sin ningún tipo de inhibición, contando que nunca le intereso a su familia, pues su mamá vive con un borracho que no deja de meterse en su vida, pero ella no le hace caso.
La violó cuando tenía 13 años, y la madre no le creyó, culpando a un noviecito que tenia en aquel entonces mas joven que ella.
Luz Marcia, la joven holguínera interrumpe con tristeza, comentando que existen muchos padres que envían a las hijas a la capital a jinetear. También conoce a esposos que lo hacen. No es su caso pero el de Aidita sí, el padre la mando a la capital con una familia dedicada a eso. Y Gloria Maria fue otra que vino porque el propio marido la trajo a lo mismo, enfatiza.
Laura escucha todo sin pronuncia palabras, pero se le ve en los ojos el deseo de exponer como las demás sus criterios, por eso camina de un lado a otro esperando poder hablar.
Al fin se detiene junto a la rueda que hacen las jovencitas alrededor de la fuente y le reafirma a Luz Marcia:
-Todo lo que dices es cierto, en este mundo pasan muchas cosas, por ejemplo a mi me explotaba un viejo que después de acabar conmigo vendiéndome a cuanto europeo llegó de turista, quería que me dedicara a los Africanos pero a mi nunca me han gustado. Por eso me fui con Pepe, el por lo menos no me obliga, aunque tengo que darle la mitad de todo lo que hago en la noche.
Claro el sabe que el extranjero desde el primer momento que sale con uno esta en su pleno conocimiento que tiene que ayudar con fulas. A algunos lo les importa ni como te llamas, solamente quieren exprimirte sin compasión, aunque no pagan mucho por eso de la fama de que las cubanas nos vendemos hasta por un plato de comida.
Muy cerca sentada jugando con unas hojitas del lugar, esta Teresa la jovencita oriental que hace unos días cumplió los dieciséis, pero aspira en sus sueños adolescentes casarse como dios manda y dice a la concurrencia con mucho entusiasmo.
-En marzo viene un madrileño a casarse conmigo. Tiene 59 años pero a mi no me importa, como si tiene 80. El viejo esta forrado en divisas, es dueño de un tremendo negocio en varios países, y a mi lo que me hace falta es comprarle una casa a mi madre. Hasta ahora vivo bien tengo mis trapitos, de cuando en cuando le envió algún dinero a mi familia, diciéndole que me va bien en el trabajo en la tienda para turistas donde para ellos supuestamente trabajo y ellos contentísimos me lo creen y ni averiguan.
Yoalys es menos soñadora y sin alabazas le contesta: -Por lo menos vas a salir de esto en cuanto te cases, porque realmente aquí uno no gana lo que piensa la gente. A veces no te pagan, otras te golpean y te obligan a hacer pornografía, a tomar drogas para hacer cuadros, en fin te degradan como mujer y a ¿quién te vas a quejar?-
Nuria al escuchar aquellas palabras, mira al horizonte, pero conforme y cuenta su experiencia:
-La primera vez que lo hice no se me va a olvidar nunca. El turista me pagó 10 mil liras. Pensé que era mi día y llena de alegría corrí a cambiarlas. Por poco me muero cuando me devolvieron por el cambio cinco dólares con sesenta y cinco centavos. Al verme sin dinero, y sin poder pagar el cuarto, tuve que pedirle ayuda a Dalia, ella me llevó para casa de Finita, allí me cuidan, y no dejan que me timen.
Norma salta enfurecida diciéndole que eso le pasó por no ponerse precio.- Mira yo cobro l00 dólares por hacer el amor natural, sin estrip, ni fotos, y mucho menos grupos. A veces 600 dólares por estar con dos mujeres y un hombre. Pero esto lo hago poco, no me gusta, solamente cuando tengo una necesidad económica extrema. A veces hago cincuenta dólares de multa y me voy.
¿Multa? Le pregunta la jovencita extrañada, ella sonríe y le dice: - Multa es cuando uno le pide al turista que te pague un trago y no lo consumes y te quedas con el dinero. O si te da un billete grande y no le traes el vuelto. Claro que si te agarra ya sabes, lo que te pasa, tienes entonces que hacerlo con él varias veces, a la fuerza y sin cobrarle ni un sólo centavo.
Irene interrumpe y cuenta lo que hace para evitarse dificultades: Yo para no tener problemas de multas, y otra cosa, tengo fijo a un anciano que viene todos los meses y me paga 100 dólares solamente porque lo acompañé a beber. De vez en cuando me toca, pero eso no importa. El novio que tenía lo tuve que dejar porque cuando supo en lo que yo estaba se quiso volver proxeneta y conmigo no va eso.
No vez que empiezan suave, y después si no les das bastante dinero te quieren matar, como el sucedió a Líen que amaneció muerta el domingo en el CUPET de Malecón y 1ra.
Arminda admite que ella jinetea porque gana más que en el hospital donde trabajaba limpiando piso ocho horas. Terminó el 12 grado y no le dieron carrera. Por eso decidió esta vida, afirma que es mejor que vivir de limosna. Además en este pías que todo es en divisa que otra cosa puede hacer para tenerla. No tiene familia en el extranjero, por lo tanto adolece de remesas…
Hildeliza escucha todo lo que han dicho sus compañeras de infortunio, y mira con temor para todas partes, pero al fin dice: -En estos momentos la cosa esta muy mala, porque antes la policía nos ayudaba, solamente con darles cinco fulitas nos dejaban campear por esta zona, ahora las leyes quitaron esta posibilidad, y aunque algunos se atreven, yo tengo pánico a que me lleven presa.-
Liana concluye afirmando que nunca pensó ser jinetera, pero cuando vio sus sueños de ser médico en el barranco, sin opciones decidió irse del pueblo donde vivía con su familia y venir a la capital en busca de futuro. Le faltaron cuatro décimas para que le otorgaran la beca para estudiar medicina, pero su preuniversitario era al campo, y el corte fue superior al de las escuelas vocacionales donde van los hijos de los dirigentes y los comunistas. Por eso nada más le intereso y ante las múltiples necesidades tomó el camino de las otras.
MarieEliana, tiene miedo enfermarse, le gusta leer y conoce lo que es el SIDA y otras enfermedades venerias. No le gusta que le llamen puta, mejor jinetera. Tampoco que sepan de donde es, por eso se enmascara detrás de unos espejuelos oscuros, y un pañuelo cubriéndose el pelo. Le han dicho que así no cazara ni a una mosca, pero ella insiste en disimular su verdadera identidad, y sigue esperando, porque esta convencida de que tiene que seguir en la lucha, no hay otra oportunidad económica donde pueda enfrentar su realidad.
Susy, dice que no es su nombre pero lo prefiere porque el verdadero no atrae. Se contonea y hace halago de sus gruesas piernas herencia de su abuela gallega. Después afirma que está viva y es lo que vale. No piensa en lo que hace, si es moral o inmoral. No le importa si viene la policia o no , si la reconocen o le dicen puta. Se cansó de pasar hambre y necesidades, y dijo hasta aquí. Algunas veces piensa en su mamá, que seria de la anciana si se entera en lo que anda, pero para olvidarlo se empastillo y a los dos segundo dejo de pensar de todas formas es la única posibilidad que le dan a los jovenes no existe otra.
Quien escuche estos testimonios en voz de sus propios autores, se da a la duda, porque es increíble que el descalabro humano frise tan profundamente en los cerebros casi adolescentes de la parte más vulnerable de la población, la juventud.
Para ellos no existe otra cosa que no sea el dinero, y la posibilidad de salir del país, a cualquier precio.
El lavado de cerebros, las ideologías impuestas, la falta de educación religiosa, de creencia, de identidad. El libertinaje disfrazado de libertad, la ausencia de las cosas más necesarias o preciadas y otras concepciones sociales del totalitarismo, han logrado que la mayor parte de estos jóvenes, vea la palabra jineterismo y extranjería, como el único lugar donde encontrar el eslabón perdido.

Monday, November 13, 2006

POEMAS

''P O E S I A''
"PIDIENDO AUXILIO A LA PALABRA"
Adela Soto.
------
La musa como ritual surca sin tregua
sobre mi nuca adolorida, mientras el tiempo pasa
y emblanquece mis sienes...


INOCENTE MUCHACHA.

Así como una mujer puede ser otra y vive
Así como el dolor despedaza y construye
Permanezco ceñida al pedazo de alma
Que aunque estéril
respira
Que aunque lánguida y grave
Continúa adherida a sus viejas costumbres

Costumbres cotidianas
De regar sus caprichos
De inocularle al aire su nueva sinfonía
De creerse juvenil ante unos ojos vírgenes
De sentirse abeja,
gorrión,
rosa o paloma
Cada vez que una palabra le hace nido en el pecho
cada vez que unos ojos
le llenan de esperanza.


A PESAR DE LOS GOLPES.


Así como la creación preocupa a los incrédulos
Y así como a la ciudad le duele ser la misma
Cuando no tiene un banco
Un árbol o una lluvia
Donde poder retener las caricias del viento

Voy de noche en noche reviviendo cadáveres
Para si por casualidad la muerte me descubre
Sepa que siempre fui la inocente muchacha
Que nunca quiso irse a pesar de los golpes.

QUIEN SOY

No soy quien salta una barrera
Sintiéndose presionada por las horas
Ni la moribunda que jadea oculta en su esqueleto
Porque la paz le fue arrancada
Y sabe que no existen fronteras
Donde calmar la deuda y el vació
Ni siquiera el agua mansa
que nos puede salvar
de la intemperie

Yo vivo más allá del fatalismo
condenada y demente…
pero viva
sin que me perturbe
ni extrañé
la forma de pensar de otros mortales
su eterna rigidez
o el paso tembloroso
Nunca quise ser la héroe
tan sólo continuar romántica y ardiente
tejiendo para otros leyendas y memorias
para que los que nazcan después del infortunio
puedan saber a qué nos supo el tiempo
Y descubran que
que después del torbellino
cada mañana recomienza
Si somos capaces de conservar ideas
a pesar del telón y el personaje

¿POR QUE ESTA SOLEDAD?

¿Por qué esta soledad
y mi vida repitiéndose,
transitando mi nombre sin reflejos
transfiriendo mi voz como un mensaje impúdico
sin ver a la mujer que se maldice y tiembla?

Tal vez deba decirlo
tal vez deba callarlo
para evitar la polución de tantos muertos
Pero nada es perfecto
aunque parezca realidad
y veas una escena rutilante

Por ejemplo mi cuerpo
puede ser la tortura de mi sangre
un grito de piedad
o un simple títere atado a gruesas cuerdas

Tal vez un deambular como castigo
quizás una armazón de huesos putrefactos
atados a un deseo interminable.

NO SOY ESA MUJER.

No soy esa mujer que todos dicen
no soy esa mujer que todos piensan
ni siquiera esa voz que arde en la palestra
ni esa fuerza carnal que se exhibe sonora

Yo soy sólo su doble
un cuerpo de papel
un cuerpo carcomido por el resentimiento

A veces agrietado
A veces escamoso
Pero un cuerpo sin cuerpo
En una calle sola
En una ciudad sola
En un país extraño
Donde mi identidad sigue oculta y callada
Donde nadie descubre que muero en el silencio
De una cama vacía
De una sabana ajada
De una mirada turbia
Sin patria y sin amigos.
Sin ser propiedad
Ni siquiera del aire.

LA AÑORANZA Y MI CASA


Muchas veces sueño regresar a mi casa
Sentirme en sus paredes
Y beber del silencio que sabe de mis cuitas
Acariciar sus pisos
Sus cuartos
sus ventanas
Y bajo de su cielo decir cuánto la extraño
Destupir sus tragantes cuando la lluvia caiga
Remendarle las tejas cuando el sol las fragmente
Y poner en su entrada una rosa impoluta
Plantas de siempre vivas
Y de nunca te acabes.

Sunday, November 12, 2006

POEMAS


DEL LIBRO
"LOS RINCONES DEL SILENCIO"
CUBA-2003

Este poemario se escribió en abril del 2003 posterior a la ola represiva del 18 de marzo del mismo año. Consta con 75 poemas dedicados a los prisioneros políticos y de conciencia.

Autor: Adela Soto Álvarez.

Un millón de cabezas cada noche
Y al otro día más inocentes
Que un conductor en las estación de trenes…

Heberto Padillas…



A OSCAR ELIAS BICET.

Los verdugos no saben que a pesar de las rejas
Existen rincones humildes
pero claros
donde el derecho
el deber
y la conciencia
encuentran su respiro
No saben que puede caer la vida ruidosamente
o gota a gota deslizarse
pero al final abre las alas
Todo tiene su precio y su peligro
su cuota de pesares
sus atributos
Pero una herida abierta en la conciencia
puede agitar la brújula
y sacudir vivos y muertos
Los verdugos no saben
Que hay ideas que cuando se levantan
se vuelven misiles
testimonios
incluso pavimentan
y como un gran relámpago
escriben libertad sobre la tierra.



A RAUL RIVERO.

Tratan de matar al prisionero
Silenciar su lengua de arropar acertijos
Acosarle el crepúsculo y la aurora
Hasta la más leve metáfora que surja
Y mientras observo las esquirlas
Y el frío artificial
Muero de sobredosis de impotencia
Con el cuerpo invicto
Por eso te suplico amigo
Que no mueras del todo
No olvides que las cuerdas aunque fuertes
Tambalean
Tampoco alces el índice
Ni hurgues los enigmas
Dios nos escuchará
y nuestras palabras
Serán el ave fénix en nuevas multitudes
Hoy tu rostro lo veo entre imágenes difusas
Pero estoy segura
que el tiempo que trascurre
No es más que extraviados eslabones
De una cadena que está a punto de extinguirse.


POEMA PARA TODOS LOS PRISIONEROS.

No aceptaré tu ausencia
Ni te imagino naufrago de tantas embestidas
Mírate adentro y cuida tu valor del aguacero
Tu verdad y mi verdad el mundo la hace eco
Ya el miedo en fuga estremece los aleros


POEMA A LOS ESCRITORES ENCARCELADOS

¿Cómo puede un escritor ser silenciado
Desvanecerles el soplo
Pretender que sus ideas
Perezcan en la maldad que azota?
¿Cómo puede Raúl,
Vázquez,
Ricardo
Yo misma
Muchos otros
Beber de las injurias
Y Dejar que la injusticia toque el fondo?
¿Cómo pueden creer los torpes
Que nuestra literatura reconoce fronteras?
Si somos los dueños de la historia
Y nuestra inspiración es más que profecía
Quien nos iba a decir a los poetas
Que la musa estaría encarcelada
Si nuestras alas están libres del relámpago
Si no puede existir mordaza en la palabra.


A OMAR RODRIGUEZ SALUDES

Pienso en tus pies taladrando los pisos
cobijados bajo la negra luz que no se agota
Los tigres desbocados queriendo con los dientes
vengarte las distancias
La palabra padre como eterno martillo
el estomago yerto
y los ojos perdidos
en tu casita en Lawtón
en Ileana tu esposa
y en los niños
llorando por tu ausencia
Y pienso y pienso
lo hago y me desboco
enterrando mis uñas en nuevas inquietudes
Entonces sin remedio
entono en Fa Mayor mi grito desagarrado
pero el cielo me escucha con extrema paciencia.

-II-

Un día Patricia saldrá a estas calles
hoy tan insomnes
heridas y golpeadas
y tejerá la luz junto a su padre
Será un placer para la historia
ver su juventud en cada rostro…
Por eso hoy pienso
en el temblor que ocuparan mis nervios
cuando su voz resuene en los cordajes invisibles
porque la injusticia no pudo salirse con la suya
Entonces conversaremos de voces crudas y afiladas
de niños huérfanos a la fuerza
del temblor de los que sí fueron culpables.
Y nos dolerá a todos aquel día de marzo
las lágrimas derramadas
las madres y las esposas
asignadas
a botas de siete leguas
Y no por la carencia de verdades centrales
Sino por el vía crucis que imponen los esbirros
Ya suelta las amarras
nos sentaremos todos al son de los recuerdos
chismorrearemos sobre hechos insólitos
y amasaremos la pureza con las manos.

Saturday, November 11, 2006

POEMAS


POESIA
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"Sombras a Mansalva"
Cuba-1994
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Autor: Adela Soto Alvarez
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"A mis gondolas frías ,a mi pesada cruz, al amor
que juré entre rosas y espinas....
A tí compañero de todas mis batallas,
a ti mi centinela perdido en la hojarasca.



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RINCON PROHIBIDO
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Te miras y descubres que mueres
bajo la intermitencia del más crudo reflejo
El vestido rasgado
los zapatos
la sopa
y tu rostro flotando en la batalla incierta
¿Serás tú?... te preguntas
mientras piensas y temes
cómo estaras mañana
y te vuelvas un eco dentro de la amargura
Pero nadie comparte
ese rincón contigo
y sigues siemrpe sola
diez pazos más allá
diez pasos más acá
y la jauría acechando
sin que a nadie le importe iluminar tu almena
Te miras y descubres que mueres
que tu voz ya no es voz
solamente es encierro
y te vuelves un dardo
una sombra
una hoguera
y luego un marinero naufragando
en el agua podrida de su charca.
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AL FILO DEL SILENCIO
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Se esfuma mi silueta al filo del silencio
como un asno cansado
como una leve brisa
que no llegó a ser viento
como una flor reseca que no fue primavera
ni siquiera estimulo para un amor de paso
Por eso es que voy tensa
tratando de robarme una suave metásfora
para escribir de un golpe
mi última sinfonía
He robado otras veces mendrugos para el pecho
y he abierto mis brazos a cualquier caminante
También dejé mis horas en muchos laberintos
y puse mis rodillas sobre la hierba seca
No me hagan preguntas
tan sólo examinen el musgo y el vacío
el vacío y el ojo que se me ha hecho piedra
Y descubran mi patética boca
y mis manos crispadas de alzarlas como látigo
Quizás nadie descubra que la niña que fui
la llevo a escondidas
y la joven dispuesta
también marcha a mi lado
Las dos son como el humo que dejó en el espacio
su recuerdo y su miedo
Las dos van en mi sangre invisible
calladas
como un golpe mortífero desgarrando la máscara
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BREVE LUZ
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Otro siglo Dios mío
y la gastada luz en el mismo costado
sin escuchar las voces que salen del camino
Debilucha
callada
exparciendo sus rayos
sobre la incoherencia
Y yo sin saber lo que queda
de mi cuerpo imperfecto
de mi cuerpo insaciable
abierto a la demencia
De mi cuerpo rosado,
azul ,
verde,
amarillo
quizás tan putrefacto
como un viejo cadáver
Sobre la rota calle
se escuchan los ronquidos
que va dejando el tedio
Se escucha la impiedad de los falsos profetas
y la luz sigue ahí con su nítido gesto
haciendo mil proyectos
mientras un suave trino de aguas turbulentas
va dejando a su paso
su triste.
melodía.
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POEMA DE LA DUDA
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A veces pienso ¿cómo ha sido posible
vivir por tantos años bajo crueles mentiras
sin saber si vendemos el alma a los demonios
o el señor nos bendice por tanta desmesura?

Wednesday, November 08, 2006

AMALIA SANCHEZ



Narrativa
por: Adela Soto Alvarez

''AMALIA SANCHEZ''
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''La heroína de batallas inciertas''.
Cuba- 1992
Este suceso pudo ocurrirle a cualquier mujer cubana al regresar a su patria después de cumplir con una misión internacionalista.
A Amalia inmemoriam por su sinceridad y valentía...


Finalizaba el año 80 en la Cuba esclavizada, por lo que eran tiempos difíciles y todos lo sabían, por eso fueron muchos los enviados al lugar después del regreso a la Patria. Unos con la misión cumplida, otros sin cumplir, pero todos con el mismo diagnóstico, y falta de identidad.
Un rustico edificio de construcción medieval y de varios pisos, asomaba por entre las altas montañas, las que juguetonamente se veían escoltadas por un buen número de palmas reales, y coposos árboles.
A primera vista parecía un palacio gótico donde siempre existe una princesa encantada o cautiva de los maleficios de una bruja. En este caso no era una sola princesa la que habitaba tras aquellas paredes expuestas al viento, sino infinidad de princesas convertidas en residuo humano, al igual que príncipes valientes cautivos y a punto de extinguirse.
Nadie quería llegar, pero el que lo hacia, no tenía mas opción que permanecer recluido por un buen tiempo.
Si mejoraba podía salir de alta o de pase, sino a servir de conejillo de la india a muchos duchos en materia científica.
Amalia la joven muchacha provinciana había llegado recientemente custodiada por varios enfermeros. Alguien dijo que venia de la Selva completamente loca. Pero la realidad era que la habían vuelto loca, los acosos sexuales de su jefe, y la catástrofe que vivió en tierra ajena.
Pero aun se le podía reconocer a pesar del negror de su piel y la desvencijada apariencia. Lo cierto era que estaba allí, la heroína de tantas batallas, sin saber si era de día o noche y con un silencio atroz. Nadie sabia el por qué había perdido el habla.
Por tales razones y teniendo en cuenta su padecimiento silente, decidieron los facultativos proporcionarle posibilidades de recuperación, llevándola sin preámbulos a una de las habitaciones destinadas a los enfermos mentales.
El pequeño cubículo donde fue conducida estaba fuera de todo bullicio. Parecía alzarse majestuoso en aquel lugar tan sombrío, mientras el arrullo de la suave brisa abanicaba gentilmente la coposa vegetación, que acorazaba implacable toda posible civilización.
Paredes blancas adornadas con enormes ventanales, sobre ellas llamativos vitrales logrando una sinfonía perfecta.
Todo parecía un sortilegio del amplio inmueble, que junto a los hermosos cuadros contemporáneos, realzaban el uso de pinceles creativos, y donde no dejaban de predominar los colores azules, y grises, sobre los esqueletos y los pájaros cantores.
Parecía un sueño recorrer con la mirada aquellas expresiones pintorescas y desafiantes a la vez. Todas de inigualable toque surrealista, y que no dejaba de emocionar los ojos estupefactos de Amalia, la tierna y debilucha muchacha, que no dejaba de preguntarse para sí… ¿quién sería el autor de aquellos dibujos?.
Tal vez alguien tan complicado como ella, pero la rubrica sobre el lienzo resultaba tan ilegible que sus irritados y grandes ojos verdes no podían descifrarla.
De todas formas no tenía otra opción que continuar caminando con sus interrogantes en el más esquemático silencio, y sin dejar de buscar un poquito de la tranquilidad que tanto deseaba, porque la paz para ella era otra cosa.
Al fondo y muy cerca de uno de los ventanales sobre un sillón muy deteriorado por el uso de quién sabe cuántas penas. Lucia la hermana mayor, la que siempre acudía, la que nunca tuvo negativas a la hora de ayudar al desvalido, leía absorta la obra clásica de Alejandro Dumas, mientras Amalia continuaba sin pronuncias palabras.
Era su lectura preferida, así se le escuchaba murmurar, aunque muchos pensaban que lo hacía para reafirmarse la existencia de los amigos, la lealtad y la justicia, tan escasa en tiempos de desastre.
Por eso a cada momento miraba a la hermana y sonriente le comentaba algo sobre la hermandad de los Mosqueteros, pero Amalia nada respondía.
Desde que llegó al hospital se mantuvo en un silencio profundo, y el médico aconsejó, la dejaran así hasta que ella misma decidiera salir de su impenetrable mundo.
Una muchacha delgada y pequeña con los cabellos anudados a la nuca y sobre estos una simple cofia, tan blanca como su vestido, le daba cierto aire de pureza y confianza a los constantes movimientos que realizaba dentro de la habitación.
Después con voz de ángel de la guarda y sin dejar de sonreírle le preguntaba cómo se sentía y verificaba de forma cautelosa todo lo que sucedía a su alrededor.
A Amalia se le antojó una espía enviada quién sabe de que tambaleo ideológico. Con su cara de mojigata nunca pudo confundirla, porque la época de las confusiones para ella había pasado.- Se decía para sí y la miraba todo el tiempo con ojos desconfiados, pero sin hacer comentarios, porque de lo qué sí estaba segura era, de qué se la encomendaron muy especialmente.
A ella nunca le habían gustado los privilegios, pero en esos momentos no tenía otra opción que aceptarlos y esperar pacientemente hasta poder descubrir quienes eran los interesados con tanta adulonería y exagerados cumplidos.
Después de mucho andar por la vida se había convencido de que alguien lo hacia para que se desbocara, y vomitara todo lo que tenia dentro de su cápsula sentimental.
Por eso a pesar de toda la confianza que la muchacha trataba de ofrecerle, Amalia se mantenía hermética, con sus verdades encerradas en los páramos de su tristeza.
Lucia se puso de pie exhalando un suspiro de agotamiento físico, a la vez que dejaba caer el libro sobre la cama de Amalia. Miró el reloj y comentó sin dejar de estirarse, que el final del día estaba por llegar.
Buscó en su cartera el pase de entrada al hospital, y las llaves de la vivienda e inclinándose besó a la hermana aconsejándole con autoridad que aprovechara el tiempo que iba a estar sola y leyera la obra de Dumas, para que recuperara la fe perdida.
Amalia la miró y para no contrariarla asintió con la cabeza. Últimamente para ella todo se había convertido en un ritual de órdenes. Lee, espera, soporta, no pienses,…como si lograrlo fuera tan fácil.
Qué estúpidas son las personas que piensan que pueden con palabras desvanecer el aleteo de los gorriones cuado se afanan en desordenar las ideas, y aunque Amalia se había convertido desde el último golpe en una mole de silencio a la que cualquier rumor la espantaba, no había dejado de hilar las sombras de sus muertos y estos no dejaban de atormentar su perturbado cerebro, por lo que darse a la lectura le era imposible.
Haciendo caso omiso a las palabras de la hermana y reafirmándose que nadie podía quitarle de los párpados lo vivido, porque había marchado siempre con la fe y la esperanza como bandera y ahora pasaba a ser manjar de sus remordimientos y de sus agrestes decepciones, se dispuso a no leer el libro aconsejado y lo guardó bajo la almohada.
Amalia la valiente mujer contemporánea que enfrentó la sed de sus arritmias, las siluetas herméticas, los papeles sombríos, los amigos neutrales, sin atesorar otra cosa que no fuera enarbolar su estirpe con su ponzoña ardiente. Se desvanecía entre el olor a zombis y el llanto recalentado que esparcía sobre un lecho ajeno, en espera del hambre de la ciencia, y la piedad de los que hacían lo posible por encontrar un bálsamo justo para calmarle el espanto que padecía.
Por eso se aferraba a sus incógnitas a la vez que se revolcaba entre el estiércol que le quedaba en las sienes.
No podía imaginar que tuviera que continuar tras el muro, mirando solamente las telas de las arañas.
Por eso después del portazo al salir la hermana caminó de un lugar a otro de la habitación buscando un lugar para asirse y salir de tantos recuerdos, pero todo era imposible para ella, y las evocaciones del subconsciente como estocadas al centro del corazón comenzaron su nueva faena.
De un golpe llegó a su mente la imagen que proyectaba cuando se pensaba vencedora y su espíritu se llenó de aplausos, pero de igual forma el pecho se le inundó de la realidad y volvió a verse como lo que realmente era… “Un héroe desamparado”.
Por eso entre lágrimas se sentó al borde de la cama, tratando de tranquilizar sus nervios, pero por mucho esfuerzo que hizo nada consiguió, porque la verdad como martillo no dejaba de refutarle las neuronas, y reafirmarle su título honorífico de “Vencedora de la nada”.
Amalia se sentía vencida, con las sienes a puro fuego, y revalidándose cada vez más, que la zozobra era su mejor aliada. Por eso se detuvo en la primera estocada, la de su juventud entre la ardiente pólvora, las explosiones, y el sabor caliente de la sangre.
Su olfato se había convertido en un látigo, por eso el olor etílico del verdugo y su forma de mancillarle la candidez la asfixiaban y cuando esto sucedía se mordía las manos hasta verlas amoratarse, queriendo con ese acto quitarse la impureza.
De un golpe se puso en pie y caminó hacía la amplia ventana que comenzaba a filtrar los primeros rayos de la luna. Miró el cielo en busca de un poco de paz, pero esta le llegó en un lenguaje ajeno.
Sin saber que hacer regresó despacio y se ovilló sobre el lecho como un perro desvalido.
La voz de la enfermera interrumpió su éxtasis junto a un sin número de fármacos que se exhibían triunfantes ante sus aturdidos ojos. Y todo esto junto a las palabras fabricadas de aparente consuelo,… de que podía tener otra oportunidad, si era fuerte.
¿Cómo podría ser fuerte si ya lo había sido tantas veces?…Si solamente con el oficio de vivir ya lo era.
¿Qué eran fuerzas , acaso convencerse a si misma de qué el cuerpo estaba hecho solamente como soporte?.
¿Quién era ella?...se preguntaba indecisa. Acaso nada pasó realmente por su vida.? ¿Entonces no hubo muertos,… dónde estaba su risa?
Absorta en sus constantes ideas se debatía en su recuerdo como un espadachín en plena batalla. Entonces le llegaba entre llamas de dolor el rostro querido de Miguel, las piernas amputadas de Saúl, el cuerpo inerte de Mariela, y su cabello envuelto en el rojo intenso de la sangre que aún atrofiaba su cerebro.
Se apretaba las sienes tratando de olvidar, pero la mediocridad y los abusos de René con su donaire satisfecho de autosuficiencia la golpeaban sin cesar, mientras las últimas palabras de consuelo se perdían de su alcance.
Ellos, Miguel, Saúl, Mariela, sus tres mosqueteros cruzando cercas, penas, calvarios, unidos por el amor y las ideas. Creyéndose Odiseas. Los genios de la lámpara de Aladino. Tan iguales o iguales a los que permanecían eternizados en las páginas del libro de Dumas, habían dejado de existir y Amalia estaba segura de eso.
Miguel había quedado sepultado en tierra ajena. Saúl y Mariela igual, solamente la fina lluvia y el recuerdo eterno como un lento río que al final siempre iba a parar en las excretas sádicas de René.
Un buen número de hermanos engañados habían regresado como ella. Mutilados de sus miembros y del alma, otros sin conciencia. El resto había quedado detenido en el espasmo del polvo, a veinte metros bajo tierra y cubiertos por un rectángulo de mármol gris, sin poder ver las estrellas, ni escuchar su grito,… el mismo grito que no dejaron de emanar sus cuerdas vocales cuando llegaron como carne de cañón a la Selva.
Estaba segura que todo había pasado. Ya no tenía a quién contarle los asedios de los apetitos nocturnos cuando la soledad y la nostalgia hacía estrago sobre los subordinados., y los predios eran menos que un incendio corporal.
Tampoco tenía a quien contarle los acechos del Simio, ni las violaciones a su pureza. Ni siquiera podía confesar que estaba al borde de la locura y que la resignación no le llegaba.
Ella la Dartañan de Los Mosqueteros, la que siempre quiso ser justa, ahora sólo estaba recluida en sus meditaciones, disociada, ajena, y cansada de enfrentar los avatares, guillotinando el presente… Y lo peor de todo ya no le quedaban ilusiones.
Alguien le preguntó una vez, ¿qué cómo era posible que soportara tantas crueldades sin morir?. Y ella le respondió,- ¿Acaso cree qué vivo todavía?..-
Y era cierto parecía viva a pesar de su corazón tan afligido, de su constante miedo a enfrentar sus realidades, de sus cuerdas vocales negadas a emitir ningún sonido.
Se había acostumbrado a aparentar ser una y realmente era otra. Las dos Evas, las mujeres “Llamarada y Brisa”, una empeñada a ser siempre, y la otra empeñada en ser ventisca.
Algunas veces para salvarse hizo lo posible por echar al viento sus conflictos refugiándose en recuerdos agradables, y cuando hacía esto se le escuchaba murmurar,... que el aire le calmaba las brazas.
Muchas veces la sorprendió la mañana en plena Selva atrapada entre el roció y sus vivencias y se le veía caminar descalza, quitándose de las mejillas las suaves gotas del cansancio, pero siempre regresaba obediente a los pies del verdugo.
Un sonido breve pero agudo provocado por una de las camillas la sacaron de sus pensamientos.
Se puso de pie asustada, y caminó lentamente hacía el ruido. Después de todo necesitaba caminar. Llevaba muchos días recluida sin ver el sol, sin buscar a sirio su planeta preferido. Era el único que la entendía y consolaba, por eso le había dedicado muchas horas conversando con él sentada entre los canteros de los tilos y las begonias.
Mientras caminaba no dejaba de pensar en el reencuentro con el pasado familiar que era otra de sus obsesiones.
Hacía tantos años que no convivía con los suyos, por lo que no podía adivinar si continuaban iguales, o tan desiguales como de costumbre.
Entonces detuvo el pensamiento en las palomas de Rudy volando como bandadas y alterando la tranquilidad del hogar y los vecinos.
El grito de las turbas familiares azuzadas por las carencias de las cosas más precisas. El olor a fango interminable ligado al olor a leña y a madera antigua, y quiso escapar de esos desastres y meterse de un tirón en los pasillos interminables del amado hogar.
Llegar a la ansiada salita tan llena del confort de clase media, y observarlo todo en el mismo sitio.
Los cuadros pintados por su inexperiencia en algunos escapes espirituales. Las fotos de los niños, la del abuelo gruñón, las de su juventud con el cabello largo, tan largo como lo eran sus esperanzas quinceañeras, y la guitarra de nostalgias gigante colgando silenciosa del alero.
Pobre Amalia no quería que se le escapara ni un sólo detalle, por eso hacía todo el esfuerzo por imaginarse junto a la mesita avejentada, exhibiendo la lámpara que le regaló Miguel aquel día de Reyes.
El siempre quiso que ella tuviera una lámpara, porque las consideraba mágicas y siempre llevaban un genio dentro. Y ella se reía satisfecha y dichosa cuando él la consentía con sus palabras varoniles y precisas.
Pero el genio de su lámpara se escapó una tarde y dejó de concederle los milagros. Esa misma tarde en que sin pensarlo se marchó condecorada de ideales y medallas, dejando a la deriva sus sueños y todas sus verdades.
Y ahora dónde estaba, toda resignada en un silencio crudo, y metida en una enorme lejanía, y bebiendo del néctar del arrepentimiento.
Su mente comenzó a vagar sobre los pececitos de cerámica blanca, y la diosa del amor sin brazos, también regalos de Miguel. Las siempre vivas verdecitas y pobladas a pesar de la falta de agua.
Colgada sobre la ventana que daba al patio las tinajitas de barro también sobrevivían en sus recuerdos. Hasta los vasitos de yogurt repletitos de tunas de diferentes especies se mantenían al pie del almacigo y junto a ellos el arbusto de espinas como trofeo de sus constantes guerras.
Todo permanecía intacto en el pensamiento desordenado de Amalia. -Todo está en el mismo sitió- Se decía para sí, mientras las lágrimas le humedecían las mejillas atrapada en el olor de las rosas mañaneras, y engalanada con el canto de los gallos sobre la fresca tierra que tanto añoraba.
Quiere detener el recuerdo, pero éste la continúa llevando por el tiempo transcurrido, y le parece ver al padre decidido a no dejar entrar la luz. Nutrido de prejuicios y balanceándose en su sillón de mimbre y la madre recalentando el poquito de café criollo, esta vez de mala muerte, entre los planes de esperar por la llegada del domingo para que estén todos y poder cocinar la libra de frijoles que guarda con celo desde principios de mes.
Su hermano José colgado del vició como un ermitaño, con la mirada nula ante las carencias y sin dejar de rechinar las mandíbulas, a la vez que sedimenta su sudor sobre la vieja sábana.
Natalia la más pequeña de las hermanas, alimentando el miedo con las uñas como manjar, evitando las desenfrenadas agresiones familiares.
El ineludible olor a sopa de ajos como dardo contra el olfato, las tortas de harina polvoreada con azúcar turbinada a las diez de la noche, calmando la acidez de los jugos gástricos, mientras el humo y el tizne imponían sus dominios a pesar de los quejidos respiratorios. Y lo peor, la mirada lánguida de Pluto y Saltarín en el patio esperando por el milagro de las raspas del arroz para aplacar las tripas.
Son demasiados recuerdos, y sabe que no puede remendar sus verdades, ni calmar su dolor aunque la embutan de medicamentos traídos de la China, ni siquiera con el elixir de los dioses.
Piensa y piensa aprisionando su cráneo entre las manos, y ve la maldición sobre sus hombros y descubre que nunca tuvo casa, que tampoco edificó la paz, ni construyó al hombre nuevo como le hicieron creer, que solamente fue un instrumento de la mentira y la mala suerte.
Sofocada ante tantos pensamientos sigue corriendo de un lado a otro, enciende un cigarro absorbe su humo desenfrenada y se dirige hacia una de las amplias ventana, en esos momentos para ella la salvación.
Mira y vuelve a mirar, con un terrible deseo de lanzarse y terminar de una vez con tantos pesares, pero la buena brisa comienza a batir sus alas sobre su endeble rostro despeinándole cariñosamente los cabellos, y una inmensa armonía recorre todo su cuerpo.
Entonces comienza a mirar todo el paisaje que se ofrece, y se da cuenta que desde la ventana lo puede observar todo sin ser vista.
Abajo están los hombres discutiendo sobre la realidad. Alguna que otra mujer deambulando sobre sus pantorrillas, otras colgando de la impiedad del tiempo.
Un buen número de ancianos arrastran sus pies con la esperanza de tomar el ómnibus que esta por llegar. Otros leen las diferentes crónicas del diario vespertino, dos discuten sobre béisbol, todo es rutina, sin cambios, ni futuro, pero están vivos o por lo menos lo parece.
A pocos metros de la entrada de emergencias discuten dos señores, no se entiende bien el por qué, pero están al irse a los golpes. Los hombres son tan impredecibles, que a lo mejor después del fandango se abrazan y se toman par de tragos juntos, por lo que no hay que preocuparse.
Alguien gritó son las nueve de la noche .Hora del nuevo infierno. La enfermera está por llegar con sus píldoras curativas, y la ponzoña afilada para clavarla en su trasero.
No quiere pensar en ese momento que le espera, pero inevitablemente llega Julieta como una estocada a su recuerdo, Julieta, la Selva, y Marisela la liberal amiga, que no le importaban las rayas de su inmunda vida, porque el tigre tiene más y vive.
¿Qué sabría Julieta de entregas por amor? Si daba de beber a cualquier sediento. Se repite ya con voz.
También le llega Rene oculto en uno de los recodos de su mente, con la bayoneta encasquillada tratando de apostarle un buen disparo y ella huyendo por los pasillos interminables de su vida.
¿Qué daño le había hecho todo?...Ella que se pensó caudal y no fue más que agua estancada y pestilente.
Después la fiesta de los quince años… y el comienzo de su decepción y vació por un simple minuto de inocencia y descuido. Posteriormente sus veintidós años los que llegaron a fuerza de zarpazos enemigos. Ahora con treinta no le quedaba nada más que aprender.
Se frota las manos con fuerza, y se reafirma una y otra vez que aun vive, que es Amalia, que alguna vez fue madre, que alguna vez amo desenfrenadamente. No podía recordar a quién, pero siente que ese sentimiento de nuevo se abalanza.
¿Sería a Rene a pesar de sus mordidas, o a Alfredo, a lo mejor a Nicolás, o Rufino. ¿Pero cuándo comenzó la desdicha, esa no la recuerda aunque como el amor sabe que invadió todo su cuerpo.
¿Sería al nacer?.. .Tal vez fue un embrión mal formado, o nació en el lugar equivocado y menos preciso.
Si pudiera encontrar una goma grande y borrar todo el pasado, o simplemente regresar al semen del padre y no fecundar. Pero nada de eso podía hacer, solamente le quedaba una posibilidad para salvar el espíritu, y era Gabriel al que ella le dio vida en cualquier palabra, o rostro para calmar sus pesadillas.
Aquel amor imaginado, cultivado en sus carencias. Aquel muchacho loco que le hacia el amor sobre la hierba y le regalaba flores, las que aun viven dentro de sus libros más preciados.
Pero Gabriel, podía ser Alejandro, Pedro, Juan, Jacinto, José, Iván, Orlando. Cualquier detalle, cualquier beso. Incluso a pesar de saber que nunca seria cuerpo, con una dosis de Gabriel sobre su demencia estaría curada.
¿Pero dónde encontrarlo si estaba desvanecido y por mucho que escudriñaba su imaginación no lograba conformar su rostro , ni su boca, ni sus ojos.
Su cerebro se agobio tanto de buscarlo en el infinito, que sólo sintió consuelo al aferrar sus manos a la ventana.
Debajo seguía la gente cada cual es su asunto, y ella cada vez más sola, sin que nadie la viera, ni entendiera, por tal razón nadie podía salvarla.
Sin pensarlo dos veces se subió sobre una silla que permanecía al pie del ventanal, y se lanzó al vació.
Una fuerte sacudida estremeció el pavimento. Una mujer gritaba desesperada una y otra vez pidiendo auxilio, y Amalia iba quedando nuevamente en silencio al son de las gotas de glucosa que caían en el depósito del equipo de suero, mientras un canto de ángeles la escoltaba hasta la última morada.

Monday, November 06, 2006

POEMAS


R E C O R D A N D O T E
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''P O E S I A''
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El recuerdo es una fina gota que lacera hasta el fondo,
es un ir y venir de sueños todos a una voz. Es volver a vivir, pero despacio...
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Adela Soto Alvarez


EVOCACION

Hoy evoqué
tu boca en mis labios
Y me sentí confusa,
demente
obsesiva
penetré de un golpe dentro del calendario
y te encontré tan frágil
tan sin mí
que no tuve consuelo
a tanto desatino

Tú el que más me ha querido
el que sembró en mi pecho
la sabia y la ternura

Quien me amó tan vehemente
en tantas madrugadas.
en tantos sueños locos
en medio del tumulto de prejuicios paganos
Incluso a escondidas del grito de las turbas

Estas ahí sin nombre
tampoco tienes manos
ni siquiera raíces

Y sin embargo yo
te sigo recordando en este ir y venir
de góndolas de paso

En una ciudad ruidosa
donde todo me sabe a nuevas despedidas
Mientras pasan los días
y pasan los segundos
y mi nombre también se oculta entre las ruinas
de un siniestro futuro
que no sabe que existo.


MUCHACHO LOCO

Nunca podrán quitarnos
Ese gran privilegio
De sentir nuestros cuerpos
Vibrar junto a las rocas
Cuando tu beso surcó
Mis endebles razones
Tan llenas de prejuicios

Eras un muchacho loco
Tan loco
y tan conciso
Que toda tu esbeltez
Se acabo en una noche.

ENCUENTRO CASUAL

Cabías en mis manos
Y te apreté hasta el fondo
Lamiéndote hasta el centro
Como una loba en celo.

Pero llegó la aurora con sus siete candados
Y los dos nos miramos
ya sin reconocernos…


LA PEREGRINA

No te abandoné
Sólo jugué a ser la peregrina
en medio de la noche

A saltar las murallas
buscando los orígenes
de un corazón en rejas.


LA ESPERA

Te conminé a una espera
Larga y silenciosa
A que fueras causa y efecto del destino
Sin saber que tus ojos
Buscaban afanosos
Los pasos en seco
Que dejé en el camino
Y tú tan consecuente
Te sentaste en la espera
Con los brazos cruzados
Sobre tu fuerte pecho
Esperando la tarde
Esperando la noche
Esperando ,
esperando
O no esperando nada.


RECLAMANDOME

Nací en una ciudad de pocas torres
y al llegar a este pueblo
donde todo padece
de enormes rascacielos,
quise huir de sus garras,
de tanta gente ausente
de tantos pergaminos rasgados en la espera.

Pero tu amor me calma
Tu amor me fortalece y me lleva por sendas
mansas y precavidas
Y aunque mi noche es turbia
se que allá aunque lo ignores
queda el verdor inmenso ...
Reclamándome
Los ocujes y la aurora dispuesta
a mi caricia
La exuberancia del campo
La calle
tu sonrisa
Y el convulso ruido de mis trenes


MALA SUERTE


Yo la que nunca pensé
Ser tantas gentes juntas
Ni siquiera imaginé que iba a andar a oscuras
A pesar de estos ojos que me crecen

Me afané como todos a fabricar manzanas
en mi ciudad inmóvil
mientras el vendedor de diamantes gemía
sobre mi mala suerte….

Amor
amor no me dejes a oscuras
Dame una luz…
si puedes.

Wednesday, November 01, 2006

POEMAS


<>POESIA

<>
<>ALGO MAS QUE UN RECUERDO
<>
<>

<>(Cuba- 1998)


Para tí aunque nunca lo sepas
...

autor: Adela Soto Alvarez


PREGUNTAS.

¿Por qué si estas hecho de nostalgia lo eres todo?
Aunque nunca te vea
Aunque sólo te sienta mil pasos más allá
Inaccesible
Deshaciéndote como una sombra
Que aparece y se esfuma

¿Por qué si estas hecho de nostalgia lo eres todo?
Todo para mí como una urgencia
Sin importarme lo fugaz
Ni lo imperfecto
Ni la casa vacía
Ni tanta espera larga
Ni siquiera ese miedo de que nadie me salve

¿Por qué si estas hecho de nostalgia lo eres todo?
Aunque no llegue nadie
Aunque nunca me llegues

Y tejo la madeja creyéndome Penélope
Y te pienso Odiseo contra todos los mares
Y regreso a las ruinas que me dejó tu ausencia
Esperando que un día
O no esperando nada.


EL MUCHACHO DEL CUADRO

El muchacho del cuadro me ha mirado
Con sus ojos de ébano me dice tantas cosas

Me acaricia los sueños
Me toma por sorpresa
Y me hace sentir dueña del universo

Blanco y negro es su rostro
Blanco y negro es su pelo
Y su boca es un cauce donde mi cuerpo vibra

Ese muchacho y yo
Su silencio y su beso

Nos miramos al fondo
Sin saber que queremos.


TU BESO

Me seduce tu beso
Tal vez como ninguno
Tu beso como daga al pie de mi cordura
Y ya no me importan las miradas del mundo
Ni el prejuicio que se lo lleva todo
Ni siquiera el vació que me dejó tu ausencia
Cuando fuiste víctima del grito de la gente

Tu beso es mi sombra
Mis fuerzas mis quejidos
Un astro milenario danzando a contraluz
Una llama insistente quemándome el sentido
Cuando penetra ardiente desordenando todo
Lo que guardo con celo al centro de mis piernas.


DESCUBRIMIENTO

Hoy te miré a los ojos
Y fuiste mucho más que un capricho

Me supe a tu medida
A tus antojos
Y fui adolescente
Fugaz y desmedida

Me aferré a tu rostro
Tan simple y tan perfecto
Navegando sin prisa sobre tus pocas décadas

Muchacho loco y tierno
¿De qué lugar te escapas
para hacerme vibrar horas enteras?

¿Por qué te siento tan dentro de mis sienes
Si no eres experiencia
Ni presente o futuro
Y nunca serás cuerpo por mucho que germines?.


DONDE ME DUELE

Te recuerdo aquí donde me duele
Donde un día te inhale en secreto
Y te hice el amor como lacaya
Como reina
Mujer
Y prisionera
Donde fuiste mi rey
Mi sol y mi verdugo
Y tu risa se abrió como un capricho
Seduciendo mi piel a tu manera

Te recuerdo aquí donde me duele
Donde el tiempo no cabe en mi tristeza
Donde me trago de un sorbo los sollozos
Que nunca se separan de tu ausencia.

SOLAMENTE ME QUEDA

Solamente me queda
El olor de tus manos
Las fechas que marca el viejo calendario
Orquídeas marchitas
Postales alegóricas
Y el adiós de tus pasos
Sobre la inerte puerta

También me queda un soplo de amor en el recuerdo
Tu rastro sobre un libro carcomido
Y toda la incertidumbre que me atiza
Pensando que tal vez…
No fuiste prohibido.