ENTREVISTA LOS AZOTES DEL EXILIO NOVELA

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DEDICADO A MIS PADRES

Monday, June 29, 2009

POESIA "VIENTOS DESOLADOS"


Por Adela Soto Álvarez


No veo el camino
Solamente el hueco ancho y profundo
Vientos desolados
En un ir y venir de palabras rotas
Códigos imprecisos
Y la inmortal patada
Justo al centro

Sé que el deseo es el único que justifica la salvación
Pero ese dejó de reinar
Al descubrir el escuadrón de impíos
Azotando la vibra
Que traté de hilvanar
Inentendible
Y contraproducente

Un maremoto sacude
Y golpea a la vez
Y no llegan noticia a mi codiciado interior
Que cambie con esta espeluznante guerra
Que lastima mi escencia

Miro al subconsciente y descubro las cenizas de todo
Llamo a los supuestos misioneros
Y no tienen tiempo para tenderme
Un ápice de respiro

No quiero deshumanizarme
Con tantas actitudes virulentas
Por eso lucho contra la duda
Azorada y poeta
Temblorosa y humilde

Y perdono y vuelvo a perdonar
Aunque sé
Que tengo la bondad espantosamente herida
Y no encuentro el bálsamo exacto
En esta ciudad posmoderna
Donde no me dejan elegir

De noche me hundo en Babilonia,
Escudriño cada piedra

Pienso en el profeta Kahlil Gibrán

También busco a Jehová en cada palabra de Job

Y siento el corazón ausente
Atado al ángulo de la insomne madrugada

¿Qué mal hice
Cual fue la eclosión?

¡Dios mío,
Cuántos demonios tenemos los poetas
Disparados a la vez!

No le temo al momento
Pero sí a la suma de todos los momentos
Donde me asignaron una huella
Me envuelven los presagios
En el mismo instante en que me dispongo
A rectificar imperfecciones

La rendición es cruel y corroe las entrañas
Por eso regreso a la soledad
Aunque sé
Es un lugar impropio
Para ponerse en paz con uno mismo.

Sunday, June 28, 2009

CRONICA "LA CATASTROFE ECONOMICA"


Autor: Adela Soto Álvarez


Nunca se me olvidará cuando cayó el Muro de Berlín, todos estábamos seguros que de forma obligatoria no sumergían en un mal sin fondo, donde la muerte era el único alivio.


Nunca antes habíamos transitado por algo similar, y con las esperanzas y optimismo que embarga a los cubanos, esperamos a ver que pasaba.


Pero ahora que sabemos que nada pasa, qué será de este segundo hundimiento económico y social, con un pueblo con mayor nivel de conocimiento y que nada puede esperar de sus opresores?


Nuestro país en vez de avanzar retrocede mil años luz, y las necesidades se han convertido en el plato fuerte de todo cubano.


Hace cincuenta años que el sol dejó de alumbrar nuestro archipiélago, pero ahora lo sumerge en una tembladera de hambre y miseria mucho más difícil., enfrentándolo a un segundo período especial.


“Siempre el pez grande se come al chiquito” decía mi difunta abuela. Aquí pasó algo similar, el gobierno aplastó como una cucaracha al hombre de a pie, a su familia, y lo obligó a sucumbir en la peor de las miserias humanas.


Cuando el primer período aun quedaban mercados y tiendas de productos industriales con algunos beneficios, pero a la voz de “Opción cero” todo desapareció de forma inesperada.


Algunos decían que se habían recogido los productos para la reserva y de la noche a la mañana todo se quedó en estado de sitio.


El primer zarpazo fue la disminución de la canasta básica, Ya antes por cualquier situación se nos reducía sin previo aviso, pero esta vez fue al duro y sin guante. Menos arroz, granos, café, y azúcar, y si alguien se quejaba era inconsciente, y no comprendía la situación que estaba atravesando el país, por lo que de ahí a desafecto no había más que un paso.


Comenzó una carencia grande, incluyendo la de los valores más preciados, hasta la bolsa negra tuvo sus bajas, al igual que la fe que ya se había perdido, ahora era mucho más notable su penuria.


Los centros de trabajo rebajaron su jornada pues comenzaron a desaparecer los comedores obreros, el transporte, y con el apagón las empresas no podían utilizar sus equipos.


Algunos fueron enviados al sesenta por ciento a sus hogares, otros a disímiles trabajos, ninguno acorde con su capacidad, y mucho menos profesión o especialidad adquirida después de cinco años de estudios universitarios.


Algunos aceptaron irse a la zafra, pero ni zafra había, porque hasta la tierra comenzó a negarnos sus frutos.


Bajo esta situación desesperante comenzaron al unísono las enfermedades por doquier, la extrema delgadez de las personas, y todo se fue consumiendo lento pero aplastante.


Las noticas de los difuntos eran diarias, niños, hombres, mujeres, caían a diestra y siniestra desnutridos y por falta de medicamentos para contrarrestar sus enfermedades.


Hoy veías al paso a un conocido, y mañana ya no lo conocías por el quebranto que sufría de un día para otro.


A esto se le unieron los apagones por más de ocho horas, y hasta de veinticuatro. Estos apagones también llegaron a las funerarias donde muchos familiares tuvieron que darle el último a diós a sus seres queridos bajo penumbras, o si acaso acompañados por la pequeña lumbre de una vela en deterioro.


Las ofrendas florares para los difuntos fueron planificadas a cinco por cadáver, ya no eran de flores naturales, sino artificiales, y al terminar de ser utilizadas en la ceremonia fúnebre, eran recogidas y recicladas para el próximo desdichado.


Todas las barriadas expuestas a las penumbras, a los malhechores, violadores, y a todo aquel individuo que comenzaron a perder los valores humanos y con el aquel dicho de “sálvese quien pueda” aprovechaban la oscuridad para realizar sus maniobras delictivas. Así fue como se comenzó a hilvanar la maldad y el descarrió moral.


La propaganda política era la única que se mantenía sin cambios atizándonos las esperanzas perdidas con el objetivo de detener la inmensa huida que sabían iba a producirse, lo mismo por aire, mar y tierra.


Otra de las cosas que se mantuvo a pesar de tanta inclemencia, económica y social, fueron los privilegiados de la suerte, aquellos que no se desinflaron como el resto de la población y mantenían sus rostros regordetes, asomados por la ventanillas de los vehículos estatales que tampoco sufrieron las embestidas del período especial.


Estos individuos diría yo de la “suerte gubernamental” pasaban por las calles de mi pueblo sin mirar para los lados, sin importarles los miserables de la tierra que aumentaban en sus pies callos y llagas de tanto deambular sobre el asfalto, bajo lluvia, sol y hambre.


De igual forma se veían a mujeres con niños en brazos acumulando sol en sus harapos y sangre en el alma, y a ancianos casi sin vida, al igual que a hombres sin suerte, todos a pie, mientras los magnates privilegiados de la tierra andaban como si nada en sus lujosos automóviles de último modelo, con cristales oscuros, aire acondicionado y la música estridente a toda voz, para no sentir el grito del pueblo que moría de todas las carencias, las veinticuatro horas que dura el día.


Todo esto bajo el interminable lavado de cerebro de aquello que nadie se cree, de que “todos somos iguales”.


Una de las salvaciones estomacales que más se puso de moda, fueron las infusiones. De hierbas silvestres. Estas resolvían la afluencia de los jugos gástricos cuando se ponían a mil por hora ante el hambre y el desequilibrio nervioso.


Lo mismo se hacían con jengibre, caña santa, Hoja de naranja, tila, romerillo, flor de España, dormidera, o cualquier hierba que estuviera al alcance del hambriento, lo importante era sentir algo caliente en el frío estómago.


Sin exagerar, no quedó ni un sólo hogar que no tuviera de día o de noche para él y los visitantes una rica infusión de cualquiera de estas hierbas y muchas veces endulzada con miel de abejas, porque hasta el azúcar a pesar de ser un producto nacional llegó a escasear, y con este salvavidas, la gente comenzó a inventar otros productos para la supervivencia de ellos y la prole familiar. Por supuesto que de forma clandestina, pues al que cogieran en el brinco iba a parar a la cárcel.


Así aparecieron las inolvidables recetas de picadillo de cáscara de plátano verde bien sazonado, o gofio, el bistec de hollejo de toronja entomatada o empanizado, también el bistec de colcha de trapear reblandecida en olla de presión, para que fuera más digerible.


El mango frito aparentando un plátano maduro, la tuna preparada con puré y suficientes verduras, cuyo plato suplía sin ningún tipo de diferencia al bistec de carne de res.


Y así sucesivamente fuimos olvidando la real existencia de estos productos cárnicos, vedados para la mesa de los de a pie, y destinada exclusivamente para extranjeros y dirigentes miembros de la nomenclatura gobernante.


Por supuesto que esta miseria de que les hablo, no llegó nunca a personas blindadas. Esta gran miseria se quedó en la clase humilde, en la más oprimida, en el pueblo.


Muchas historias como estas surgieron entre los años 92 y 93, dos de los más difíciles de la catástrofe económica.


Muchas anécdotas siniestras producto a la gran necesidad de alimentos y otros productos de primera necesidad surgían de la creatividad de las personas de esta tierra que con su deseo de resolver se volvieron importantes científicos culinarios y no culinarios de la penuria.


Lo mismo inventaba un plato fuerte, que blanqueaban la ropa con jugo de pepino, que utilizado como detergente.


Al igual que lavaban con pasta dental, bicarbonato de sodio, hojas de mangle , pendejera, jabolina o cualquier otra hierba silvestre que al contacto con el calor produjera algún beneficio limpiador ante la fuerte crisis existente en el país, entre ellos los productos para lavar.


También se supo de personas que vendían pizzas, revestidas con condones derretidos ante la falta de queso, y los ponían en la masa con colorante de tomate y suficiente sal para evitar ser descubiertos, y como las personas se las comía por hambre, no advertían el sabor, ni el olor, ni se imaginaban que se estaban comiendo un condón o preservativo entomatado.


En otros restaurantes clandestinos, vendían trozos de tuna reblandecida a fuego lento y después empanizado con abundante cebolla. Esto sin contar la carne de perro, gato, o cualquier animal doméstico o callejero, ofertada como fricasé de conejo.


También hubo inescrupulosos y malévolos individuos que robaron vísceras de las morgues para ofertarlas como bistec de hígado, riñones en salsa, corazón estofado, y otros.


Todo muy bien acompañado por una nueva línea de bebidas alcohólicas de procedencia artesanal y dudosa que no más de una vez condujo a la muerte a decenas de consumidores y que todavía recuerdo las llamaban, azuquin, guachipupa, guarfarina, alcoholifan mata penas y muchísimos nombres más, todas producidas y comercializadas en los mercados negros, los de la necesidad ,los de salvavidas y la perdida de valores.


Con toda esta situación económica y social batiendo de norte a sur, y de este a oeste, comenzaron a agudizarse los destierros masivos y el mar muchas veces se volvió loco ante la cantidad de hombres, mujeres y niños que se lanzaban a llegar o a morir.


Muchos quedaron sepultados bajo las fuertes olas, o en los estómagos de los tiburones. Otros llegaron sin aire y con el pecho agrietado de tanta ausencia


Los hogares se dividían, y la ideología comenzó a patinar en los cerebros de aquellos que aun confiaban en un futuro mejor.


Cosas muy terribles enfrentamos los cubanos en este primer período especial donde cada cual tuvo que aceptar bajo un fuerte lavado de cerebro.


Hoy me pregunto al leer y releer las innumerables cartas de mi tía Luisa María donde me cuenta que regresamos como un bumerán a lo mismo o quizás a lo peor, porque ahora no existen reservas, ni materiales ni humanas para enfrentar tanta indolencia, hambre y necesidades.
Y hoy sí el pueblo tiene mucha más visión, y su cerebro se ha ido limpiando de tanta ideología impuesta.

Indudablemente nuestro país es más que una penuria, una tierra sin sol, y sin remedio


Saturday, June 27, 2009

POESIA "NOTA DISCORDANTE"

Por Adela Soto Alvarez


Trato de llegar al otro lado
Donde dicen hay agua cristalina
Y el polvo es menos tenso.

Pero por mucho que me esmero en alcanzarlo
Llevo el corazón
Totalmente herido
A pesar del cúmulo de resignaciones
Para que mi paso no pierda su importancia

Soy nota discordante
En este laberinto de pesadillas
Y golpes a mansalva

Y aunque trate de conservarme
Humanamente
Familiar y social
Hay un dolor profundo,
Al mismo centro
Allí donde casi nadie lo descubre
Pero grita y se estrella contra la tranquilidad
Que a veces aparento

Me inclino de rodillas
Me aferro a los versículos buscando la otra cara
Pero el tiempo es tan mal trecho
Que saltan como una bofetada
Y el pan se pone acido
En medio de una desesperanza turbia

En algún lugar perdí la calma
En algún lugar devoraron mi destino
Y me hicieron creer en la bondad de los demonios

Cuando lo que realmente necesito
Es anudarme a un ángel

Y huir para siempre del suicidio de mi misma

Friday, June 26, 2009

POESIA "LUZ CAPITAL"

Por Adela Soto Alvarez

Me he convertido en huésped de la noche
Hundida en las constelaciones que iluminan la niebla

Me atrae ver la luna con su frivolidad incólume
Cuando se mese al son de los sermones
Así…Tan ella misma
Sin apresurarse por alcanzar un nuevo estatus

También me gusta sentir el viento
Hacer zigzag sobre las ramas
Como eclosión divina

Por eso vivo sin mentiras ni limosnas
Abierta
Entera
Disfrutando de cada ángulo que me proveen
Y sin preocuparme las especulaciones
Que abundan en las lenguas celestinas

Nací bajo un signo imperecedero
Bajo un planeta fuerte, indestructible

Además tengo mi propio dios al mismo centro

Me gusta mirar la ciudad desde mi pecho
Recordar y revivir, sin desvelarme

No tanto mirar el horizonte,
Porque ese lo llevamos dentro

Y más que todo esto

Me gusta ser moderna
Incalculable
Hechicera
Y hasta bruja

Si es que algún día logro
Que tus ojos se abran
Como luz capital en mis proyectos.



Thursday, June 25, 2009

CRONICA "EL ADIOS DE LOS VIVOS"


Por Adela Soto Álvarez

El último adiós es cosa triste, diría que horrible, desgarra corazón y vida. Nunca me gustaron las despedidas, ni siquiera imaginar no volver a ver a seres queridos, ni amigos fieles. Pero como todo en la vida no es lo que uno anhela, nada de lo que no me gustaba pude conseguirlo, y este día recibí el mensaje de mi amiga Lucia de qué fuera a su casa a despedirme.

Rogué a todos los santos, pedí hasta de rodillas fuerzas para enfrentar ese momento, pero no tuve más opción que salir como un resorte al encuentro final, tratando de no perturbar mi psiquis y poder sacar de lo más hondo esa fuerza superior que tanto ella como yo necesitábamos en un momento así.

Por eso nunca se me olvidará esa tarde de invierno cuando caminaba rumbo a la casa de mi amiga y colega Lucia López, vecina de años, amiga inigualable, y colega inseparable de múltiples tertulias, de poesía, música, y té de cualquier hierba que apareciera en medio de nuestra miseria. Lo importante era brindar por el futuro, si es qué en algún momento decidía darnos el frente.

Ya en el lugar y después de titubear por varios segundos empujé la puerta de madera podrida, que rechinó como si se percatara del momento y necesitara como yo quejarse a puro grito.

Detrás de la misma estaba mi amiga sudando a más no poder, y con un ánimo asombroso repartía a varios vecinos sus desvencijados sillones, su mesa con tres sillas construida por Pepe el cabillero, la humilde cama con su colchoneta con más huecos que un famoso colador, a la vez que quitaba de los clavitos, dos cuadros y dos diplomas ganados en su desempeño en las letras infantiles.

En un rincón en espera de ser obsequiadas se podían apreciar tres cazuelas llenas de tizne y abolladuras, y sobre uno de los cajones, los cuatro trapos con que se vestía. Implacables y limpios, en turno para también ser donados a la vecindad. que atropelladamente se debatían en el pequeño espacio, a ver quien se llevaba más.

Saludé a mi amiga con un fuerte abrazo, y con la gentileza que la caracterizaba me pidió esperara terminar con la repartidera, por eso fui y me arrinconé en uno de los bordes del camastro que aún estaba por desarmarse.

De inmediato reconocí a Lula la presidenta del CDR que nunca la saludó y estuvo todo el tiempo tras sus huellas, pero tan necesitada como el resto, colgó los ideales y se unió a la donación de los beneficiados con la huida de Lucia.

Increíblemente era la que más pedía y sin esperar a que le dieran agarró el viejo fogón Pike y salió horonda como si llevara en su mano una reliquia de gran valor.
Desgraciadamente hice acto de presencia de este trance tan ridículo de la presidenta, por lo que la indignación me segó de repente, pero salí rápido de ella comprendiendo como muchas veces la necesidad desdobla a las personas.

Pero realmente me chocaba que fuera Lula la heredera de aquel fogón viejo y herrumbroso que tanto trabajo le costó a Lucia adquirir después de estar más de 15 años cocinando con lo que apareciera. Entre leña, aserrín, y un viejo fogoncito de mecha que mi difunda abuela Carmen le regaló en uno de sus desesperos sin tener donde hacer ni un poco de café

Emeregilda Luisa, más conocida por Lula como presidenta del CDR era diabólica, metida en todo, y no salía del borde de la ventana escudriñando la casa de Lucia día y noche. Y cuando ésta salía al portalito, disimulaba escondiéndose detrás de la cortina de palitos de bambú que a los embates del aire la descubría con el constante tintineo.

Pero así es esta vida, los peores enemigos a la hora de la partida van a recoger los despojos de lo que en vida fueron sus victimas.

Aunque a Lucia esto no le importaba por su carácter afable, y ese don de no odiar ni a sus peores detractores. Y si la reprendía me sacaba sus conocimientos en numerología, unidos a la energía y en ese mejunje me callaba y calmaba el enojo, haciéndome entender que siempre es mejor dar que recibir.

Allí sentada esperando terminara con sus entregas personales, estuve todo el tiempo. Algunos vecinos y colegas entraban y salían a despedirla con afecto y miedo, una combinación difícil de comprender, pero muy real en la Cuba de hoy donde la doble moral impera como en un reino construido por las altas dosis de pánico que les inoculan a los hombres.

Fue muy triste el panorama, porque mientras mi amiga descendía todas sus pertenencias al fondo de una gran java de nylon, y algunos cajones, entre lágrimas, abrazos silenciosos, y golpecitos en el hombro. La mayoría daba la espalda con rapidez para no ser descubiertos a la hora de la salida del humilde hogar por los búhos a sueldo y también gratuitos que abundan en estas zonas cubanas.

Quizás para otra persona hubiese parecido un acto risible, aceptar como regalo aquellas baratijas, pero para mí que todo lo analizaba, no era más que un episodio normal de un país donde existen lugares donde se vive como mendigos, y aunque Lucia tenía muy pocas cosas materiales para dar, muchos de sus vecinos tenían menos que ella.

Mientras ella se enfrascaba en terminar de dar lo poco y único que tenía, un fuerte toque en la puerta nos puso a todos a la expectativa.

Sin inmutarse caminó tranquila y sin miedo hacia la puerta, era la funcionaria de la Reforma Urbana que llegaba a realizar el inventario y a recoger la llave de la casucha.

Suerte al animoso saludo que dio Lucia con el objetivo de avisar a los allí presente para que los beneficiados con sus harapos y minucias salieran por el fondo a toda prisa.

Mandó a pasar a la funcionaria que como buitre en acecho miraba para todas partes inventariando hasta un ventilador descabezado que se había quedado rezagado en la entrega a los vecinos. Las cuatro cucharas, los dos vasos de aluminio, una cafetera del tiempo de la quimbumbia, y un jarrito de loza que decía Viñales, regaló de un colega.

Con voz de pocos amigos, le preguntó qué si era todo lo que poseía aquella casa. Lucia la miró tranquilamente y le dijo que sí, señalando para el camastro donde yo estaba sentada, a la vez que le decía, -es lo que falta por desarmar- y aquello que ve en la otra esquina.
Y era cierto aún quedaba la cama donde yo estaba sentada, sin colchoneta, un espejo de pared antiguo, y un cenicero de mesa con una esquina rota, la escoba de palmiche deteriorada y un invento casero de palo de trapear tapujado con un pedazo de tela de tapado metido dentro de una lata vieja de pintura que servia de cubo. Lucia sin mucho titubeo le dijo que era todo lo que poseía.

Sin pronunciar palabras revisó la lista antes realizada en el lugar por otro funcionario, y preguntó con voz imperativa por los faltantes. Lucia le respondió que los había votado porque no servían.

No se escuchó ni una sola palabra, solamente el trazo apurado del bolígrafo sobre la planilla de la Reforma Urbana donde inventarían todas las pertenencias de los que se exilan.

Mientras esto ocurría, mi mente comenzó a viajar por la vida de Lucia. Su nacimiento en medio de la tierra gorda, su exilio al pueblo en busca de una mejor vida, y donde poder escribir y desarrollar su intelecto literario, soñando con ser una gran escritora cubana.

Su afán por la literatura infantil. Las noches en vela que pasaba logrando un poema, canción o simplemente un cuento que llevara a los niños los valores que debe tener todo ser humano. Y después tan mal interpretados por los asesores que siempre leían entre líneas cosas que no existían en su mente.

Había pasado toda su vida escribiendo cuentos infantiles, poemas y canciones para la radio local. También escribía música infantil, para concursos literarios, como Planeta Azul y otros eventos cubanos.

A veces le pagaban, otras le decían que no habían fondos, pero ella seguía escribiendo en su desarticulada máquina de escribir, que por suerte y buena vibra le regaló Fernando uno de sus amigos faranduleros en un arranque de impotencia y desencanto, de los que tenemos muchas veces los escritores y que nos conducen a dejar de crear y dedicarnos a otra profesión menos espiritual, que nos aplasta pero no nos queda más remedio que aceptarlo.

Siempre me había dicho que aquel regalo para ella fue lo más importante de su vida, porque ya tenía callos en los dedos de tanto escribir a mano.

Nunca se me olvidará como la limpió con esmero, y tapó con un pedazo de cortina vieja para que el polvo no se la ensuciara.

La llamaba mi "NANA" y hasta besos le daba al teclado, porque suerte a aquel artefacto más viejo que Matusalén podía escribir mejor y más rápido.

Mi amiga era tremenda, considero que la más optimista de las personas que he conocido a pesar de su clase humilde y su poca suerte dentro de un mundo farandulero, donde si no tienes una palanca no puedes mover el mundo artístico, y mucho menos a los compinches del sociolismo que lo domina.

Me extasié tanto en mis pensamientos que no dejó de aparecer la humilde salita que tantas veces visité con mis manuscritos e indecisiones literarias para consultarlas con ella y me diera su sana opinión.

La cocina comedor, dividida con un camastro en uno de los rincones de la entrada, adornado con un hermoso cuadro al óleo regalo de un amigo pintor, que naufragó en su arte y también se había dedicado a otros menesteres fuera de la plástica.

Cuadro que ahora iba a pasar al patrimonio de la ciudad, así por qué si, aunque ella en ese momento quisiera arrancarlo del lugar y devolverlo a su dueño, solamente por decidir vivir en otro lugar del mundo había perdido todos los derechos sobre sus pertenencias.

Inevitablemente clave mis ojos en las paredes carcomidas por la vejez y la lluvia, destruidas por los embates de cuanto ciclón pasó por la ciudad y que nadie se ocupó de repararle.

Todas llenas de agujeros, al igual que el techo, que en una de las esquinas permanecía sujeto por el mismo tronco de árbol, que ella misma arrastró desde un campito cercano hacía más de cuatro años.

Por todas estas calamidades fue que no tuvo un buen lugar para situar la máquina que le regaló Fernando, pero con su convicción desbordante y ante la falta de ventilación y luz, buscó un cajón de madera, y la puso encima arrastrándola al mismo medio del patiecito.

Allí se sentaba sobre una lata vacía de galletas con un almohadón hecho por ella misma de residuos de poli espuma, escoltada por altas arecas y pequeños cubos de helechos risados que todos tenían nombre.

Horas y horas bajo la sinfonía de los ladridos de los perros del vecino, el griterío de las turbas y pregoneros clandestinos, o el ruido de los vehículos descompuestos que circulaban a pesar de sus gomas gastadas, y sus rechines a la hora de cambiar las velocidades.

Hasta que el sol batía su cuerpo fuertemente, y entonces arrastraba el cajón con la máquina hasta la solera de la casa contigua buscando un poquito de resguardo solar y allí seguía produciendo sus fabulosas historietas infantiles hasta que la sorprendía la noche.

Por eso digo lo de excelente escritora, porque tenía el don de poder concentrarse de una forma magistral y sus obras guardaban la frescura y coherencia que muy poca veces se logra bajo condiciones tan desfavorables.

Era tan buena escritora que a pesar de las confabulaciones y el amiguismo muchas veces fue premio nacional en literatura infantil, pero los obsequios no pasaban de un cuadro, un diploma o invitarla a comer a un restaurante de mala muerte.

Indudablemente su obra era muy buena, pero su suerte muy mala, y aunque sobresalía por encima de los demás escritores de su género, no tenía ni amigos ni figura, solamente corazón y sentimientos. Pero eso no vale dentro de la palestra literaria.

Su silueta regordeta y su paso cansado daban la imagen de un hipopótamo en pura faena, sin embargo nunca faltó en su humilde hogar una de las infusiones que les habló en otras anécdotas, ni una sonrisa para el recién llegado.

Todo esto sin hablar de su talento, e inteligencia para las letras y llegarle a los niños con una ternura inigualable.

Por eso un buen día, pensó que su vida podía cambiar y decidió salir de su realidad y buscar un mejor camino.

Su decisión fue mal interpretada como todo en mi país, y la expulsaron de la radio, la expulsaron de las tertulias, la expulsaron de la vecindad. Pero aun así, ella repartió lo poco que tenia entre los que a pesar de los prejuicios continuaron dándole los buenos días y deseándole suerte.

Ahora en ese mismo instante había llegado el momento. Su fuerte voz me sacó del cúmulo de pensamientos y recuerdos. Fue un catorce de noviembre cuando la vi salir de su pueblucho y exiliarse en otro país para que los trompetas y el escuadrón de represivos no la siguieran persiguiendo día y noche por sus ideas liberales y su anhelo de un futuro mejor.

Quien no vivió esta época no la puede comprender a plenitud, incluso sospecharía de su veracidad, pero todo fue tan cierto como lo relato y quien la lea si la vivió estará feliz de que se la cuente a los que no la conocieron.

De mi amiga Lucia López nada he vuelto a saber en concreto. Algunos dicen que le va muy mal, otros que le va muy bien. Alguien dijo que vive deshabilitada en un estado donde solamente la acompaña la nieve, y una fuerte melancolía.

De la máquina de escribir supe que días después de su partida fue a parar a una oficina de la Reforma Urbana, a pesar de lo desmantelada y antiquísima.

Quienes la están utilizando ni siquiera imaginan cuántas historias guarda ese teclado, ni cuánto amor quedó grabado en su rodillo.

POESIA " NUESTRA MISION"

Por Adela Soto Álvarez

"Para Diana Margarita"


No bajes la colina con esa prisa que te agobia
Confínate en tu catacumba
A veces es preferible vivir en la amenaza
Que sucumbir al centro de lo desconocido

Mira desde tu altura
Y olvida las manchas del reino construido
Porque siempre encontraras imperfecciones
Líneas oscuras
Desenfrenos en sal muera

Hasta los hijos les falta tiempo para descubrir
Por donde sale el sol

Imagínate salir de una epopeya
Y caer de rodillas
Cuando lo que convence es la enorme catástrofe
Que habita fuera de sus límites
Iracundos,
trágicos,
llenos de insatisfacción
Pero lo aceptan primero que una predica limpia
O un salmo que les golpee la razón

Para ellos
La huella es simplemente la revelación de la lluvia
Dios un rostro desconocido y gris

No bajes la colina con esa prisa que te agobia

Ya llegará la hora
En que se reconcilien esos dos mundos en que vives

O mejor dicho...

En que vivimos.

Tuesday, June 23, 2009

POESIA "DE REPENTE"

Por Adela Soto Álvarez


Todo fue de repente
Pero nada evito el golpe
Era fuerte
Peliagudo
Inclemente
Lleno de la maldad que ofrendan a los vivos
En este sistema de cosas incoherentes
Tal vez inmerecidas

Pero pude ver como las añoranzas
Rompieron sus banderas
Los lobos se convirtieron en ovejas
Las ovejas en lobos
Y nos envolvió en una sombra amarga
Sitiada de norte a sur
De este a oeste

Muchas cosas comenzaron a asombrarme
Muchas grietas en medio de un camino
Hasta entonces lozano
Solamente el corazón no estaba en crisis
Porque lo arrullaba una muchacha loca como las aves

Miré
Busqué
Me confundí mil veces
Y descubrí despedazada la fragilidad

Ya el destino no era lucido y galante
Ahora tenía rostro de inmigrante
Multitudes sin tierra
Ojos fijos y distantes
Palomas degolladas
Gorrioncillos con frío

Tampoco había compañía para nadie
Sólo catafalcos en espera
Turbas azuzadas por la mano inclemente
Falsos dioses incrementando la credulidad
Mientras los verdaderos se convertían en pasto

Mis ansiedades comenzaron a azotarme
Aunque sintiera como si no fuera conmigo
Para que la punzada fuera menos profunda
Y más allá de la zozobra existiera una razón desconocida.

Todo fue de repente
Y sentí que no quería irme
Tampoco sentía quedarme
Me envolvían circunstancias
Malos augurios

Una fertilidad asombrosa
Convocada solamente para el drama

No había salida al golpe prolongado
Ni un príncipe dorado
Esperándome en la altura


Entonces olvidé los tráiler
Los efícet de mala muerte
La casita soñada en un mundo mejor
La salvación de mis infusiones de hierba buena
Y tila en medio de poemas inconclusos
Y algunas mentirillas muy piadosas


Por eso
Decidí quedarme entre mis sueños
Esperar
En esta peligrosa casa
De paredes de pólvora y miedo
Donde voy robándole la devoción
"A la niña de ayer que fui matando"

POESIA "POLVO Y VIENTO"


Por Adela Soto Alvarez


Fuiste el elegido
El más puro sortilegio de mi misma
Buitre y hombre
Sueño y lontananza
Todo a la vez como una llamarada


Zarpamos al centro de las metas
Y estaban todas prohibidas


Eran sólo versión
De polvo y viento


No encontramos la raíz,
Ni siquiera
Si era posible resucitar después

Entonces me dediqué a cruzar debajo de los puentes
A dominar mis miedos
En medio de una época apocalíptica

Saturday, June 06, 2009

POESIA " APRENDIZ DE OVEJA"

Por Adela Soto Alvarez

Es cierto, nadie se equivoca
Soy aprendiz de oveja
Por eso imploro
Sin echar a volar vacilaciones
Ni creerme soberbiamente cándida


Me han dado potestad
Y libre albedrio
Para analizar al descubierto
Sin coraza
Ni con esa jerigonza que a veces entonamos


Mi yo interior es puro
Incorruptible
Me advierte donde está el culpable
De tantos cadáveres en la memoria


Por eso no me da lo mismo ser bruja
Gaviota
O simplemente punto en el ocaso


Es cierto, nadie se equivoca
Soy aprendiz de oveja
Sin blasfemar del pasado, ni el presente
Ni lanzar los amigos a la hoguera


Aprendí que el principio es el final de todo
Que no es necesario ser científico o filosofo
Lo importante es andar
Sin detenernos
Perdonar
Y parir la luz que nos exigen
Sin caer en tentación barata


Es cierto, nadie se equivoca
Soy aprendiz de oveja
Aunque al final me envuelva el polvo
En esta ruta sin destino que todos transitamos

Thursday, June 04, 2009

MISIVA. "LA ESPELUZNANTE CARTA DE MI TIA"

Hoy recibí una carta de mi tía Luisa María, que aún viven o malvive en Cuba. No sabía por donde comenzar a leerla, pues hasta en el saludo se puede apreciar su agobio y desespero. Por eso decidí publicarla, pues considero que en ella va implícito el dolor de todo un pueblo.


La Habana 28 de mayo del 2009


Querida sobrinita.


Espero al recibir estas líneas estés bien, por aquí todo destruido, hasta las esperanzas no nos pertenecen, lo único que tenemos al por mayor, es hambre, pobreza, corrupción y un estrés que no hay quién lo soporte.
¡Nos morimos!...el período especial dicen regresa el 1 de junio, y ahora sí que nos aplasta. Por lo que no sé que será de mí y de tú tío Pedro, viejo y enfermo, recibiendo una mísera pensión que no nos alcanza ni para los productos normados.

No sé si sabrás que a mí al final no me jubilaron, se perdió mi expediente en el órgano del trabajo, y no tuve como justificar los 32 años que trabajé. Primero en la escuelita rural, después en la secundaria Básica, y por último en la escogida de tabaco. Todos se perdieron y a nadie le importo dejarme sin chequera.


Antes vendía los cigarritos de la cuota, los suaves a cuarenta centavos y los fuertes a cincuenta, ahora si me cogen me ponen una multa, pues dijeron por la radio que “van contra todas las ilegalidades”, y hasta vender cigarros en ese país es un delito que se paga con multa o cárcel.


Este país no avanza, ni avanzara nunca, pues quienes lo dirigen no nos consideran ni respetan. Es un gobierno tiránico, y los tiranos disfrutan de las desgracias de sus súbitos. Por eso vivo suplicándole a dios fuerzas y suerte para los que decidieron y deciden irse, en cualquier lugar se vive mejor, creo que hasta en el infierno seria mucho más grata la estancia.


Hace una semana que no hay agua. Hemos tenido que cargarla de la empresa que queda a cinco cuadras. Pedrito mi nieto me ayudó con un carrito que hizo con una caja de madera y le puso las rueditas de cajas de bola, pero como fuimos muchos vecinos, el director de esta empresa, nos dijo que no podíamos seguir cogiendo agua, pues el tanque estaba casi vacio y la necesitaban para el comedor obrero, que esperáramos por las pipas.


Las pipas son otro de los fantasmas de esta crisis, no existen ya en Cuba, por lo que tendremos que seguir esperando a que arreglen la rotura que dicen hubo en la tubería central.


También comenzaran los apagones, nos asfixiaremos del calor, y lo poco que se consiga para comer se pudrirá sin frio. No tendremos con qué cocinar. Yo no sé qué será de este pueblo, sin tener un fogón pues no sé si sabes que nos obligaron a aceptar las ollas arroceras, el fogón eléctrico, y el calentador de agua, con aquello de que ahora sí la energía seria estable, y nos quitaron la luz brillante.


Todo parecía que iba a cambiar, de pronto en uno de esos maratones y seguidillas que cada rato coge este gobierno, aparecieron ofertando a plazos, estos efectos eléctricos, hasta los refrigeradores viejos los cambiaron por nuevos.


¿Y ahora qué, pienso yo?... porque según dicen la cosa viene que mata a cualquiera del corazón.


Ya le dije a Pedro que me haga con una lata de pintura vieja un fogoncito de aserrín, como él que tu mamá, la pobre usaba en el período especial del 90.


Eso sí en la carpintería nos dan un poco de aserrín, pues no hace mucho fue Luis el hijo de Micaela a buscar para un piso que estaba echando de cemento y le dijeron que la gente lo estaba acaparando porque están en la espera de una nueva crisis, y como el taller no tiene producción, el aserrín está también escaso.


Antes podíamos ir al montecito de Basilio allá cerca de Juanelo, a cortar leña y resolvíamos con eso, pero ya ni leña hay, y donde la encuentras no te dejan cortarla, te ponen una multa, o te llevan preso.


Yo necesito si no es mucho pedirte que me mandes cuando tú puedas dos lámparas de pilas, pues aquí no encuentro ni velas, y como no tenemos luz brillante ni alcohol, no tengo como alumbrarme, y sé que si en el periodo especial que todavía algo quedaba nos pasábamos hasta semanas sin fluido, ahora con este país destruido, estaremos meses.


En el puesto de viandas donde ayer tuve que hacer tremenda cola y soportar empujones, y gente colándose para comprar las papas de la cuota, que al final no alcanzaron porque vinieron solamente para 100 núcleos y esta placita tiene 800, me enteré que en la semana pasada hicieron una reunión en la Zona Comercial con los carniceros y bodegueros y dieron la noticia de qué este mes viene todo rebajado.


Cuando te digo todo me refiero a la cuota de la bodega. Imagínate que nos rebajen el arroz, los granos, y el café que es lo único que tenemos. Porque los mercados libres campesinos pasaron a la historia. Y los del gobierno no venden ni yuca.


Antes nosotros resolvíamos con el mercado libre, pero ya ni en la Plaza de Marianao, ni en el mercado de Cuatro Caminos, encuentras que llevar a la jaba, a veces ni una malanga. y si encuentras algo, tienes que sujetarte el bolsillo porque los precios son sumamente altos, comparados con el salario medio, que no sube, siempre es el mismo.
Estos mercados antes estaban llenitos de viandas, hortalizas, carne de puerco y hasta de carnero, pero ya no queda ni por quién llorar. Llegas y vez a los dependientes recostados al mostrador viendo pasar la vida.


Y esto no es todo, si vez como está La Habana vieja, de mueres de tristeza, basureros por todas partes. No hay quien camine porque hasta las aceras están destruidas.
Han cerrado algunas tiendas, y las que permanecían surtidas en divisas, ya tienen varios estantes vacios, y los precios los subieron también, aunque en estas tiendas tampoco se encuentra nada de comer. La hambruna es generalizada.

Nada hija que estamos maldecidos por el santísimo. Yo me paso los días hablando de esto con mi vecina Caridad. Dios se olvido de nosotros, y aunque no tenemos en si la culpa, pagamos justos por pecadores.

A mi no se me olvida cuando en el año sesenta este hijo de buena madre, subió a un barco a curas y monjas, y las mandó para España.

Mi virgencita de las Mercedes tuve que enterrarla porque el presidente del CDR se encarnó en mi altalito, y no paró de meterme miedo con los barbudos y tuve que desmantelarlo.

Total por gusto, porque aquí siempre hubo doble moral, y ese mismo presidente del CDR tenía su santico en la billetera. Pero así es la vida, yo cogí miedo por que por cualquier cosa te ponían en la lista negra de los desafectos, y es mejor morir que caerles bajo el zapato de estos verdugos.

Caridad dice que no, que las cosas se ponen malas y después buenas, pero yo no le escucho porque aquí todo es terrible hijita, esto no lo tumba ni un terremoto, cada día que pasa nos aprietan más y no vemos la luz por ninguna parte. Hace falta que venga un terremoto y se los lleve a todos en la colilla.

Recuerdas el consultorio que hicieron a toda carrera con aquello de que cien mil médicos para atender a la población.

Nada, vacíos están todos, pues la última doctora a los dos meses de trabajar ahí, pidió una misión internacionalista y se fue para Venezuela a ganar billetes.

No hace mucho vino de visita y trajo un contenedor de muebles y cosas para su casa. Por eso es que todos se van a cumplir misiones, no por ideales, sino para poder resolver su situación que es como la de todos miserienta.

Desde que esta doctora se fue hace más de dos años, no tenemos médico, para cualquier situación hay que ir al policlínico, donde llegas y te pasas el día, y cuando te atienden y mandan medicamentos, no los encuentras ni en los centros espirituales.

Y qué decirte de la destrucción del mismo, sucio, sin baños, y los bancos de espera todos rotos, ni camillas hay para reconocer a los pacientes.

Yo pienso mucho en ustedes, pero sé que están bien, aunque los extraño. Ete régimen lo único que ha hecho es separar a las familias y acabar con el país. Y ahora nos regresa la inclemencia.
Si Pedro y yo no estuvieramos tan viejos nos lanzaramos en una lancha, pero con nuestra edad nada podemos hacer.
No sabes cuánto me pesa no haberme ido en el 60, pero era aún joven y tenía la esperanza de que esto no duraba ni un año, pero me equivoqué y ya no tengo remedio, tan sólo esperar la muerte, y que me tiren en el cementerio, si es que para ese entonces aún queda algo de la bóveda familiar, porque sin mantenimiento se le están cayendo los pedazos, a la mía y a todas, en cualquier momentos los huesos de los difuntos andarán por el campo.
Yo converso mucho con los vecinos que piensan como yo y no tienen miedo, y recordamos las odiseas vividas, lamentándonos para desahogarnos, porque qué otra cosas podemos hacer.

Nunca se me se me olvida el tizne en la nariz de tu nietecito cuando encendías la chismosa en medio de aquellos apagones de más de 24 horas, hasta las lágrimas se me salen, y cuando le calentabas la leche con papeles encendidos en un reverbero casero.

Tampoco se me olvidarán nunca tus infusiones de Flor de España, endulzada con la miel de abeja que te daba el Bolo cuando castraba los panales.

Lo recuerdo y se me erizan los pelos, porque ahora será peor, pues cuando aquello teníamos aunque fuera luz brillante y alguna que otra vez un poco de alcohol, pero sobrina ya eso en este país no existe, ahora enfrentaremos la nueva crisis con un país en ruinas.

En el periodo especial de los noventa comíamos hasta condones derretidos como queso sobre las pizzas caseras, hoy pienso que en este país ni condones hay para evitar el Sida, por lo que mucho menos para derretirlos.

Sobrina, son cincuenta años de deterioro, ya este régimen no es rentable, esto pasó de obsoleto a critico, al igual que este viejo que no se mure y sigue gobernando, porque él es quien dirige el país, desde la cama.
Tú sabes que el hermano es un monigote, y que si se revela lo mata, por eso estamos como estamos, por la mala dirección y el egoísmo de un viejo loco.

Cuando me dijeron que Estados Unidos le estaba dando un chance, vi los cielos abiertos, después cuando hablé con Pedro del asunto, me dijo que lo veía difícil, porque como el vive a sus anchas, nada le importa más que sus riquezas, por eso veía muy difícil que hiciera negociaciones, y mucho menos diálogo, él no habla nada más que con el mismo, o con aquellos que pueda gobernar, tú sabes que nadie puede más que el, y eso se lo cree y lo aplica.

No hace mucho Perlita la hija de Concha la de Sergio, tuvo que ir de emergencias al Calixto, y no habían sueros de esos que le pueden poner a los diabéticos, y le pusieron uno de glucosa y la pobre por poco guinda el piojito.

La suerte fue que Concha se puso a leer la etiqueta del suero y vio que decía glucosa al 5 por ciento, y corrió a llamar a la enfermera.

De lo contario no tuviéramos a Perlita en el barrio, estuviera de cuerpo presente en el cementerio.

Otra cosas que esta echada a perder aquí es la juventud, que no quieren trabajar en al agricultura, y no hay trabajo en otra parte. Y se la pasan en las esquinas tomando alcoholifan, acabándose con el hígado, ya Jesusin el hijo de Cary esta alcoholizado a tal punto que solamente de olerla, cae al piso borracho y tan joven con solo 37 años.

Pero están todos decepcionados, aburridos, e insensibles, nada más piensan en irse a cualquier lugar. O prostituirse para resolver su economía.

Si tanta juventud se volcara a los campos y sembraran te aseguro que abría que comer, porque este país tenia sus riquezas, y sus tierras son fértiles, pero este hombre acabo con ellas, ahora cuando miras a derecha e izquierda por la carretera solamente ves marabú y tierra seca. Igual sucedió con los centrales, y el tabaco, los dejó de la mano, y se metió en otros asuntos para el más importante, como siempre el pueblo es quien paga sus errores.

Veremos a ver que sucede ahora porque pienso la gente no aguanta más, y algo tendrá que pasar para bien, porque para mal ya estamos con la muerte encima.

No te olvides de mandarme las dos lámparas, y algún dinerito mi hijita porque si no me ayudas a sobrevivir tu tía de ésta se queda en el camino.

En cuanto tenga otro chancecito te vuelvo a escribir, y si encuentro sobres y hay sellos en el correo, porque hasta esto se perdió y ni en divisas los encuentras.

Dale muchos besos a mi hermano, a tu hija, nietos, y para tí .


Tú tía que no te olvida


Luisa María.


Monday, June 01, 2009

POESIA "ULTIMA MISA"


Por Adel Soto Alvarez


en con la lava y los abismos

Voy a oficiar mi última misa
El acto de ser mía y no de nadie
Hacer zigzag en lo incalculable
Para salvar la paz
Y mi evangelio

No es correcto andar
Con sueños a hurtadillas
Como viajero que zarpa hacia la nada
Escuchando la voz de los disturbios
A cerebros débiles y podridos
Donde anida la maldad en holocausto
Y se cumplen con las leyes de si mismo.

Soy portadora de cien ojos y mil pechos
Sin los designios de la cicuta de los bárbaros
Con un escuadrón de sentimientos vírgenes
Que romp
Siempre soné portar la luz a todos los confines
A no ser proyecto de lenguas afiebradas
Ni de insípidos nauseabundos
Creyentes por oficio,…No de alma

Y aunque tengo la bondad terriblemente herida
No puedo permitir hacerme piedra
Mucho menos deambular
Cuando sé que el reino esta en mi ser
Y en mi pluma aún queda tanta vida

Voy a oficiar mi última misa
Como Abad de toda la belleza
Sin condenar la desnudez
Ni los milagros

Y en este mismo contexto
Donde viaja mi interior
completamente libre