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Tuesday, October 07, 2008

ARTICULO


El sistema penitenciario en Cuba

Por: Adela Soto Álvarez


Diariamente en todos los medios de prensa libre así como en la Internet aparecen titulares de represión en Cuba. La mayoría cometidos dentro del sistema penitenciario, por lo que quienes leemos esto, y para colmo conocemos de su rigor, y violaciones, no tenemos más opción que tomar la palabra, pues a pesar de lo desarrollado del mundo y los hombres que lo circundan, aun existen personal que no son capaces de imaginar la magnitud de esta palabra en un país totalitario y para colmo en cautiverio.

Cuando escuchamos hablar “Sistema Penitenciario”, pensamos en un sistema de leyes y derechos políticos y civiles que son inherentes a las personas y se proclaman sagrados, inalienables, imprescriptibles, fuera del alcance de cualquier poder político

Incluso las personas privadas de la libertad y bajo este sistema, son titulares, en igualdad de condiciones, así como de los derechos que se reconocen a todos los miembros de la sociedad.

El estar privado de libertad no quiere decir que se esté negado de todos los derechos que establece la ley. Porque La Dignidad Humana es el motor de la protección y promoción de los derechos humanos, y el respeto al ser humano en todas sus dimensiones, lugar, modo y tiempo donde se encuentre.

En los establecimientos de reclusión tiene que prevalecer, el respeto a la Dignidad Humana, a las garantías constitucionales y a los Derechos humanos universalmente reconocidos. Por lo que se prohíbe toda forma de violencia psíquica, física o moral”. Como lo establece la Ley 65/93 Art. 5.

Y aunque el medio penitenciario se considera una forma no normal de vida, no le da derechos a ninguna administración penitenciaria cerrar la brecha de las condiciones existentes para proteger la vida.

Por lo que el régimen del establecimiento debe tratar de reducir las diferencias que puedan existir entre la vida en prisión y la vida en libertad Las personas privadas de la libertad se hallan sometidas a un régimen que restringe de manera rigurosa la libertad en el ámbito físico. Sin embargo, ese régimen no puede restringir las demás libertades y derechos en un grado

Los derechos humanos son una constante histórica, con clara solidez en el mundo tradicional; para otros, son fruto del cristianismo y de la defensa que éste hace de la persona y su dignidad.

Para la mayoría, “Los derechos humanos” aparecen como tales, en la edad moderna como hecho histórico del humanismo.

Pero estas condiciones, leyes y liniamientos que expreso anteriormente no son de cumplimiento en el sistema penitenciario cubano, por lo que si nos damos a la tarea de comenzar su análisis a partir de la época de la colonia, nos tropezaríamos de inmediato, con un sistema muy lejos de lo que debe ser su papel fundamental.

Este sistema que debe ser la rehabilitación moral del prisionero se ha convertido en la tortura moral del prisionero. Donde son violadas todas sus leyes, y sometidos al peor de los maltratos físicos y mentales.

Es conocido a través de nuestra historia que el sistema penitenciario cubano viene distorsionado desde la dominación española, la que sometía a sus victimas a las peores vejaciones y horrores que ojos humanos hayan visto. Y así lo cuenta la obra martiana, en sus pasajes reales.

La mayoría conocemos por la misma historia como eran sometidos los prisioneros a la ley del Talien, o la de Ojo por Ojo y diente por diente, que mantuvo vigencia aun en el siglo veinte. En esta época de horror se cometieron muchas violaciones dentro del sistema penitenciario, agudizándose en nuestros días de forma alarmante, a pesar del desarrollo del mundo civilizado.

Según datos de la época, en estos lugares regia un propósito capital de represión violenta, vergüenza brutal y punición inmisericordiosa contra el reo, así como las mas infrahumanas crueldades profesadas por sus antecesores, los que no estuvieron exentos de la negativa y perjudicial actitud contra sus semejantes.


No fue hasta el 31 da agosto del 1925 que se autorizó la construcción del Presidio Modelo de Isla de Pinos, que fue edificado por disposición del entonces secretario de gobernación Comandante Rogelio Zayas Bazán, quien al comenzarse la obra dijo:

"Esta primera piedra de lo que será el gran reformatorio nacional marcará de manera suprema y definitiva el comienzo de una obra humana y generosa: la radical transformación de nuestro régimen penitenciario".

En junio de ese mismo año se ordenó que la prisión de mujeres constituida en la cárcel de La Habana fuera trasladada a Guanabacoa.

En 1946 fue construido el reclusorio nacional de mujeres en Guanajay, luego se creó el centro de orientación infantil de Torrens, encaminado completamente a la delincuencia juvenil.

El 8 de abril de 1938, al entrar en vigor el Código de Defensa Social, comenzó a funcionar un nuevo régimen penitenciario que se especializó a la incorporación de la obligatoriedad del trabajo y el estudio en prisión.

El 2 de enero de 1951 comenzó a administrar un nuevo reglamento, que sustituye al antiguo decretado el 20 de octubre de 1913.

Uno de los nuevos problemas de evidente trascendencia carcelaria que trata este reglamento es el "problema sexual en las prisiones", el que existía como acoso, de forma imprudente, inmoral, y sin elección, por lo que se creo establecer el denominado pabellón
Conyugal, donde las parejas pueden disfrutar de una supuesta privacidad sin condiciones por dos horas cada tres meses, o mas, según determine el reglamento utilizado.

En el año 1978 Castro anunció que la mayoría de los presos podían esperar su liberación en "un futuro próximo". Pero lo hizo con el ánimo malévolo de afianzarse en el poder, porque a partir de esta fecha liberó a los que considero de él y al resto los fusiló de forma indiscriminada.

Antes del arribo de Castro al poder en 1959, en Cuba existían menos de cinco cárceles. En la actualidad existen decenas de éstas.

El aumento refleja que el castrismo se impuso como modelo de control sobre la voluntad de los cubanos. Pues a partir de este momento comenzó la cacería humana, de todo el que considero desafecto a su sistema comunista.

Lo cierto es que desde que se crearon las prisiones en el mundo, mucho ha sido los que han tenido la desgracia de vivir esa triste experiencia. Más aun, si han sido injustas sus condenas. Pero nunca sufrieron tanto como en estos 50 años de dictadura, donde la opresión y el salvajismo humano han roto la escala de la clemencia.

Desgraciadamente vemos con inmenso dolor como la población penal aumenta como espuma, y las injusticias son al por mayor.

El gobierno emplea en su directiva el despotismo, el maltrato la humillación, el hambre, la miseria, y las injusticias, y las impone al pueblo como consecuencia del prejuicio que padece, al igual que impone su ideología totalitaria donde el hombre no tiene voz ni voto, y no es más que un robot programado para cumplir y no decir.

El régimen cubano, es un gobierno abusador y asesino, donde todo es delito, hasta la palabra independiente es considerada una infracción de la ley, por lo que se paga su uso con altas condenas de privación de libertad y de destierro.

Para poder emplear su represión e vale de un mecanismo de control general, donde cada persona es investigada minuciosamente por espías de turno, vigilantes cederistas, escuchas, e infiltrados en diferentes sectores y barrios marginales.

A través de estos individuos inescrupulosos el gobierno conoce de cualquier movimiento del hombre de a pie, incluyendo su vida privada, y por cualquier cosa van a parar a la cárcel.



Debido a las necesidades que padece el pueblo cubano y como en el país casi todo es delito, las prisiones se cuentan a por cientos.

Tristemente, varias de ellas con alta población penal son de mujeres. Por lo que el gobierno se ha visto obligado a construir más de estas tétricas tumbas, de muertas vivas, que es como le llaman a las cárceles de mujeres,

Se conoce que las mismas tienen la desgracia de cuando son condenadas ir a vivir allí, sin defensa, ni protección. Son humilladas, violadas, acosadas, y afectadas psicológicamente, por lo que muchas al cumplir las condenas salen directo para un centro de atención mental, o destruidas física y mentalmente de por vida.

Los testimonios de los opositores, y presos y ex presos políticos, Jorge Luis García Pérez (Antúnez) Héctor Maseda, Normando Hernández, Manuel Vázquez Portal y otros es una muestra de que en la actualidad no ha mejorado la situación infrahumana en las prisiones, además de las condiciones anti higiénicas, mala atención a la salud tanto de presos políticos como comunes agravándose con la insuficiencia de alimentos, sin valores proteicos, y si ricos en agua sucia.

Estoy segura que ninguno de los días narrados por estos opositores que han vivido y viven aun en las mazmorras de Castro, estoy segura que distaría mucho de lo que narró en la Prisión Fecunda, Mario Mencias, cuando contó los suculentos platos de espaguetis a la italiana, que el Mandatario Castro hacia en prisión cuando fue condenado por lo del asalto al Cuartel Moncada. Y mucho menos relatar el acto de poder leer, escribir, y confeccionar su propio alegato. Porque a los prisioneros de hoy en día, no se les permite ni leer la Biblia, y las pocas correspondencias que les permiten recibir, o enviar son revisadas minuciosamente por los custodios antes de salir o entrar a la cárcel.

Actualmente, según la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, existen aproximadamente 200 prisiones y hasta el mes de julio de este año 326 presos políticos, y de conciencia, sin contar la población penal por delitos comunes, pero todos condenados a malvivir, atropellados, vituperados, hambrientos y sin voz, y la mayoría en cárceles tapiadas, sin luz, ventilación, agua potable y confinados a los peores tratos.

Por todo esto considero que los presos cubanos son la parte más frágil, vulnerable y dolorosa de la inclemencia que existe en la tierra que un día Cristóbal Colon llamara la más hermosa que ojos humanos han visto. Y hoy es un inmenso cautiverio.

Es una pena que en pleno siglo XXI Cuba esté atravesando por tan degradante sistema penitenciario, y que a pesar de la protesta internacional, y nacional, las condenas en Ginebra y las peticiones de libertad que no cesan, aun continué ese sistema tenebroso y despiadado, que en vez de construir destruye al hombre y a toda su descendencia.