Eras para mí el más querido
Mi anhelo superior y mi vertiente
Eras para mi dolor el bálsamo indicado
Toda la claridad y hasta mi rabia
Siempre estabas en el lugar preciso
A la hora precisa
Entibiando mí sed
A pesar de las leguas
Que te impuso el destino
Tú a una sola voz
Inexplicable hombre
Que condenas mi cuerpo
Cuando no estás conmigo.