ENTREVISTA LOS AZOTES DEL EXILIO NOVELA

SEGUIR...

TRADUCTOR

DEDICADO A MIS PADRES

Sunday, March 16, 2008

CRONICA


“Basta ya de injusticias”


18 de marzo de 2003

Por: Adela Soto Álvarez


Recuerdo que no hacíamos otra cosa que denunciar pacíficamente ante el Mundo las constantes violaciones de los Derechos Humanos.

Comenzamos unos pocos y fuimos creciendo como crece la verdad cuando somos capaces de sostenerla y cuidarla, por eso el régimen de La Habana arremetió, creyendo que con su embestida terminaba con el espíritu y el convencimiento.

Fue un 18 de marzo del 2003, cuando emprendió la ferocidad, creyendo demoler la digna práctica periodística, derribando nuestras moradas, buscando en papeles, y pertenencias lo que llevamos dentro. Por eso a pesar de las detenciones y la injusticia seguimos abrazados a la inclaudicable ideología de derribar al monstruo con todos sus acólitos espeluznantes.

A muchos los condujeron a las frías mazmorras de la impotencia, a otros los condenaron a convivir con el silencio, dentro de la peor de las inclemencias, entre el estupor que produce la humedad y el cautiverio.

Muchos años fueron impuestos en condenas ejemplarizantes, por un hecho que marca ante el mundo la mayor violación que se ha cometido contra un grupo de hombres y mujeres que solamente exigen la libertad que les usurpan

En cada juicio sumadísimo exponían al delator enmascarado, y así fueron apareciendo como ratas inmundas, creyendo que con quitarse la careta y mostrar el rostro del Judas Iscariote amilanaban la dignidad de la oposición cubana, de la prensa independiente , de su valor e interesa.

Todo fue sucediendo en un breve tiempo. Las noticias circulaban. Los que aun no habían sido detenidos continuaban la lucha, esperaban y seguían sin miedo, informando desde una cabina telefónica, una vivienda, o de enlace en enlace, pero todo se fue conociendo hasta llegar a la cifra de 75 inocentes encautados por luchar por la libre expresión de las ideas.

Hoy a cinco años de este hecho, siento un dolor profundo que no se quita, y pienso en todos los que aun continúan sin poder liberarse de los balaustres, y escucho sus voces intactas contra mis sienes, y un inevitable gemido se me escapa.

Es triste recordar, gritar, y no te escuchen, conocer que tus hermanos son inocentes y necesitan. Que su único pecado es querer hacer justicia, amar la libertad.
Que tienen sed y hambre, que los ahoga el metro y medio de un calabozo impío. Que la noche los aplasta, y del día no saben, Que todos son una verdad y que están allí expuestos a la incertidumbre.

Por eso en este día pronuncio sus nombres sin cansancio.

Adolfo, Fabio, Alfredo, Omar, Regis, Héctor, Normando, Nelsón, Iván, Víctor Rolando, Biscet, Ricardo, Margarito, Juan Carlos, Adalberto, Orlando, Arturo, Librado, y un largo de etc. etc. y exijo la libertad inmediata para los 55 que continúan presos, ... porque son INOCENTES