
Bastardo y lujurioso
Rompiste los candados
De la preciada puerta
Rompiste los candados
De la preciada puerta
Me hiciste comprender la importancia del fuego
Hasta que un maremoto era preferible
A mantener el corazón ausente.
Y me fui introduciendo
Al son del buen deleite y tus mundanas leyes
Al son del buen deleite y tus mundanas leyes
Descubriendo el aroma
Del orden establecido
Sin pensar en el estatus que no me pertenece
Yo no era la elegida
Por supuesto
Era solamente una poeta, anti extremista
Entristecida y cursi
Enferma de nostalgia y silencio
No sabia de duendes, ni de predilecciones
Tampoco de rutas criminales
Tapiñadas
En ciudades modernas
Pero me empeñé en conquistar la noche
Auspiciada por una placidez
De efluvios disonantes
Emanados
Por esas aberraciones
Emanados
Por esas aberraciones
Que utilizas por códigos
También fui la impresionada
Ante tú ojo acechante
De lo que aún quedaba de mi estética
Ahora que todo ha terminado
Me inclino a la realidad como licencia
Y emito un argumento de nuevas conclusiones
Me inclino a la realidad como licencia
Y emito un argumento de nuevas conclusiones
Para no seguir con la dichosa carga
Donde yo soy culpable
Donde yo soy culpable
Y tú
El sacrificado