Casi invisible
Impregnado hasta la saciedad
Sin tregua en mi interior
Ni mi exterior
Impregnado hasta la saciedad
Sin tregua en mi interior
Ni mi exterior
Ahí como blanca soledad
Permanece tu recuerdo
Con olor a mar y a lluvia
Sujeto al collar de la noche
Dejando un olor extraviado
Sujeto al collar de la noche
Dejando un olor extraviado
En cada rincón
Cuando comienza a amanecer
Siento un temblor inquietante
Que va subiendo
Entre la confusión y el pánico
Siento un temblor inquietante
Que va subiendo
Entre la confusión y el pánico
Y vuelvo a divisar tus ojos sin entrega
Llenos de enigmas
Conduciéndome hasta la penitencia
Llenos de enigmas
Conduciéndome hasta la penitencia
Sobresaltos sin porvenir ni presente
Cobijados en un dolor que me acosa
Cobijados en un dolor que me acosa
Y siento el grito sin preguntas ni respuestas
Entrelazado entre los azogues de mi misma
Entrelazado entre los azogues de mi misma
Blanca soledad
De paredes y remembranzas
Sin fulgorres ni páginas elegidas
Que vas despedazando
El pedazo de paz
Que quedaba en mi cuerpo.