Por qué penetro este mundo
Con una silueta magistral
Sin ser floresta ni inmundicia
Saboreando mí fracaso
En los gérmenes del agua de sepia,
Apaciguada
Con una silueta magistral
Sin ser floresta ni inmundicia
Saboreando mí fracaso
En los gérmenes del agua de sepia,
Apaciguada
Por qué me introduzco en lo difícil
Si sé que no me quedan fuerzas
Ni siquiera un suspiro de luz natural
Para poder espantar los atropellos y el mal humo
Por qué me parece que vivo
Si me falta la respiración
Y una máxima candidez
Para halagar al ser supremo
Único capaz de comprenderme
Por qué sigo creyente y atea
Atea y creyente
De mi capsula espiritual
Mientras el océano me demuestra
Las catacumbas
Y los desastres escritos en aquellas escrituras
Plasmadas sobre la humanidad
Por qué corgojeo temperamental e impúdica
Y no puedo calibrar mi voz interior
Ni mi indigencia mundana y feroz
Por qué me incluyo en la ingenuidad de los místicos
Dejando de ser atavío
Luego me arrepiento
Y regreso sin paz
A este laberinto de sombíes
Que aprieto contra mi pecho
Como casa.
Dejando de ser atavío
Luego me arrepiento
Y regreso sin paz
A este laberinto de sombíes
Que aprieto contra mi pecho
Como casa.
