Con ánimo taciturno
Corté los escollos del camino
Pero tú venías con botas de siete leguas
Haciéndome creer
Que no había diferencias
Entre la realidad y el delirio
Entre la realidad y el delirio
Y así me fui confinando
Al mundo del asombro
Hasta que descubrí
La distancia abismal
Hasta que descubrí
La distancia abismal
Entre el horizonte y los vocablos
Todos repetidos en horas imprecisas
Cuando tanto necesitaba salvarme
Del cataclismo y sus nevadas
Recuerdo que cantaste tus victorias
A la vez que te exhibías soberbiamente inmaculado
Hoy te veo cruzar prodigo y galante
Exigiendo un legado
Que solamente existe en tu memoria
A la vez que olvidas
La originalidad de aquel dilema
Donde quedé postrada
Donde quedé postrada
Se te olvidó también el derroche de impiedades
Con misión de verdugo
En el más siniestro sacrilegio
Cuando todo pudo haber sido diferente
Sin teatros
Ni circos
Y sin crear leyendas
Y sin crear leyendas
Lanzadas como eclosión
Por eso aunque hoy me veas
Con la mirada estéril
Aún me queda una clave que concuerde
En este diapasón de decepciones