Todo
tiene su precio
Incluso
las cosas
Insertadas
a la existencia
Sin
razón, pero con la coraza fresca
Y el
instinto a flor de labio
Te lo
digo yo
Aprendiz
de doncella
A una
edad tan avanzada
Que en
vez de rectitud
Lo que
regaba eran plises
Y
vergüenza
Mucha
veces la verdad
Se abalanzó
Destruyendo
los sueños más divinos
Muchas
veces me lanzaron blasfemias
Ascos
de mil colores
Repugnancia
Y
desprecios malsanos
A libre
albedrío
Mientras
mi piel temblaba
Todo era cierto
Dicen los sabios errabundos
Que nunca han sentido
Y hacen el amor como piratas
En descanso
De un muelle a otro
Sin mirar la cara que lastiman
Así fue como comencé a rodar
Corriente abajo
Envuelta en la suciedad
De los prejuicios
Hoy miro mi vestimenta
Llena de escapularios
Mal nutrido
Me arrincono al costado
De quién sabe cuántas décadas
Miro la ciudad
Sus cobertizos
Mis ojos lejanos, y perdidos
Miro mis manos vacías
Mi boca segada
Después de haber bebido el grito
Mi alrededor es una fría batahola
En el hipnotismo de los vecindarios
Del patriarcado
En cada esquina un bárbaro
Con el mazo y el arpón
Ilusiones mal paridas
Llenan los basureros
Otras sostienen el emblema
De los alienígenas entripados
Mientras yo
La mal aprendiz
Lleno mis evocaciones
De gemidos y orgasmos
Precisamente en esa época
En que destruyeron los sueños más
divinos
Me lanzaron blasfemias
Ascos de mil colores
Repugnancia
Y desprecios malsanos
En total libre albedrío