Estoy cansada de creer que soy
Y no soy nada
Tal vez recuerdo vago
Entre penumbras
Donde escucho el sonar
De una campana
Que desde una alta torre
Me grita
Tiemblo ante el tilín
Que trae el viento
Me arrullo entre mis brazos
Hablo a mi propio oído
Y se dispara el miedo
Con su siete pecados impolutos
Imagino la presencia
De alguien
Tan sólo como yo
Pero no es cierto
Son las gotas de lágrimas
Que caen
Afligidas... sonoras
Sin alivio