Zonas completamente perturbadas
Y un arsenal de confusiones
Imperan en este intimo reino espiritual
Donde no existe selección ni jerarquía
Y así pasan las horas más terribles
El Agijon en medio de las cejas
La sangre bullendo
Con ganas de saltar
El miedo espeluznante
Amordazando el grito
Grietas y más grietas
Almacenan los azogues
Crece la yerba
Los peces se asfixian en el agua
Todo es miserable lastimero
El hombre lleva a Maquiavelo
En la mirada
Y el pecho roto
Por la esquirla mayor
Se debate entre dos aguas
Salobres y edulcoradas
Los vicios se desbordan
Los pies
Pierden el freno
Toda su vida en síntesis
Cae por el barranco
Donde las auras tienen su aposento
A pesar del canto de los grillos
Y el pregón del filibustero