SIN COMPARACIONES.
SALUD PÚBLICA CUBANA.
Por: Adela Soto Álvarez
Ayer pude ver el nuevo documental de Michael Moore sobre la Salud Pública cubana vista desde su óptica, y recreada a través de testimonios de norteamericanos que fueron atendidos en los hospitales cubanos, según relata.
Bajo ningún concepto puedo aceptar que en Cuba como en el mencionado documental se expone al mundo, existe una salud pública llena de beneficios y donde no escatima servicios de cualquier especialidad así como medicamentos, gracias a la excelente potencia médica, uno de los logros más fehacientes de la revolución de Castro, además de que todos los servicios médicos son gratuitos.
Si bien es cierto que la salud pública cubana es gratuita, no es cierto que los centros asistenciales que muestran el documental y sus facilidades de servicios y farmacias son para los nacionales, como le llamamos a los residentes en la isla.
Mirando estas imágenes no tuve más opción que adentrarme en la realidad vivida y observada tantas veces dentro de estas instalaciones sanitarias destinadas al turismo extranjero, las que gozan de todos los servicios y donde los productos farmacéuticos no escasean como sucede en los centros dedicados a la atención del hombre de a pie.
Me esta a bien explicar que en Cuba existen privilegios para los turistas extranjeros, pues las instalaciones dedicadas a este personal son diferentes y especializadas, no siendo así para el pueblo carente de divisas, aquel que tiene que conformarse con el servicio gratuito que no es más, que un consultorio médico, sin médico, un policlínico comunitario, con la ausencia total de cualquier medio, la infinidad de hospitales deshechos, y sin posibilidades de una atención adecuada, y el largo de etcéteras dentro de las carencias
Conociendo el criterio de algunos extranjeros y por ende del señor Moore, no tuve mas opción que remontarme a uno de los reportajes realizados por mi y el foto reportero independiente Luis Alberto Pacheco en el año 2003 y precisamente en una de las instalaciones para “ancianos de a pie”, conocido por “Marina Rubio”y enclavado en el kilómetro 4 y medio de la carretera que conduce al polo turístico de Viñales provincia de Pinar del Río.
Este reportaje donde muestra en palabras e imágenes todo el acontecer de este centro para la tercera edad, es fiel testigo de la realidad dentro de los medios de la salud pública cubana, la que cada día que pasa esta más dirigida a encumbrar protagonismos y a recaudar divisas que para el servicio humanitario para la que se creo.
Recuerdo que para tomar estas fotos a los ancianos y realizar el reportaje, conociendo a fondo lo que nuestros ojos veían y no podían creer, nos pasamos más de una semana huyendo de la policía política y su escuadrón de chivatos.
No más de una vez fuimos casi sorprendidos por el personal que allí trabaja, pero pudimos burlar las apariencias, pasar por visitantes y de esta forma alcanzar nuestros objetivos.
Abordando cuidadosamente el lugar y casi a hurtadilla logramos el contenido de estas fotos, que hoy se están exhibiendo al mundo, gracias a los servicios de Internet y de aquellos bloguistas y directores de páginas Web que se han dado a la tarea de exponer esta realidad cubana para conocimiento del mundo.
Cuando el reportaje salió a la luz fuimos detenidos Luis Alberto y yo, incluso el llamado de atención fue sometido a más de 76 horas en un infausto calabozo del Departamento de la Seguridad del Estado, de Pinar del Río, donde entre acusaciones y amenazas nos mantuvieron por mucho tiempo. Pero a pesar de la represión, el hostigamiento continuado y el acoso ya habíamos sacado el material del país, y circulaba exitosamente por diferentes sitios digitales, así como en periódicos y revistas de renombre en Europa.
Indudablemente el que conozca a que punto han llegado los servicios de la salud en Cuba se daría cuenta fácilmente que los testimonios de los entrevistados por el cineasta norteamericano no responden a la realidad existente.
La salud pública para nacionales es pésima, no siendo así para los turistas extranjeros que solicitan atención médica o buscan medicamentos en las farmacias destinadas a la divisa.
Todo lo que vieron y las atenciones que recibieron los entrevistados en este documental de referencia, repoden a la propaganda no a la realidad, porque ningún cubano medio como también decimos en la isla, tiene derechos a visitar estas instalaciones .
Es decir la Cuba de hoy se divide en dos partes, una para la promoción extranjera, y la otra para la realidad poblacional, la que vive carente de los más elementales medios para la subsistencia en cualquier campo de la vida.
Por lo que quien conozca bien de cerca esta realidad se daría cuenta fácilmente que la salud publica cubana no es más que una de las tantas falacias de este sistema monárquico y represivo que se empeña en no aceptar su derrota.
Los turistas extranjeros que visitan la isla son engañados por la línea oficial de la maquinaria propagandística del régimen de La Habana, con la constante de que todos los cubanos pueden recibir un excelente cuidado de salud de forma gratuita.
La realidad como pueden apreciar es otra, aunque sea cierto que han construido excelentes complejos sanitarios para el cuidado de la salud, pero no se lo destinaron al pueblo, sino a los turistas extranjeros, con el objetivo de garantizar la entrada de divisas también a través de estos servicios.
Por lo que es conocido que muchos deportistas y artista de renombre han visitado la isla para recibir tratamientos para la adicción, y otras enfermedades, mientras en la isla un alto número de hombres y mujeres mueren por falta de medios, entre ellos jóvenes que se adentran en el alcohol y a otros vicios sin ser atendidos.
La realidad de los hospitales cubanos se puede apreciar con solo adentrarse en cualquiera de sus instalaciones desde el oriente hasta el occidente del país.
Allí encontraran mugres, colchones deshechos, sanitarios tupidos, sin agua, suciedad, falta de avituallamiento, medicamentos, medios de investigación, reactivos para rayos x, equipos rotos, y una total carencia humana entre otras dificultades.
Bajo ningún concepto puedo aceptar que en Cuba como en el mencionado documental se expone al mundo, existe una salud pública llena de beneficios y donde no escatima servicios de cualquier especialidad así como medicamentos, gracias a la excelente potencia médica, uno de los logros más fehacientes de la revolución de Castro, además de que todos los servicios médicos son gratuitos.
Si bien es cierto que la salud pública cubana es gratuita, no es cierto que los centros asistenciales que muestran el documental y sus facilidades de servicios y farmacias son para los nacionales, como le llamamos a los residentes en la isla.
Mirando estas imágenes no tuve más opción que adentrarme en la realidad vivida y observada tantas veces dentro de estas instalaciones sanitarias destinadas al turismo extranjero, las que gozan de todos los servicios y donde los productos farmacéuticos no escasean como sucede en los centros dedicados a la atención del hombre de a pie.
Me esta a bien explicar que en Cuba existen privilegios para los turistas extranjeros, pues las instalaciones dedicadas a este personal son diferentes y especializadas, no siendo así para el pueblo carente de divisas, aquel que tiene que conformarse con el servicio gratuito que no es más, que un consultorio médico, sin médico, un policlínico comunitario, con la ausencia total de cualquier medio, la infinidad de hospitales deshechos, y sin posibilidades de una atención adecuada, y el largo de etcéteras dentro de las carencias
Conociendo el criterio de algunos extranjeros y por ende del señor Moore, no tuve mas opción que remontarme a uno de los reportajes realizados por mi y el foto reportero independiente Luis Alberto Pacheco en el año 2003 y precisamente en una de las instalaciones para “ancianos de a pie”, conocido por “Marina Rubio”y enclavado en el kilómetro 4 y medio de la carretera que conduce al polo turístico de Viñales provincia de Pinar del Río.
Este reportaje donde muestra en palabras e imágenes todo el acontecer de este centro para la tercera edad, es fiel testigo de la realidad dentro de los medios de la salud pública cubana, la que cada día que pasa esta más dirigida a encumbrar protagonismos y a recaudar divisas que para el servicio humanitario para la que se creo.
Recuerdo que para tomar estas fotos a los ancianos y realizar el reportaje, conociendo a fondo lo que nuestros ojos veían y no podían creer, nos pasamos más de una semana huyendo de la policía política y su escuadrón de chivatos.
No más de una vez fuimos casi sorprendidos por el personal que allí trabaja, pero pudimos burlar las apariencias, pasar por visitantes y de esta forma alcanzar nuestros objetivos.
Abordando cuidadosamente el lugar y casi a hurtadilla logramos el contenido de estas fotos, que hoy se están exhibiendo al mundo, gracias a los servicios de Internet y de aquellos bloguistas y directores de páginas Web que se han dado a la tarea de exponer esta realidad cubana para conocimiento del mundo.
Cuando el reportaje salió a la luz fuimos detenidos Luis Alberto y yo, incluso el llamado de atención fue sometido a más de 76 horas en un infausto calabozo del Departamento de la Seguridad del Estado, de Pinar del Río, donde entre acusaciones y amenazas nos mantuvieron por mucho tiempo. Pero a pesar de la represión, el hostigamiento continuado y el acoso ya habíamos sacado el material del país, y circulaba exitosamente por diferentes sitios digitales, así como en periódicos y revistas de renombre en Europa.
Indudablemente el que conozca a que punto han llegado los servicios de la salud en Cuba se daría cuenta fácilmente que los testimonios de los entrevistados por el cineasta norteamericano no responden a la realidad existente.
La salud pública para nacionales es pésima, no siendo así para los turistas extranjeros que solicitan atención médica o buscan medicamentos en las farmacias destinadas a la divisa.
Todo lo que vieron y las atenciones que recibieron los entrevistados en este documental de referencia, repoden a la propaganda no a la realidad, porque ningún cubano medio como también decimos en la isla, tiene derechos a visitar estas instalaciones .
Es decir la Cuba de hoy se divide en dos partes, una para la promoción extranjera, y la otra para la realidad poblacional, la que vive carente de los más elementales medios para la subsistencia en cualquier campo de la vida.
Por lo que quien conozca bien de cerca esta realidad se daría cuenta fácilmente que la salud publica cubana no es más que una de las tantas falacias de este sistema monárquico y represivo que se empeña en no aceptar su derrota.
Los turistas extranjeros que visitan la isla son engañados por la línea oficial de la maquinaria propagandística del régimen de La Habana, con la constante de que todos los cubanos pueden recibir un excelente cuidado de salud de forma gratuita.
La realidad como pueden apreciar es otra, aunque sea cierto que han construido excelentes complejos sanitarios para el cuidado de la salud, pero no se lo destinaron al pueblo, sino a los turistas extranjeros, con el objetivo de garantizar la entrada de divisas también a través de estos servicios.
Por lo que es conocido que muchos deportistas y artista de renombre han visitado la isla para recibir tratamientos para la adicción, y otras enfermedades, mientras en la isla un alto número de hombres y mujeres mueren por falta de medios, entre ellos jóvenes que se adentran en el alcohol y a otros vicios sin ser atendidos.
La realidad de los hospitales cubanos se puede apreciar con solo adentrarse en cualquiera de sus instalaciones desde el oriente hasta el occidente del país.
Allí encontraran mugres, colchones deshechos, sanitarios tupidos, sin agua, suciedad, falta de avituallamiento, medicamentos, medios de investigación, reactivos para rayos x, equipos rotos, y una total carencia humana entre otras dificultades.