Después de la caída del Muro de Berlín, mi país se llenaba de extranjeros de todos los rincones del mundo .
Los lugares de distracción hasta ese momento destinados al pueblo, pasaron al área de la divisa.
Incluso se comenzó la construcción de nuevos locales sofisticados para la venta de los productos que en años anteriores habían desaparecido del acceso de la población de a pie, y ahora se exponían a la venta en dólares, para extranjeros y cubanos que recibieran remesas, mientras el pueblo malvivía sumido en la peor de las inclemencias y sin fe.
Los hombres seguían explotando a los hombres, el estado era el dueño absoluto de todo lo que se movía sobre la tierra, hasta las ideas las penetraban increíblemente, y los niños seguían anhelando un pedazo de pan y un juguete, el que nunca alcanzaron por no tener sus padres con que comprárselos.
Sobrevivir en la sociedad no era cosa de juego, había que tener mucho valor para enfrentar los días de los años noventa, con el estómago en ayunas y sin poder respirar ni aire puro.Ni siquiera las plantas podían hacerlo con libertad y nos negaban sus frutos, y hasta su sombra.
La única esperanza que les quedaba a los que dejaron de creer en Dios y ante las calamidades regresaban temerosos, era el armagedón y que bajará Jesús de los cielos por segunda vez a calmar los pecados del hombre.
Muchos soñaban con un Paraíso, otros con una nueva vida, sin rencores, ni hambre, y así subsistían leyendo la Biblia, asistiendo a los templos protestantes, a las iglesias, perseguidos y muchas veces señalados y acosados, pero se las jugaban por tratar de encontrar la paz espiritual y calmar el hambre almacenada.
Incluso los que se pegaron al mantón del Mago a su llegada a la isla, se comenzaron a acercar a la iglesia con la cabeza a gachas, pidiéndole perdón a Dios, por haberlo negado tantas veces y ahora tener que buscarlo desesperadamente para sentirse mejor.
Por eso cuando Santiago Salinas uno de los ancianos de mi pueblo, los veía y escuchaba predicar el evangelio, después de masticar su hojita de tabaco ya gastada y escupir varias veces, les decía que ahora hablaban así porque les era mucho más difícil la existencia ante tantas penurias, confusión y desesperanza, por eso estaban pagando el castigo por haber renunciado a Dios cuando el Mago llegó al poder terrenal.
La gente le huía por sincero pero tenía mucha razón en lo que decía. Es una historia larga pero sincera, los habitantes de mi país, los que tiene ahora 50 o más, saben que es cierto lo que decía el anciano.
Cuando el Mago llegó con sus poderes de seducción y promesas incumplibles, muchos incluyendo a niños, se entregaron al ateísmo que propuso el proyecto de la nueva generación.
Se veía a madres y padres renegar de los hijos, hijos renegar de los padres, solamente porque habían cruzado el charco para Miami, y eso los comprometía politícamente.
Nadie quería que lo vincularan a familiares en el extranejero, y mucho menos que supieran que escribían o recibían cartas via área.
La mayoría se integraron al carnaval del dirigente de las artes mágicas y les dejaron solamente a los más viejos los cultos religiosos.
También cambiaron las estampas y medallas de los santos por las imágenes del materialismo.
Las consiganas eran su credo, y su adoración la hoz y el martillo , y el Mago el único cristo redentor y salvador.Los himnos escolares se sustituyeron por congas callejeras y marchas políticas.
La religión dejó de ser el sostén espiritual para convertirse en " el opio del pueblo" y hasta fueron capaces de despatriar a las monjas y a los curas que vivían en la isla desde tiempos remotos, y sin importales el castigo del cielo.
Todo el que no fuera materialista era traidor, por eso el destierro era el bálsamo divino.Un caso muy especial de estos tiempos lo fue el de Carolina Dengue, así le decían a la rumbera del solar la Yagruma.
Carolina fue una de la que dejó a su santo a la deriva y rompió todos los atributos religiosos y se dedicó a bailar rumba callejera para hacer reír a los seguidores del mago.
Así se le vio por muchas décadas sujetándole la pata en cualquier actividad cirquera que se convocaba, y dando vivas a todo lo que dijeran sin analizar si estaba de acuerdo o no.
Pobre mujer provinciana nunca le dieron más que unos míseros kilos por su trabajo de circo, pero la vida golpea fuerte y al cabo de muchos años se dio cuanta que se había alejado de su creencia por la increencia.
Ahora sola y abatida, hambrienta sin divisas, ni futuro , además de 68 años sobre su mascullada piel ,no podía mover ni un pie aunque la música la sacara de paso, y por eso al considerarla inservible la despojaron de su arte, y la sometieron a un cajón de recuerdos, porque ya nadie quería disfrutar de su presencia y rumba.
Al no tener otra posibilidad laboral, ni social, y mucho menos familiar, porque detestó hasta del perro para poder seguir las congas del Mago, su círculo afectivo se redujo y no tenía otra salida que regresar a la fe.
De rodillas estuvo más de un mes, pidiendo perdón por cambiar lo cierto por lo dudoso. Ciento de promesas cumplió y se vistió de saco por tres meses para pagarle a san Lázaro su falta de tacto al separarlo de su vida.
Después de todas estas cosas se dispuso visitar la iglesia del pueblo, y pedirle perdón al cura.Santiago Salinas, no dejaba de hablar de su cambio radical cuando la descubrió en el culto de la iglesia, ahora mucho más crédula, pues había podido descubrir donde estaba la verdad.
Todo indicaba que había tenido una crisis mística.Como a Carolina le pasó a muchas personas que permitieron les inyectaran ideales, y no lucharon por los suyos. Incluso muchas familias olvidaron sus deberes familaires y sociales por seguir la increencia.
Fue una época convulsa, llena de inseguridades, de ceguera. -Suerte que todo en la vida tiene su precio y su final, y la gente aunque se equivoqué recapacita un día, lo importante es estar vivo.-
Repetía Santiago basto en experiencia.Así por muchos años de miedo y creencias e increencias estuvimos hasta un día que sin que nadie pudiera creerlo la noticia golpeó a crédulos e incrédulos.
"El papa visitaría nuestro país."
