Sin límites ni leyes
Desmoronando mis catástrofes internas
Todo parece Paraíso terrenal
Aluvión de ternuras revelándose
En este mismo instante
En qué la noche se empeñaba en asfixiar
La última tentación
El deseo ha comenzado a hacer pesquisas
En cada poro helado.
Y nuevamente me convierto en mujer
Sujeta a tus manos de espuma y fuerza
Tu amor se desliza
Mientras yo escucho caer el tiempo
En espera a qué tus labios despierten
El grito que permanece inerte en mis efluvios