Y te unes al miedo atroz que me entorpece
A pesar de saberte clavado entre mis cejas
Como esa daga dulce
Que alivia y mata
Y siento que me llevas lentamente
A una obsesión tan prodigiosa
Donde siempre estás dispuesto
Si fueras realidad
En esta memoria de escalones turbios
Donde a veces descubro
La raíz primera
Que a pesar del silencio
Aún reclama
Si fueras la paz de mis abulias
Traspasando mi voluntad como corcel en celo
Para postrarme totalmente lucida
Sobre el crujir de tus señales
Pidiéndome con los ojos
Y tomándome con la piel a puro grito
Si fueras realidad quemante
Sin prejuicios
Ni urgencias
Esa realidad que emana
Traspasando efusión y ternura
Si realmente existieras, humano y hombre
Colgado de mis sabanas incesantes
Y no en las páginas del espejismo
Que se revela a continuar inmutable
Te aseguro
Subiríamos juntos
Y en el tabernáculo de la santísima excitación
Me convertiría en génesis y apocalipsis
Sobre tu perfil mágico y vehemente.