Ajada
Sin anhelos pequeños ni gigantes
Envuelta en esa nube de añoranzas
Que va dejando el tiempo
Transcurro
Con mi mascara de vida
Empeñada en que la ausencia pase
Y llegue la estrella de fulgor eterno
Que me compense
Ajada
Camino al desespero
Me aferro
Lo suelto
Y corro desaforada
A ocultarme en el rincón más provisorio
Ajada
Continúo haciendo cabriolas
De niña torpe
Otras de joven inmadura
Hasta al final en que lo deshago todo
Con la madurez que llevo en la mortaja
Ajada
Viajo sin sonrisas ni proyectos
Resignada a la realidad
Y cuando más siento el pecho desgranarse
Entonces te busco inconsolable
En el roció que baña cada rosa
En el cause del río
En las olas del mar
Hasta que descubro la oscuridad penetrante
Que no me deja divisar el horizonte
Ni tu rostro de arcilla perfecta
Ni tus manos apretadas a las mías
Jurándome
Eternidades clamorosas
Donde nunca faltaría un beso
Ni tus ojos preñados en los míos
Ajada
Sin futuros ni presentes
En una ciudad que me conduce al miedo
Donde se embotellan los conflictos
No existe mirra, ni plata, mucho menos oro
Ni reyes que lleguen del oriente
A traer felicidad a los humildes
Hojas muertas, calles secas y siniestras
En estampida
Van entonando sus desastres
Mientras mis ojos casi nulos
Pierden el iris
Ajada
Mil veces ajada
Almacenando nuevas ajaduras
Para después lanzarme con ellas
¿Quién sabe a qué destino?