Voy o vengo
De algún lugar
Intrépido y bravío
Donde se almacena el polen
Y nunca se han visto rosas
De algún lugar
Intrépido y bravío
Donde se almacena el polen
Y nunca se han visto rosas
Un gran sabio
Me lo dijo
Incluso advirtió con sus ojos
De monje
No permitiera estadía
En ninguna de sus cuencas
Amaestradas para lo inaudito
Yo
Diosa de mi misma
Crédula en mi fuerza superior
Dotada a imagen y semejanza
Hice caso omiso
Y transité los predios del desamparo
Me aferré
Descubrí
Todo era cierto
Y salto sobre mí sin protección
En ese mismo instante
En que no estamos fuertes
Ni sanas
Ni siquiera lucidas
Era un tumulto de ingratitud
Palabras paganas
Envueltas en teorías milenarias
Incluso se invocaba el Tíbet
Como alto eslabón
Del más impío de los pecadores
Todo me lo creí
Hasta que vi en los pies del atrevido
Un hollín traído de otros mundos
Uñas imperfectas, torcidas hacia abajo
Colores incandescentes
Escoltaban sus discursos
llenos de despotismo
Ahí fue cuando la autoestima
dio el primer grito
Y hasta el segundo
Y hasta el segundo
No había escuchas,
ni príncipes errantes,
como me habían previsto
Tontuela mujer de muchas décadas
Sin colores
Inspiradora del asco más interno
Tontuela mujer de muchas décadas
Sin colores
Inspiradora del asco más interno
Creídas
Y perforadas
Con su incauto atuendo
De hojas secas
Y hierros oxidados
Comenzó el pertinaz aguacero
Los vientos comenzaron a despedir
Quemaduras y otros químicos
Por eso el alarido de las ramas
Era un terrible lamento
Metido en mis oídos
Nadie me creía
Ni me creen
A los ancianos no se les cree
Lo que dicen
Y más si saben que he perdido
la alforja de dividendos
Lo cierto es que iba y venía
Aplastando las dormideras
En pos de una limosna
Para quitarme el sabor
a mujer deshecha
Motor apagado
Institutriz
Motor apagado
Institutriz
De su propio holocausto
Ya no queda más
Tan sólo señales y hecatombes
Miles de pecadores arrepentidos
Pero con el martillo dando
Otros aferrados al apocalipsis
En conferencias cirquences
Alabando a los caballos del espanto
Y ahuyentando
La llegada del omnipotente
Incluso disfrazados de coalas
Con plumas en las orejas
Y envistiendo con el profano miedo
Voy y vengo
Del lugar más infame
De la creación
Donde los peces se degüellan
Y los pescadores
Izan alcatraces con pergaminos
Del Mar Muerto