Estoy de prisa
Se agudiza el tiempo
Plisa la integridad
Aterra al espejo
Yo la muchacha vespertina
Con un sueño clavado
Y mil besos por dar
Voy cuesta abajo
Con la bolsa vacía
Y la mente repleta de fantasmas
Iracundos
Míos y ajenos
En una oscuridad embrionaria
Y agreste
Donde no veo mis manos
Mucho menos las tuyas
Tus ojos ya no tienen
Tus ojos ya no tienen
La misma algarabía
Ni tus labios desean unirse
Ni tus labios desean unirse
Nada puedo exigir
Aunque siga siendo
Mil veces yo
Con la tripa por dentro
Y el amor a bocanadas
Lleno de insomnios
Y maneras
Dispuesto
Encarnado
Encantador y niño a la vez
El alma desmoronada
Se divide en dos mitades
Una para mí, la otra para mí
Cada palabra
Rompe los cánones del sentimiento
Me lleva a pensamientos sórdidos
Incapaces de asentarse como rosa