P O E S I A
DEL POEMARIO LOS HILOS DE LA DEMENCIA
(Cuba-1988)
Por: Adela Soto Álvarez
Por: Adela Soto Álvarez
SI APARECIERA.
Si pudiera abrir los ojos en el momento justo
evitar el tormento del suicida
ser algo más que un sonido labial que se reparte
algo más que huesos
y estos derrotados lívidos de ternura
Si resucitaran los días del miocardio
y más allá del silencio crecieran amapolas
Si alguien decretara el día de los locos
como bálsamo a la dicha en cautiverio
Si en vez de Adela me llamara Laberinto
Volcán
Diluvio o Trueno
Si apareciera en el descalabro de una noche
bebiendo del élixir de un capricho
o abierta a la verdad sin centinelas
Si apareciera anónima en un vulgar sepulcro
Si apareciera…
TU VOZ EN MIS SENTIDOS
Se me desnuda el cuerpo
Cada vez que descubro tu voz en mis sentidos
Como fuerza telúrica te apoderas del todo
Y me lanzas al pozo de los abandonados
¿Será tu cuerpo el humo que emana del recuerdo
O serás la verdad que de nuevo me toca
En este ir y venir de góndolas de paso?
Nuevamente te anudas
Y te metes ahí donde nadie ha podido
Hombrecillo de antaño
Mi guerrero arriesgado
En qué lugar estabas cuando el agua caía
Por qué tus fuertes brazos
No anclaron en mi puerto
FRENTE A LA NIEVE.
Estoy frente a la nieve y no la veo
Sólo su frialdad ahuyentando
la poca esperanza que me queda
Entre sus garras permanezco
me cae sobre el cuerpo
sobre el alma
y no existen copos
haciendo muñecotes
ni tridentes arrasándola del campo
“La nieve y yo somos iguales
me lo ha dicho mucha gente”
Sin embargo mi lente no la capta
solamente en mi organismo permanece
Nieve
nunca te busqué y sin embargo
llegaste con tu frialdad terrible
a posarte para siempre entre mis fuerzas
Qué hice para merecer tanto castigo
si nunca te soñé
ni te anhelaba
al contrario siempre parecías tan distante y cinéfila
tan fuera de mi alcance
Y ya vez no te apartas de mi lado
como la fiel guardiana de mis cuitas.
A MITAD DE LA CONDENA
Estoy a mitad de la condena
no se ha cumplido la última profecía
y como vez deambulo sin encontrar el nido
Mis ojos son veleros que se encallan
se pierden mis poemas
se anuda mi garganta
y la impiedad es la única que se ancla
en medio de este cuerpo adolorido
A veces siento el cielo en mi cabeza
otras pierdo de nuevo los sentidos
y la brújula no señala tus pasos
¿Qué será de mi esqueleto carcomido
de mi cerebro a punta de escopeta
y mis manos aferradas a la nada?
¿Qué será de mis libros bajo fianza
de mi libre expresión bajo censura
de mi mayor anhelo tras las rejas?
A dónde ir sin voz y sin camino
si el tiempo cruza perezoso
frente a una manada de improsultos
capaces de apalear hasta su sombra
EMANCIPADOS
Estamos emancipados hasta la última fibra
invisibles a la noche y sus misterios
Te hablo con mi mejor voz
nombro islas de tiempo
y me hundo en tu memoria como un dardo.
Pero seguimos hambrientos
perpetuamente hambrientos
con el polvo sumergido
y el cerebro recalentando ángeles de emergencia
El ocaso nos vengó con sus crueles fantasmas
derramó su éxtasis en nuestras pelvis
y a sus semidioses lascivos e inoportunos
como espina inquisitiva
Nosotros
los más impenetrables
se nos ha roto el tiempo