Dime qué hacer con tanta incertidumbre
con las noches que me saben a disparos
y me hacen vagar por los pasillos
en busca de un
silbido que me aleje del tiempo
Dime qué hacer con estas mil campanas
que suenan y resuenan sin permiso
haciéndome creer que el
árbol que proveo
de insomnios y neuronas
llegará súbitamente a calmarme las bilis
Dime por qué mis oídos se
aferran a los ruidos
y aunque trate de adaptarme a la penumbra
la humilde oración nunca me llega
Dime por qué me siento
una vez más mujer usada
y aunque invoque la fe
nunca la encuentro