He
convertido mis quimeras
En
fabricantes de inmensas taquicardias
El amor se
quedó
También los
versos
Ya no me
sale nada
Solamente
un escuadrón de sapos y culebras
Un afilado
diente
Y un
estribillo Paranoide
No soy más
que una mujer desconsolada
Que llora
en los compases de un mal día
En un cajón
que le han llamado casa
En un
horrendo cuarto
Que me sabe
a esclavitud
Y me
condena.
Todo me
sabe amargo
Ni brisa
sopla en mi pequeño mundo
Tengo un
desastre de pasado
Que
repercute
A toda hora
Me siento
en un campo de batalla
Sin
salvador
Ni piedad
Solamente
escucho toques a degüello
Y un montón
de blasfemias estocándome.