Una gota más y se congela
La copa repleta
Al borde del abismo
No existe elixir apropiado
Para el veneno que socaba
La fogosidad no se compra
Ni el respeto tampoco
Faltan golpes
de dignidad
Por ambos lados
No permitir a los bárbaros de turno
Rieguen sus disposiciones
En neuronas a la ofensiva
Es demasiado asco el que penetra
Demasiado horror a la rugosidad
Porque en tus sueños
Solo existen mujercitas de papel
O cibernéticas
Convertidas en caramelo
Despreciar es tu mejor martillo
Demasiado basto
Para entender de profundidades
O si el corazón se incendia
Dejemos pues
El tedio haga su parte
De la otra se encargan
El tiempo y sus esquirlas